Los bulos que encienden el caos

A las 'fake news' nunca se les acaban las pilas, y más si tienen combustible suficiente como para encender los ánimos de la ciudadanía. Con cada crisis se sucede en paralelo un aluvión de especulaciones que se extienden gracias a la tecnología en diferentes grados, desde los rumores sin confirmar, a las medias verdades o directamente bulos, sin olvidarnos de las bromas que se viralizan rápidamente como válvula de escape. Ocurrió en la pandemia del Covid-19 y más recientemente con la Dana de Valencia. Los ciudadanos quieren saber y una minoría busca los resquicios para difundir su ideología o para tratar de generar caos. Ahora es la crisis del apagón eléctrico sufrido por España y Portugal la excusa que sirve de caldo de cultivo para quienes buscan desinformar: un tema de alto interés con componentes de emergencia y tragedia. Para dar claridad, nada mejor que los medios de comunicación confiables, así que encendamos la luz para entender las sombras de la desinformación.

Como ha ocurrido en otras crisis, el ciudadano busca legítimamente saber qué ha pasado. Busca los motivos con avidez y éstos no siempre se conocen con inmediatez. Ese lapso de tiempo hasta que se aclaran los detalles es el que aprovechan quienes buscan desinformar para colar sus teorías. Los ingredientes para viralizarse son conocidos, mezclar datos reales y falsos y para generar la fórmula ideal de la desinformación no falta tampoco en este caso la indignación, que según han demostrado ciertos estudios es la chispa que aprovechan los difusores de bulos para deslizar sus contenidos maliciosos. Todo ello favorecido por los algoritmos de las redes sociales.

La revista 'Science' publicó un estudio que concluía que las publicaciones en las redes sociales que contienen información errónea provocan más indignación moral que las que contienen información fidedigna, y ello propicia y facilita la propagación de la desinformación. Los autores de dicha investigación recuerdan que la forma en que las plataformas de redes sociales clasifican los contenidos para mostrarlos a los usuarios también puede influir en la propagación de los bulos.

En este caso han sido cuatro las teorías falsas más extendidas tras el apagón eléctrico. La primera fue que el origen se debía a un supuesto incendio de una línea eléctrica ocurrido en Francia, cerca de la frontera, algo que tuvo que ser desmentido por el gestor de la red eléctrica francesa: «El origen del incidente está por determinar y no se ha registrado ningún incendio entre Perpiñán y Narbona. Se trata de una información falsa».

La segunda parecía llegar de Portugal, ya que la agencia Reuters publicó que el operador de la red eléctrica de este país atribuía el apagón a una «vibración atmosférica inducida» provocada por variaciones extremas de temperatura en el interior del territorio español y que habría afectado a la sincronización de la red eléctrica europea. Una teoría que tuvo que desmentir este organismo horas después y que la agencia ha borrado.

Más extendida aún fue la teoría del ciberataque, muy popular en los últimos años para explicar todo tipo de crisis y catástrofes, incluida la Dana de Valencia. En este caso hay dos variantes, la que lo atribuye a algún grupo desconocido de ciberdelincuentes a quienes lo vinculan al gobierno de Putin. En todo caso, está supuesta causa fue rápidamente desmentida tanto por Red Eléctrica como por los servicios de inteligencia, si bien en las primeras comparecencias públicas Pedro Sánchez no quiso descartar ninguna opción. También se ha difundido falsamente que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, había dicho que el incidente se debía a un «ataque directo a la soberanía europea» y que señalaba a Rusia. También falso.

No podía faltar en esta crisis el lanzamiento cruzado de reproches entre las principales fuerzas políticas, en la que no faltan acusaciones de bulos ni ganas de desorientar al electorado. Los mensajes más llamativos (y que por lo tanto más fácilmente se disparan por las redes sociales) son los provenientes de Vox y de su líder. Así, Abascal acusó a Pedro Sánchez de «provocar el apagón» y de «sacar provecho del caos, como los saqueadores», además de ver la crisis como una confirmación de su «fanatismo climático». Precisamente el presidente hizo alusión destacada en su intervención pública de la tarde a que «crisis como esta son propicias para la propagación de bulos con el objetivo de polarizar a la población».

Desde el Gobierno Vasco también se ha hecho énfasis en que la ciudadanía permanezca atenta a los bulos que circulan estos días. Imanol Pradales apeló en su comparecencia de este lunes a «no difundir bulos o desinformación que solo generan alarmismo y desconfianza». Tambien recomendó que a la hora de informarse se confíe en los medios de comunicación tradicionales y en fuentes gubernamentales.

En esta idea de luchar contra la desinformación ha ahondado este martes también Bingen Zupiria, consejero de Seguridad, quien ha advertido de «supuestos contenidos informativos que no responden a la verdad». Además ha señalado que su ejecutivo quiere «llamar la atención sobre el riesgo que suponen por el efecto negativo que pueden provocar en muchas personas... pueden provocar una sensación de malestar, de temor agudo, en muchas personas y deberíamos tenerlo en cuenta».

Para el recuerdo de esta crisis queda una nueva entrega de reproches entre Vox y PP por un lado y los partidos del gobierno por otro que esta vez han incluido en las redes sociales profusas reflexiones sobre lo bien que le venía a Pedro Sánchez el apagón «para tapar lo de su hermano».

La necesidad de tomarse la vida con humor se abre paso también en crisis excepcionales como esta así que los memes corrieron como la pólvora de pantalla en pantalla en cuanto se supo de la dimensión del problema. Tanto las redes sociales como las aplicaciones de mensajería se poblaron de imágenes con dirigentes sujetando cables o enchufes sin dejar pasar a los personajes de los Simpsons, tan habituales en todo tipo de crisis. Aunque las bromas también fueron de tú a tú con comentarios como que es un aviso de la llegada de extraterrestres o culpabilizando a la obra más cercana, como ocurrió en Donostia a cuenta del nuevo edificio del Basque Culinary Center en Gros.

Las bromas se extendieron a lo que iba a comer cada uno ese día, teniendo en cuenta la hora del apagón, con reflexiones, medio en serio, medio en broma, sobre «a ver qué hago sin microondas» y respuestas que aludían a tiempos remotos como «sal a cazar un mamut o algo». También fueron muy aplaudidas las referencias a quienes disponen de cocinas de gas y pueden afrontar en mejores condiciones estas crisis.

Las imágenes de algunos de estos memes valen más que mil palabras, pero hay quien tiene más capacidad de síntesis sin necesidad de ellas, como dejó escrito en la red social X el humorista JJ Vaquero: «Pues ya estarían las siete plagas: Filomena, Guerra, Pandemia, Volcán, Dana, Apagón y Reguetón».

Estas pistas nos pueden ayudar a detener la propagación de los bulos y datos falsos que precisamente juegan con la impulsibidad de quienes buscan compartirlo con amigos y familia para aumentar su viralidad y sus daños.

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