La candidata de los socialistas navarros y presidenta del Gobierno foral, María Chivite, vota en un colegio electoral de Gorraiz. EFE

Elecciones forales y municipales

UPN vuelve a ganar en Navarra, pero los socialistas mantienen sus apoyos para gobernar

EH Bildu, con nueve escaños, se sitúa como tercera fuerza en la comunidad foral y Vox entra en el Parlamento con dos representantes

Javier Guillenea

San Sebastián

Domingo, 28 de mayo 2023

Si las elecciones autonómicas dejaron en 2019 un escenario de incertidumbre en Navarra, los resultados de este domingo dan un nuevo giro de tuerca al ... complejo panorama político en la comunidad foral, donde el candidato de UPN, Javier Esparza, volvió a ganar en número de votos pero no podrá gobernar. Los quince parlamentarios que ha obtenido su partido están lejos de la mayoría necesaria. Los tres escaños del PP y la desaparición de Ciudadanos ni siquiera permiten reeditar los 20 que obtuvo en 2019 Navarra Suma, la coalición integrada por las tres formaciones. Un hipotético apoyo de Vox, que entra en el Parlamento con dos representantes, tampoco le serviría para lograr la mayoría en una investidura.

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La jornada de ayer fue una montaña rusa que se inició en los primeros compases del escrutinio, cuando EH Bildu tomó la delantera. El ímpetu de la formación de Bakartxo Ruiz cedió a medida que avanzaba el recuento hasta dibujar un panorama parecido al de hace cuatro años. La diferencia es que EH Bildu, con nueve escaños, dos más que los comicios anteriores, se ha situado en esta ocasión por encima de Geroa Bai, la coalición de Zabaltzen y PNV liderada por Uxue Barkos, que pierde dos representantes y se coloca con siete. El trasvase de votos parece claro y convierte a EH-Bildu en la tercera fuerza política en la comunidad foral.

Ganar peso

La subida de la formación de Bakartxo Ruiz le permite ganar peso y jugar un papel más determinante en las negociaciones con el PSN para formar el próximo Gobierno foral con María Chivite a la cabeza. Los socialistas han logrado capear el desgaste de cuatro años de gobierno y mantienen los once escaños que lograron en 2019, pero volverán a necesitar apoyos para gobernar.

En 2019 lo lograron con el respaldo de Geroa Bai, Podemos e Izquierda Ezkerra, y la abstención en segunda vuelta de cinco de los siete representantes de EH Bildu, que facilitó de esta manera la investidura de Chivite en una Cámara que cuenta con 50 escaños. Contigo Navarra, la coalición en la que han comparecido a las elecciones Podemos e IU, ha conservado sus tres escaños, lo que significa que el bloque que facilitó la llegada de los socialistas a la presidencia cuenta con 30, los mismos que en 2019.

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La duda ahora es si EH Bildu, que se ha visto fortalecida, facilitará la investidura sin ninguna contrapartida a cambio o tratará de influir en el nuevo Gobierno desde dentro o desde fuera negociando los presupuestos. Lo que suceda en Navarra será visto con lupa en el resto del país, donde cualquier acuerdo al que se llegue con EH Bildu será utilizado por la oposición para desgastar a Pedro Sánchez.

José Javier Esparza

Javier Esparza (Pamplona, 1970) ya sabe lo que es ganar las elecciones y quedarse sin la presidencia del Gobierno foral. Le ha ocurrido en dos ocasiones y puede que con la de este domingo sea la tercera. En mayo de 2015 obtuvo al frente de la candidatura de Unión del Pueblo Navarro (UPN) el 27,44% de los votos y quince diputados, muy por encima de los nueve de Geroa Bai (Zabaltzen y PNV,) que contó con el apoyo de EH Bildu, Podemos e Izquierda Ezkerra para llevar a Uxue Barkos al poder.

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En mayo de 2019 se repitió la misma historia aunque con otros protagonistas. Esparza encabezó la Coalición Navarra Suma, (UPN, PP y Ciudadanos), que se hizo con el 36,75% de los votos. Sus veinte diputados no fueron suficientes para evitar que la socialista María Chivite se convirtiera en presidenta. Los resultados de ayer pueden convertir a Esparza en el candidato que más elecciones forales ha ganado y que más veces se ha quedado a las puertas de presidir el Gobierno de Navarra.

Casado y con dos hijos, Esparza es licenciado en Pedagogía por la Universidad de Navarra y diplomado en Profesorado de EGB. Llegó a la política desde la alcaldía de Aoiz, donde destacó por su defensa enconada de la construcción del pantano de Itoitz. Fue portero de fútbol hasta los 30 años y dirigió el Instituto Navarro del Deporte entre 2007 y 2011. Necesitará de una buena dosis de deportividad para encajar un nuevo triunfo que puede acabar en derrota.

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