Chequeo al primer sueldo de los jóvenes en Gipuzkoa
«Los analistas de datos recibimos seis ofertas al año; yo gano 40.000 euros»En el inicio de la carrera laboral, los matemáticos son ya los perfiles más cotizados, mientras en el sector público los sanitarios empiezan con sueldos más elevados
Gipuzkoa afronta la falta de mano de obra en los perfiles técnicos y el reto de evitar la fuga de talento con el foco puesto en las condiciones laborales, sobre todo de los más jóvenes que deben dar el relevo. Uno de los factores clave siempre es el salario y, de hecho, el debate sobre si los sueldos de los jóvenes son suficientemente atractivos está sobre la mesa en Euskadi. En este contexto, DV ha realizado un chequeo sobre el primer salario que se cobra en Gipuzkoa en las denominadas profesiones STEM, el acrónimo inglés que se refiere a las áreas de conocimiento en la que trabajan científicos, ingenieros, informáticos y matemáticos, y también en otros de los sectores más representativos, como medicina, enfermería, abogacía o profesorado.
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Los salarios en algunas de las profesiones más demandadas por las empresas oscila entre los algo más de 20.000 euros brutos que gana el personal de limpieza del ámbito educativo público y los arquitectos, los más de 22.000 de media de abogados, los 26.000 euros de un matemático y hasta los más de 40.000 de un médico con plaza en Osakidetza. En este estudio llama la atención también los 35.000 euros con los que parte una enfermera del servicio vasco de salud, aunque en estos casos muchas veces sube la nómina por pluses por variables como festivos, guardias o nocturnidad.
En cambio, en la abogacía o la arquitectura, donde muchos empiezan como autónomos, los emolumentos iniciales en los despachos son más modestos –no así el que consigue plaza en un ayuntamiento– aunque tienen más recorrido. Es decir, los sueldos del ámbito público son más atractivos de entrada, tal y como confirman las fuentes consultadas –ver gráfico adjunto–, aunque su margen de crecimiento es por lo general inferior a los del sector privado, sobre todo en los puestos tecnológicos, donde el nivel de especialización y responsabilidad en un proyecto pueden provocar que la primera nómina se triplique o cuadruplique con el tiempo.
Existe un informe publicado recientemente por la compañía CYD, con datos de los graduados universitarios de las últimas cuatro promociones universitarias (2019-2023), que recoge el sueldo medio en España en diferentes profesiones.
Es la principal tesis de lo que sucede en nuestro mercado laboral con la primera retribución que perciben los jóvenes en un contexto en el que, pese a que Gipuzkoa tiene la tasa de paro más baja del Estado con un un 6,51% –la de los menores de 29 años es de un 12,3% tras reducirse un 50% en tres años–, se da la paradoja de que hay falta de mano de obra en varios perfiles técnicos. Pese a que no hay un estudio que cifre cuál es el sueldo medio que reciben los jóvenes en Gipuzkoa en sectores concretos, el Observatorio Vasco de la Juventud publicó un informe a finales de 2022 con datos de 2021 en el que cuantificó en 1.253 euros netos –sin prorrateo de pagas extra– el primer salario de un joven en Euskadi.
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Enara Martín, analista de datos en Ikerlan
«Los analistas de datos recibimos seis ofertas al año; es habitual»
Enara Martín (Getxo, 26 años) es ingeniera industrial, realizó un máster en Inteligencia Artificial (IA) en Inglaterra y trabaja como analista de datos y en IA en la empresa Ikerlan, en Arrasate, desde hace un año. Tiene un perfil muy cotizado en el mercado laboral vasco –el que más cuesta encontrar junto a los programadores informáticos– y por eso es «común» recibir «seis» ofertas de trabajo a lo largo de un año en su sector.
«Estuve dos años fuera, trabajando en Países Bajos, y creía que ya llegaba el momento de volver a mi casa para estar cerca de familia, amigos...», cuenta. Martín dedica el 50% de su jornada laboral a la investigación de tecnologías innovadoras y la otra mitad, al desarrollo del I+D en las empresas de la industria.
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Pese a que por formación no es estrictamente una matemática, sus funciones cotidianas en Ikerlan como analista de datos e inteligencia artificial se asemejan a ello. Y reconoce que encontrar perfiles como el suyo en Gipuzkoa es «complicado». ¿A qué obedece esa carencia? «Hablamos de una tecnología novedosa y las empresas cada vez necesitan más perfiles como estos», explica, sin que desde el ámbito formativo se dé abasto a ese aumento de la demanda.
