Solar en Zubieta donde hoy entrarán las primeras máquinas para construir la incineradora.

Las máquinas entran hoy a Zubieta como antesala de las obras de la incineradora

Los trabajos arrancan de forma oficial mañana y el llamado complejo medioambiental deberá estar operativo para finales de 2019

ARANTXA ALDAZ

Martes, 9 de mayo 2017, 06:38

El solar de Zubieta destinado a la incineradora ya tiene quien lo construya. Las primeras máquinas entrarán hoy al terreno, como antesala al arranque oficial mañana de las obras que tantos años de gestión, y dinero, han costado relanzar. La explanada vacía ha sido símbolo de las idas y venidas del proyecto. El ruido de los motores en marcha de las excavadoras, con la foto institucional de rigor que se hará mañana, pretende convertirse también en una imagen icónica del inicio de una nueva etapa en la gestión de los residuos: la del final de los vertederos y el principio del llamado complejo medioambiental de Zubieta. Clausurados los basureros de Gipuzkoa, empieza a correr el reloj para las instalaciones en la muga entre Donostia y Usurbil, que además albergarán una planta de tratamiento mecánico-biológico (TMB), una de biometanización y otra de maduración de escorias, así como un centro de educación ambiental. Estarán operativas para finales de 2019.

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De aquí a entonces quedan dos años y medio de obras, durante las cuales también hay que dar solución a la basura que se sigue generando en Gipuzkoa, y que ahora viaja al vertedero de Meruelo (Cantabria), aunque con fecha límite. El contrato finaliza este año y habrá que buscar soluciones temporales hasta que pueda echarse mano de la infraestructura.

Como antesala a esos treinta meses de obras, las máquinas entraron ayer a lo que será la futura ubicación de la incineradora. Los primeros trabajos consistirán en la preparación y excavación de los terrenos, en cuyos alrededores también se están desarrollando varias obras, como las del acceso a la futura cárcel de Zubieta y la construcción de una zona industrial.

El coste inicial de la construcción de la planta, 217 millones, lo adelantará la concesionaria, la UTE liderada por Urbaser y que se completa con las empresas guipuzcoanas Altuna y Uria, Murias, Moyua y LKS Ingeniería, además del grupo inversor francés Meridiam Investments. Una vez esté operativa, recuperará esa inversión a través de la explotación que supondrá un canon anual de 24 millones de euros a cargo de las arcas forales. En total, el montante de la operación durante los 32 años de contrato asciende a 768 millones.

En dos parcelas

El complejo donde se tratarán los residuos de Gipuzkoa se repartirá en dos parcelas anexas. En la primera, la de Arzabaleta, en Zubieta, donde mañana arrancan los trabajos, se levantará la incineradora y la planta de tratamiento mecánico-biológico. En una segunda fase, el esquema se completará con otras instalaciones que se ubicarán en la parcela del polígono Eskuzaitzeta. Se trata de la planta de biometanización y de la planta de maduración de escorias, que tratará los desechos que queden tras la incineración de la basura.

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