Abdelillah El Jaziri y Hassan Outauf trabajan en la empresa Kamox Precision Maching de Hernani. arizmendi
Trabajo

«Tener papeles y un trabajo fijo nos ha cambiado totalmente la vida»

Hassan Outauf y Abdelillah El Jaziri han logrado un contrato indefinido en Kamox Precision Maching de Hernani tras participar en el proyecto piloto de Oarsoaldea

P. ARANGUREN

Hernani.

Domingo, 12 de febrero 2023, 07:01

La historia de Hassan Outauf y de Abdelillah El Jaziri era la misma de miles de inmigrantes que recalan en Gipuzkoa después de haber realizado ... un periplo por otras geografías: buscaban trabajo pero al no tener papeles estaban condenados a aceptar ofertas en las que muchas veces se aprovechaban de ellos, según cuentan.

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Hasta que coincidieron en el proyecto piloto de Oarsoaldea para inmigrantes. Allí sus vidas se cruzaron y ahora ambos cuentan con un empleo fijo en la empresa Kamox Precision Maching de Hernani. Y no solo eso, también comparten piso, gracias todo ello a su formación, pero sobre todo a la actitud de estos dos jóvenes inmigrantes que han sabido aprovechar la oportunidad ofrecida, y a la buena disposición del gerente de la empresa familiar, Aitor Amigo del Olmo, cuya implicación ha ido más allá de lo estrictamente profesional.

Pero esta historia hay que contarla paso a paso. Hassan y Abdelillah abandonan un rato su trabajo en la empresa para explicar su periplo, en este caso con final feliz. Hassan está a punto de cumplir 29 años, lo hará este próximo martes. Se marchó de Marruecos a Ucrania para estudiar. «El primer año el idioma y luego un curso», pero en 2019 recaló en Hernani.

«Gracias al programa hemos podido acelerar la regularización de los papeles y tener un trabajo digno que nos gusta»

Hassan Outauf y Abdelillah El Jaziri

«Conozco una asociación, 'Amher', que trabaja con extranjeros y ellos me ayudaron a encontrar techo. Al principio estaba en una casa de okupas. Hice un cursillo de grado medio en Hernani pero como tenía problemas económicos solo pude estar un año», relata.

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Hassan añade que estaba buscando un cursillo más corto de la misma profesión, mecanizado, cuando le ofrecieron la posibilidad de realizar el de Oarsoaldea. «Hice el cursillo y después las prácticas aquí en Kamox desde mayo del año pasado».

Hassan le abrió el camino a Abdelillah, que llegó quince días más tarde. «Hassan es un pedazo de trabajador», tercia Aitor Amigo del Olmo, «y le preguntamos si conocía a otro del programa que fuera como él. Nos habló de Abdelillah y a los quince días vino también de prácticas».

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Aitor explica que «cuando vimos el tipo de persona y de trabajador que era Hassan –en un principio se dedicó a sacar virutas– le quería contratar, pero me dijeron que no podía porque todavía no tenía los papeles, así que decidimos ampliarle las prácticas para darle tiempo a que se regularizara su situación, lo que ocurrió en octubre, y ya le hice un contrato indefinido a jornada completa». Aitor señala con pleno convencimiento. «Ellos necesitan este trabajo y yo les necesito a ellos. Y no solo eso, porque se han integrado muy bien en la empresa y también en la vida social de Hernani».

«Ellos necesitan este trabajo y yo les necesito a ellos. Han echado raíces en la empresa y también en Hernani»

Aitor Amigo del Olmo | Gerente y socio de Kamox

Hassan es operario y entre sus tareas está la interpretación de planos y la programación. Y está a punto de ocuparse también de la preparación de máquinas. Y es que por ahora no se le resiste nada.

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Al igual que Abdelillah está muy agradecido al proyecto piloto de Oarsoaldea porque les ha permitido acelerar la regularización de los papeles y poder acceder a un empleo estable. «De lo contrario los plazos se alargan, ya que se requieren tres años de empadronamiento y tener un precontrato para a partir de ahí solicitar la documentación, pero nadie te ofrece un precontrato si no es a través de un programa de estos», relatan. Y algunos se aprovechan de esa circunstancia, señalan. En el caso de Hassan en los dos años anteriores se dedicó a reformar casas, «pero me debían dinero. Se aprovechaban de la situación y no puedes reclamar nada porque no tienes papeles».

Abdelillah lo corrobora. Tiene 34 años y llegó a España hace un lustro. «Llegué a Donostia el 1 de abril de 2019. Antes estuve en Valencia. Hice diferentes trabajos: en el mercado, de fontanero, electricista...». Empezó a estudiar español pero tuvo que interrumpirlo por el coronavirus. «Y a empezar de nuevo de cero», comenta.

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Para Abdelillah, el curso de Oarsoaldea supuso también una gran oportunidad. «Nos ha cambiado la vida. Hay una vida antes de los papeles y otra después», remarca. Y habla del círculo vicioso del que muchos no pueden salir. «Para trabajar necesitas papeles y para que te den los papeles necesitas trabajar». Abdelillah se ocupa de las mismas tareas que Hassan «pero sin preparación de máquinas», dice derrochando complicidad.

Aitor señala que «lo han dado todo desde el principio. Tienen muchas ganas de aprender y actitud». Una actitud que él ha correspondido incluso comprando un piso cerca de la empresa y ofreciéndoles un alquiler, con la opción de que puedan comprarlo en el futuro «sin pagar intereses, porque si van al banco te cobran mucho».

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