Bangladesh

Plaza de Gipuzkoa ·

Guille Viglione

San Sebastián

Domingo, 11 de diciembre 2022, 07:46

Es viernes y Argentina acaba de clasificarse para semifinales. En las noticias veo un río blanco y celeste de miles de hinchas. Saltan, se abrazan ... y despliegan, eso aseguran, la bandera argentina más larga del mundo. Parece normal en un país que ha hecho del fútbol su religión pero lo extraño de la escena es que está grabada en Daca, la capital de Bangladesh, a 16.766 km de distancia de Buenos aires.

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Cada cuatro años se funda, en la antigua Bengala, una Argentina Paralela. Colocan decenas de pantallas gigantes en las plazas, pintan las fachadas de azul y se agotan las bufandas. Cuentan que esta locura nació el 22 de junio de 1986, cuatro años y diez días después de que Inglaterra derrotara a Argentina en la Guerra de las Malvinas. Sus selecciones se enfrentaban en el Estadio Azteca y Maradona devolvió parte del orgullo herido avergonzando 2-0 a los británicos. Bangladesh, que fue colonia del Imperio Británico hizo propia la felicidad de comprobar que, a veces, el pez chico puede merendarse al grande.

Los mundiales son ricos en anécdotas pero nunca me había topado con una historia tan loca como la de esta pasión disparatada. El fútbol tiene el extraño poder de traspasar fronteras, creencias, idiomas y modificar el comportamiento de miles de seres humanos.

Bangladesh ocupa el puesto 192 de los 211 países que conforman la clasificación FIFA. También es el tercer país con más trabajadores fallecidos durante las obras de este mundial. Más de mil, según la prensa.

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