Una vista del solar de la incineradora en Zubieta.

La Diputación prevé un coste «máximo» de 31 millones al año para la incineradora

Confía en rebajar los más de mil millones de gasto estimados por el plan de viabilidad encargado

gaizka lasa

Viernes, 6 de mayo 2016, 15:43

Se había dado a conocer cuánto iba a adelantar el socio privado encargado de financiar y explotar la incineradora. Unos 200 millones de euros, estimó la Diputación. Faltaba saber a cuánto ascenderían las vueltas. Esas que los guipuzcoanos pagarán con sus impuestos por las infraestructuras que tratarán de manera integral sus residuos.

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La factura total superará los mil millones de euros, según los números que arroja el estudio de viabilidad económico-financiera de la licitación del Centro de Residuos de Zubieta, aprobado ayer por la asamblea general de Gipuzkoako Hondakinen Kontsortzioa (GHK), sociedad instrumental del Consorcio de Residuos que se encarga de la gestión de las basuras en el territorio y hará el papel de intermediador -pagador y supervisor- con el futuro concesionario del proyecto. Ahora bien, el cálculo «dibuja el escenario más perjudicial y esperamos que la mejora en el proceso de licitación sea considerable», afirma el diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio. La aprobación de este estudio era un paso preceptivo legalmente para acometer la licitación y desde la institución foral confían en que la puja entre varias agrupaciones de empresas reduzca tanto la inversión realizada por la concesionaria como su margen de beneficio.

En cuanto al primer concepto, el estudio define que «la inversión máxima prevista por parte del concesionario es de 212 millones de euros en un periodo de tres años». Este mismo año deberá aportar el 3%, para el siguiente tendrá que completar el 28% de la financiación, incrementar el porcentaje al 75% en 2018 y terminar de pagar las infraestructuras para 2019, año previsto para que la incineradora comience a funcionar.

En cuanto a la llamada tasa de rendimiento, el plan de viabilidad la eleva al 10,5%. El tipo de interés que pagará Gipuzkoa a la UTE correspondiente. El estudio ha valorado que el socio privado tendrá que poner de su bolsillo el 29% del capital total y que asumirá una deuda con las entidades financieras por el 71% de lo que le cueste el proyecto. De ahí extrae el porcentaje aproximativo que puede pedir por sus servicios.

¿A cuánto asciende la suma entre inversión inicial y posterior rendimiento? El plan aprobado ayer, que confirma el plazo de concesión de 35 años, calcula que «el pago por disponibilidad máximo que se le hará al concesionario será de 29 millones al año». A eso habrá que sumar una previsión de 2,6 millones al año como importe por el volumen de toneladas tratadas. El dato resultante asciende a 31,6 millones por año. La multiplicación consiguiente dispara la cifra a 1.106 millones, como «máximo», matiza el departamento de Medio Ambiente de la Diputación. Reitera que «este precio tendrá una bajada considerable en el proceso de licitación dado el alto interés que ha provocado en las empresas».

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La cantidad corresponde a la primera fase del Complejo Medioambiental Gipuzkoa, que contempla la construcción de una planta de valorización energética y otra de tratamiento mecánico-biológico (TMB). Aún quedarán por adjudicar las instalaciones para la biometanización y para la maduración de escorias, pero con las actuaciones de esta primera fase el departamento de Medio Ambiente espera «cubrir todas las necesidades de Gipuzkoa durante más de 35 años y dar cumplimiento a los últimos objetivos aprobados por Europa en materia de gestión de residuos con los requisitos técnicos y medioambientales más exigentes», en definitiva, acabar con los acuciantes problemas actuales de déficit de infraestructuras y no tener que buscar vertederos alternativos.

Según el departamento dirigido por José Ignacio Asensio, el Complejo Medioambiental de Zubieta permitirá «producir y exportar energía eléctrica y proveer de electricidad anualmente a 40.000 hogares. La incineradora utilizará «exclusivamente» residuo para generar energía, según Asensio, por lo que convertirá la basura en un combustible «en lugar de depositarla en un vertedero». Por la TMB pasarían, por su parte, los residuos mezclados, de manera que la planta realice un último cribado antes de depositar la fracción resto en la incineradora. La tecnología de esta infraestructura permite extraer el gas y el líquido de la materia, reduciendo su volumen, y separar aquellos elementos que aún pueden ser reciclables y, sin embargo, están mezclados con la errefusa. El esquema se completará con la planta de compostaje de Epele que se inaugurará próximamente y que recibirá aproximadamente un tercio de la materia orgánica generada en Gipuzkoa y que hoy viaja a Funes, Caparroso e Itsaso (Iparralde).

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Siempre según las estimaciones anteriores a la licitación, la incineradora también podría crear 80 puestos de trabajos directos y actividad económica para todo tipo de suministradores.

EH Bildu, en contra

Los representantes de EH Bildu en la asamblea de GHK votaron en contra de este plan de viabilidad. El presidente de la Mancomunidad de Tolosaldea, Josu Amilibia, denunció que «estamos hablando de una operación millonaria que va a condicionar nuestros bolsillos y nuestras políticas públicas durante los próximos 35 años. Y quieren aprobarla a salto de mata, sin transparencia y hurtando el debate y la información». Amilibia censuró que GHK «deberá pagar la misma cantidad ya queme 50.000 o 200.000 toneladas de residuos» y concluyó que «se trata de «un negocio redondo para los intereses privados».

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