Por eso las retribuciones en este sector tan específico son altas, incluso si hablamos de un primer desembarco en el mercado laboral. Enara aterrizó hace un año en Ikerlan con un sueldo muy próximo a los «40.000 euros» con un rango que alcanzará los 60.000 euros con el tiempo. Es decir, se halla 14.000 euros por encima de la media que establecen desde el clúster Gaia.
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Martín también valora mucho el horario «flexible», la voz con la que cuentan los empleados al ser una cooperativa, el sistema de trabajo híbrido... En definitiva, se siente «feliz» trabajando en Ikerlan, donde percibe probabilidades de mejorar. Además, pese a que muchas voces claman por una mayor feminización del sector, ella no lo ha sentido así: «Tanto en Países Bajos como aquí he estado siempre muy bien acompañada entre mujeres».
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Finalmente, se muestra encantada con la utilidad de su trabajo: «Los datos son la materia prima y nuestra labor es extraer toda la información para optimizar procesos. Por ejemplo, para generar modelos que detecten el cáncer de forma más precisa».
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Santi Carneiro, ingeniero en Ingeteam Beasain
«Mi sueldo está muy bien y además tengo horario flexible y me permiten teletrabajar»
Santi Carneiro (San Sebastián, 1997), es joven pero sobradamente preparado. Se formó en Mondragon Unibertsitatea, es ingeniero en Energía, y realizó un máster en Energía y Electrónica de Potencia. Pese a su juventud, cuenta con un perfil muy interesante y escaso en el mercado laboral guipuzcoano. Ya desde que estudiaba pudo trabajar en empresas como Bexen Cardio, Siemens Gamesa o Ingeteam, gracias al convenio de la universidad con el ámbito empresarial. Y este año Ingeteam Beasain le echó un ojo para formar parte de la sección de 'water pumps' –bombas de agua–: «Llegué en julio y estoy en una fase de seis meses de prueba. Si todo va bien, el año que viene tendré un contrato estable».
¿Y qué hay del sueldo? «Son 41.500 euros brutos con posibilidad de subir a 45.000 euros en poco tiempo», revela desde el otro lado del teléfono. Una remuneración que no está nada mal; 16.000 euros por encima del sueldo medio en Gipuzkoa en 2022 en su sector. Pero Carneiro prefiere hablar del salario emocional, que incluye otros aspectos muy valorados: «Es un horario flexible, podemos teletrabajar dos días a la semana y el ambiente es muy bueno. Hay una mezcla interesante de veteranía y juventud, estoy encantado con el jefe y creo que me puedo plantear quedarme aquí por mucho tiempo».
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Un joven comprometido con su empresa es un tesoro. De hecho, Carneiro afrontaría con motivación un futuro reto de liderar un proyecto específico en Ingeteam. No le asusta el desafío. Y eso es una declaración de calado en un momento, que se agudizará en el futuro inmediato, en el que las empresas del territorio muestran su inquietud por la falta de talento para determinados puestos específicos, sobre todo aquellos de carácter técnico.
Volviendo al tema de la retribución, ¿qué hay de lo que ganan sus compañeros de promoción? Carneiro asegura que «hay de todo». ¿Y se ha visto tentado por marcharse al extranjero? Reconoce que sí: «Recibí una en concreto de Alemania en la que el sueldo casi era el doble». Pero la declinó. Está feliz en Ingeteam.
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Andoni Garrido, Ingeniero informático en LKS Next
«El salario es importante, pero valoro más poder seguir formándome en la empresa»
Andoni Garrido (Deba, 2000) es otro de esos jóvenes guipuzcoanos con un futuro prometedor en su carrera profesional debido a que atesora, pese a su juventud, un perfil que interesa mucho en el ámbito empresarial. Es ingeniero informático tras cursar un grado en la Universidad de Mondragón. Pero no sólo eso. Mientras está inmerso en su primera experiencia profesional, se va seguir formando en otra área que cada año crece más: la Inteligencia Artificial. El gran reto del futuro.
«El salario es importante, por supuesto, pero yo valoro mucho la posibilidad de poder seguir formándome en la empresa mientras estoy trabajando», resume desde el otro lado del teléfono. Su primera retribución se sitúa en 25.200 euros por un contrato de 1 año de prueba que, si todo va bien, se convertirá en indefinido en octubre.
