Gloria, Catalina, Andrea y Carmen, en la estación de Donostia Gorka Estrada

«No había agua y hacía calor, ¿y si a alguien le hubiese dado un mareo?»

La precariedad de los servicios del tren Intercity entre Donostia y Madrid pilló por sorpresa a varios pasajeros

Jon Munarriz

San Sebastián

Lunes, 27 de marzo 2023, 06:41

La mayoría de los pasajeros conocían las características del Intercity, el tren de baja gama que utiliza Renfe para la conexión entre Donostia y Madrid ... desde hace más de un mes. Otros, sin embargo, se han llevado una sorpresa. El tren carece de pantallas de información y entretenimiento, wifi o servicio de cafetería.

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El aburrimiento fue manejable para pasajeras como Catalina, Andrea, Gloria y Carmen, un grupo de amigas que vinieron desde Madrid de visita. Hacer la mitad del trayecto sin agua ni comida, fue más complicado. «Nos suele gustar venir a San Sebastián, al menos, una vez al año. Por la pandemia hacía tiempo que no hacíamos este viaje, pero no lo recordábamos así», reconocieron. Cuando han podido han echado mano del coche, pero esta vez recurrieron al tren para abaratar costes. «Hemos salido a las 14.50, justo después de comer, y llegamos para cenar. Menos mal que ha sido así. La azafata ha pasado solo una vez con el carrito de la comida y ha sido nada más salir de Madrid. Hemos ido a buscarle para preguntar si podíamos comprar algo y nos ha dicho que ya no tenía nada más. Ni agua, ni refrescos, ni comida. Nada. Esto no puede ser», denunciaron.

El hambre fue más fácil de manejar que la sed. «No sabíamos que no había cafetería. Es primavera. Hacen casi 30 grados. ¿Y si a alguien le pasa algo? Si una persona se marea o le da una insolación, por ejemplo, ¿qué pasa? Le hemos preguntado a la azafata y nos ha dicho que en ese caso se haría una parada de emergencia en la primera estación, pero eso podría ser tarde».

Viajar en grupo fue su «salvación». «Hemos estado todo el viaje hablando y haciendo bromas, sino se hubiera hecho eterno. Cuando hemos ido a otros sitios en tren siempre hemos tenido la pantalla donde echan la típica película a la que no prestas atención y que siempre dejas a medias, pero a las muy malas te puede entretener. Aquí no hemos podido ni matar el tiempo adelantando trabajo o viendo cualquier vídeo porque no había wifi y la conexión se iba a cada rato».

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Andrea fue la única en conseguir calmar la tensión del momento. «Yo soy de Extremadura. Tenéis razón en las quejas, pero a mí el hecho de que el tren avance ya me alucina», comentó de manera irónica.

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