«Nos activaron demasiado tarde; esto tiene que servir como lección»
Bomberos de Donostia y Gipuzkoa relatan a DV su experiencia en Valencia. «No te das cuenta de la destrucción hasta que estás allí»
San Sebastián
Viernes, 8 de noviembre 2024, 01:00
Los voluntarios guipuzcoanos están muy presentes en las localidades afectadas por la DANA en Valencia. El pasado domingo una dotación de bomberos de Gipuzkoa y ... Donostia abandonó el territorio para aportar su granito de arena en la recuperación de la catástrofe en Valencia. La situación extrema que se encontraron al llegar les hizo darse cuenta de lo necesarios que eran allí. «Al llegar a Alfafar, todos los vecinos nos decían que éramos los primeros en llegar», cuenta Ramón Bianchi, suboficial de Bomberos Donostia. Bianchi relata con pesar el sentimiento generalizado de los vecinos de este municipio valenciano. «Estaban muy cabreados. Llevaban tres días enterrados en barro y la ayuda no llegaba. Se sentían abandonados». Aun así, las muestras de agradecimiento hacia los bomberos se sucedían. «Estaban muy agradecidos, dispuestos a darnos cualquier cosa. Nos bajaban café, comida y agua. Querían ayudarnos con todo», dice.
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La brigada de Bomberos Gipuzkoa se encontró un escenario parecido en la localidad de Massanassa. «Era una situación de guerra. Destrozos, coches, basura, barro... No te das cuenta del grado de destrucción hasta que estás allí», relata Iñigo Altuna, bombero de la brigada de Gipuzkoa. Con el paso de los días, la situación ha ido cambiando. «Cuando llegamos solo había vecinos de la zona con tractores. Estos últimos días ya se veía maquinaria pesada, excavadoras. Ya va a otra velocidad», indica Altuna. «La primera parte de la emergencia ha terminado, pero queda mucho trabajo para volver a la normalidad», admite Bianchi.
Dos trozos de pizza
Los bomberos de Donostia trabajaron el miércoles en Sedaví y Catarroja. Esta última ha sido gravemente golpeada por la DANA. «Catarroja es lo peor que hemos visto. Los vecinos no podían hacer nada. Estaban todas las calles llenas de barro». Más allá de los trabajos, la estancia en Valencia no ha sido fácil. «Pasamos la primera noche en el parking de un Ikea, cenando dos trozos de pizza y desayunando una magdalena para luego estar todo el día trabajando. De 7.30 de la mañana hasta la noche», confiesa Altuna. «El olor es terrible y las heridas y las ampollas que nos hacíamos con las botas se nos infectaban con el barro. Hemos tenido que hacer curas en el ayuntamiento todos los días».
Muchos afectados reclaman que la ayuda ha llegado tarde. «No sé por qué no nos han activado hasta el cuarto día. Somos los profesionales en esto, es nuestro día a día. No lo entendemos, el colectivo de bomberos está bastante cabreado. Yo creo que hemos ido muy tarde, esperemos que sirva como lección», admite Bianchi. «Nosotros íbamos a ir el primer día, pero nos rechazaron porque no podían organizarse», desvela Altuna.
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