No habrá anchoa del Cantábrico a lo largo de tres semanas
Los arrantzales suspenden la campaña por el riesgo de bajos precios
Los arrantzales han decidido suspender la campaña de la anchoa porque atisban que no van a encontrar rentabilidad a las faenas por los bajos precios que puede dar la especie. El cierre de restaurantes y bares, junto al confinamiento son las causas que el sector afronta, tras la implantación de las medidas preventivas contra la pandemia, y motivos principales para no dirigirse a la preciada especie.
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De momento, la flota de cerco del Cantábrico llevaba un 80% de la cuota de verdel completada con lo que prevé que para la próxima semana agotará el tope. Por ello, quería lanzarse a por la costera de la anchoa. Los pescadores ven con preocupación las repercusiones que podrá causar las medidas adoptadas de prevención del coronavirus «una vez que la anchoa es una especie que se vende en fresco y a las fábricas de conserva, mientras que el verdel se puede congelar si existe un problema», decía Eugenio Elduayen, presidente de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa.
En esta dirección, pese a que el temporal condicionó el inicio también de las faenas, después gozó la flota de capturas de verdel, con descargas de 250.000 kilos en puerto por jornada. También la anchoa había aparecido, pero era ahora cuando la flota se iba a incorporar a por la especie .
La cuota de verdel asciende a 29.161 toneladas para diferentes flotas del Cantábrico lo que permitía prolongar su captura durante más tiempo que en campañas anteriores. El ciclo de la pesca es que, primero llega anchoa pequeña y joven, luego verdel y en abril y mayo es cuando se obtiene la anchoa grande que cuenta con gran cotización entre los conserveros. En esta ocasión hasta el 16 de abril no se espera que la flota se dirija a por esta especie.
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