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¿Y a partir de ahí cómo evolucionaría su sueldo? «Aumentaría a los 27.825 euros en el segundo año y a los 31.500 euros para el tercero», detalla. Pero como subrayan últimamente diferentes voces, no todo se resume al dinero recibido a final de mes. El salario emocional está cobrando mucha fuerza en los últimos tiempos. ¿Y cómo se traduce eso?
«La posibilidad de teletrabajar hasta tres días por semana es muy valorada», agrega, teniendo en cuenta que vive en Deba pero su centro de trabajo se halla en una de las sedes que LKS tiene en Zamudio, a 62 kilómetros de casa.
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Su función en el diseño y desarrollo de las aplicaciones en la nube le permite trabajar desde casa, aunque confiesa que «cuando hay reuniones es mucho mejor estar allí presente».
¿Y se plantea marcharse al extranjero? ¿Si así fuera, sería por el salario? «No me lo planteo», confiesa, ya que en Gipuzkoa tiene la oportunidad de «seguir formándome, conocer la dinámica empresarial...».
En lo que se muestra optimista es en la posibilidad de desarrollo profesional en un ámbito en el que las empresas vienen exigiendo una demanda que, en este momento, no se cubre en el mercado laboral guipuzcoano.
Nahia Lertxundi, enfermera en el Hospital Donostia
«Gano 2.200 euros, sin contar noches, en mi primera experiencia profesional»
Nahia Lertxundi (San Sebastián, 2001) es enfermera en el Hospital Donostia, donde empezó a trabajar en junio con un contrato temporal hasta octubre tras cursar un Grado en Enfermería. Percibe una retribución de «2.200 euros, que puede llegar hasta los 2.500-2.700 euros si se añaden pluses como trabajar de noche o hacerlo en festivos». Un salario de entrada que considera «muy bueno», teniendo en cuenta que acaba de salir de la universidad y no tiene plaza en Osakidetza, donde le correspondería un sueldo base de 35.000 euros.
Según un informe del sindicato Satse, que recoge la jornada y retribuciones de 2021, la cantidad que se abona por un festivo de noches es de 93,28 euros, el festivo de día son 65,30 euros, las noches, 44,14 euros, la turnicidad, 85,97 euros al mes...
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Lertxundi es consciente de que su salario es elevado en comparación con el desembarco laboral de otras profesiones del sector privado. Así que ahora aprovecha este estreno para «ir ahorrando» dinero antes de emprender la independencia del hogar familiar.
Con todo, en países como Irlanda o Noruega, donde la necesidad de encontrar personal sanitario es acuciante, el salario puede «doblar» al de arranque en Euskadi. «De hecho, en la UPV nos formaban para tener luego una experiencia en el país escandinavo de seis meses», agrega.
Lertxundi trabaja en el departamento de Hematología, con casos de leucemia, cáncer de la sangre... Reconoce que el día a día es duro mentalmente, porque «trabajamos con pacientes críticos con los que en muchas ocasiones debemos ejercer de psicólogos. El desahogo y la carga emocional es exigente. Y luego cuando acabamos y salimos, no tenemos a nadie para contar estas cosas».
También cree que cuando salen de la formación universitaria tienen conocimientos generales, pero echa en falta que se les «especialice», por lo que se ven obligados a aprender por su cuenta.
Sus turnos son de «siete horas», más o menos, «un poco más porque llegamos un cuarto de hora antes para recibir el parte», y los horarios son un tanto desordenados, porque pueden alternar «siete tardes con un par de libranzas, y luego cuatro noches».
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Para los sueldos de perfiles STEM (matemática, ingeniería, ciencia, informática) la fuente es Gaia, el clúster del sector. Establece una media de entre 20.000 y 26.000 euros para los cuatro perfiles. En el caso de los profesionales del mundo de la arquitectura se ha contactado con el Colegio Oficial de Arquitectos vasconavarro y Lanbide, que ha realizado una media de las cuatro últimas graduaciones del Grado de la UPV/EHU. Los sueldos medios de los profesionales de Medicina y Enfermería se ha recogido de las tablas salariales de Osakidetza, recogidas en el Boletín Oficial de Gipuzkoa. Por último, para los sueldos relacionados con la Educación se han utilizado los datos aportados de la Universidad Pública Vasca y el sindicato ELA. En el caso de los sueldos en España la fuente utilizada ha sido el Informe de la Fundación CYD titulado 'Empleabilidad de los jóvenes en España', con datos de los empleados a cuatro años de graduarse.
Créditos
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Texto Mikel Madinabeitia
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Narrativa visual y gráficos Izania Ollo
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Desarrollo Gorka Sánchez
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