El Campus de Bizkaia de la Universidad del País Vasco en Leioa. FELIX MORQUECHO
Crisis energética

El inminente cierre de la UPV en agosto marca la senda de Euskadi para ahorrar energía

Los tres campus de la Universidad del País Vasco bajarán la persiana por primera vez durante dos semanas en agosto para ahorrar la factura eléctrica alrededor de medio millón de euros

mikel calvo

Viernes, 15 de julio 2022, 15:38

Bruselas urge a agarrar el toro por los cuernos. La amenaza del corte de gas ruso toma cada vez mayor forma y la Comisión Europea ... ha avisado este jueves que la próxima semana presentará una iniciativa para limitar el aire acondicionado a 25 grados y la calefacción a 19, además de ayudas a la industria. En casa, en Euskadi, las administraciones públicas ya llevan tiempo poniéndose manos a la obra y han tomado diversas medidas en esta misma línea, como ayudas directas o la adopación de planes estratégicos de eficiencia energética. Pero una de las decisiones más importantes e inminentes que llevarán las instituciones públicas será la de echar el cerrojo a la Universidad del País Vasco en agosto. Los tres campus de la UPV cerrarán sus puertas dos semanas del próximo mes por primera vez en sus 42 años de historia.

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Las instalaciones de los tres territorios no cerrarán de golpe. Se hará de forma solapada: Álava del 1 al 15 de agosto, Gipuzkoa del 8 al 21 y Bizkaia del 15 al 28. Con esta medida, la institución espera ahorrar «un mínimo de medio millón de euros».

Aunque la UPV ya lo anunció en abril, la Comisión Europea ha vuelto a poner de relieve la importancia «vital» del ahorro energético para mantener las reservas comunitarias llenas de cara al invierno. Fuentes del Gobierno Vasco señalan que todavía es «pronto» para avanzar qué medidas se podrán adoptar al hilo de la iniciativa de la Comisión Europea de este jueves para limitar el aire acondicionado, una idea que se presentará formalmente el próximo miércoles. Pero las administraciones ya llevan trabajando tiempo tanto a nivel autonómico como provincial en medidas de eficiencia energética. Además de la UPV, en los centros de Formación Profesional o residencias de mayores, entre otros edificios públicos, ya se han tomado medidas como la «instalación de paneles solares o sistemas de aislamiento térmico».

En concreto, la Diputación Foral de Gipuzkoa tiene como objetivo reducir un 60% el consumo de energía en todos sus edificios para 2050. Y es que si España es sumamente dependiente de la energía externa, Euskadi lo es aún más. El 90% de la energía que consumen los tres territorios es importada. Es decir, solo es capaz de autoabastecerse en un 10%, una tasa muy inferior al 32% de España y al 43% de media europea. Solo Luxemburgo, Chipre y Malta están en peor posición.

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En este contexto, Gipuzkoa se ha adelando ligeramente a la iniciativa de la Comisión Europea de apostar por una mayor eficiencia energética. Cerca de 600.000 euros ha invertido la diputación en el parque de bomberos de Bidasoa para sustituir las actuales calderas de gasóleo por un sistema de aerotermia y nuevos radiadores, instalación de sistema de ventilación con recuperador de calor, y nuevos equipos de climatización.

Al parque de Bidasoa se le suman los parques de Azpeitia, Tolosa y Zarautz, la residencia para mayores Sagrado Corazón de Errenteria y la residencia San Andrés de Eibar, el Albergue Segura y el Archivo de Oñati, entre otros edificios públicos que también han tenido sustanciales mejoras. La Comisión de Sostenibilidad Energética del territorio, la primera de Euskadi y presidida por José Ignacio Asensio, ha sido la encargada de llevar a cabo estas mejoras. «Estamos empleándonos a fondo, tanto en compra eléctrica, como en generación de renovables. Somos conscientes de la importancia de buscar alternativas», ha apuntado el socialista.

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Por su parte, el lehendakari, Iñigo Urkullu, se unió este jueves a los mensajes planteados en los últimos días por distintos líderes europeos para advertir -esta vez con mayor seriedad, si cabe- de los riesgos crecientes a los que se enfrenta Europa en materia energética a consecuencia del conflicto de Ucrania. De hecho, el jefe del Ejecutivo vasco no descartó escenarios en los que se produzcan cortes de suministro y aumentos aún más intensos de los precios.

Así las cosas, por primera vez en su historia, los tres cámpus de la Universidad del País Vasco cerrarán 15 días en agosto para ahorrar la factura eléctrica. Pero ya no se trata, como tenía pensado la Universidad en un principio, de abaratar la factura, que también, si no de «disminuir» la dependencia de los Veintisiete al gas ruso, de cara a un posible corte de abastecimiento por orden de Moscú que cada vez va tomando más forma.

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Excepciones en la UPV

En cada campus el cierre comprenderá la totalidad de las instalaciones y edificios, así como los servicios que se prestan en ellos. Todas las dependencias de los edificios permanecerán inaccesibles e inactivas hasta la fecha de reapertura. Por ejemplo, las bibliotecas, que en verano o en otros periodos vacacionales suelen ser frecuentadas por los alumnos. También quedan suspendidas todas las actividades programadas. La Sede Electrónica, sin embargo, permanecerá operativa.

Pero habrá tres excepciones. Algunos servicios considerados «esenciales» continuarán en funcionamiento. Se trata de la oficina del Registro, algunos laboratorios y servicios generales de investigación, el Colegio Mayor Miguel de Unamuno y también se seguirán prestando algunos servicios de carácter estructural como la tramitación de nóminas y Seguridad Social, TICs, Oficina de Relaciones Internacionales y Help Centers, y Asistencia jurídica y letrada.

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