Cierra una popular cafetería gipuzcoana tras 47 años: «Nos vamos con el alma llena de cariño»

Las aperturas y cierres en el comercio y la hostelería local es una constante, con vaivenes que en ocasiones sorprenden a clientes y viandantes. Es el caso de los más veteranos, como ha ocurrido con el bar cafetería Beti Auro, que hasta hace unos días presidía la entrada del centro comercial Mamut, ubicado en Oiartzun. «Ha llegado el momento de cerrar esta larga etapa de trabajo y dedicación», señalan en una nota ubicada en el exterior del local.

Desde su privilegiada posición ha viso pasar por sus mesas, en el interior y en su terraza, a miles de guipuzcoanos en sus 47 años de vida. Clientes que estaban de paso o que se tomaban un descanso antes o después de realizar sus compras en el centro comercial más veterano del territorio. En su comunicado quieren agradecer a todos «de corazón» su «fidelidad, cariño y compañía durante todos estos años».

«Habéis estado a nuestro lado en los momentos buenos y también en los difíciles, como durante la pandemia, y eso nunca lo olvidaremos», explican en su nota antes de reconocer que el equipo se va «con el alma llena de recuerdos y gratitud; gracias por ser parte de nuestra historia», concluyen firmando 'la familia de Beti Auro'.

Especializado en ofrecer una amplia variedad de pintxos, ofrecía también menús económicos y platos combinados muy apreciados por los visitantes de Mamut pero también por vecinos y trabajadores de la zona que ahora guardarán aquellos momentos en su memoria.

Mamut fue inaugurado con dicho nombre y su característico logo en 1977. Prácticamente desde entonces llevaba en funcionamiento el Beti Auro atendiendo a quienes se acercaban al mayor conjunto de tiendas que veía Gipuzkoa entonces, mucho antes de la creación de otros centros comerciales que han ido rodeando a San Sebastián.

En una ubicación estratégicamente cercana a Francia, para atraer a sus consumidores, Mamut fue el primer centro comercial que se creaba en Euskadi y uno de los primeros en España. Un nuevo concepto de consumo cubierto y multinacional que ya triunfaba en Estados Unidos y en el resto de Europa. Con su gran tienda Pryca, después Alcampo, atraía a miles de personas también a los pequeños negocios accesibles gracias a su entonces gigantesco aparcamiento. Destacaba también a finales de los años 70 sus modernas escaleras mecánicas, muy inusuales entonces.

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