Impotencia ante la subida de la luz

En la céntrica óptica de Tolosa 'Argizti' no creen que debatir sobre el tema de la subida del coste de la luz «tenga mucho recorrido». «Es que no tenemos mucho más que hacer, te fastidias y pagas, es así de real; no está en nuestra mano y ni siquiera en la de los Gobiernos», asegura convencido Pablo Zamarripa, uno de los propietarios de este emblemático comercio de la villa.

Zamarripa lanza una reflexión crítica en torno a la cuestión. «Yo creo que en en este tema hay muchos intereses económicos en juego. Da igual que los políticos sean de derechas o de izquierdas. Gobierne quien gobierne, siempre habrá subidas de precios. Y aunque alguna vez logre alguien una congelación o una mínima reducción en algo, te subirán después por otro lado», asegura.

En Optica Argizti, por tanto, no tienen pensado establecer ninguna medida de control ahorrativo para intentar reducir la factura de la luz. «El pequeño comercio no tiene mucho margen. Estamos atados de pies y manos. Yo personalmente ni me he molestado en mirar cómo serán las nuevas tarifas. Igual en las fábricas puedes modificar horarios, pero para nosotros es imposible. Yo tengo que estar abierto de 9.30 a 13.00 y de 16.30 a 20.00, de lunes a sábado. Tengo un taller de montaje que hacemos por las mañanas y de repente no puedo decir que lo vamos a pasar a la tarde porque supuestamente podríamos ahorrar algo, aunque en este caso es más importante el agua que la electricidad. Mi margen de maniobra es cero en este sentido. No puedo encender menos tiempo la luz», lamenta.

A lberto Losada es un trabajador de una empresa eibarresa que ha visto modificado sus hábitos de consumo de las energías, pero -como dice- sin romperse la cabeza. En principio, el cambio más importante es que ahora pone menos veces la lavadora y el buzo de trabajo ahora se limpia con el resto de la ropa sucia. «Antes hacía tres lavados y ahora voy a hacer menos. No queda más remedio, pero no me voy a dejar llevar por esto porque a este paso te cambia la vida en todo», apunta. «Tengo luz normal, ni mucho, ni poco, pero con la calefacción no voy a tener más remedio», añade.

Otro capítulo que recibe especial atención es el de las franjas horarias en la factura de luz, «No nos han explicado porqué a una determinada hora es más cara que en otra. Curiosamente, las más elevadas coinciden con la mayor utilización de los electrodomésticos en los domicilios», lamenta.

«También existen muchos problemas según el tipo de electrodoméstico que se dispone en el domicilio, en relación a la potencia que necesitan para funcionar y, por otro lado, dependiendo de los hábitos, la cantidad de éstos que conectas a la vez», afirma. «Y, es que somos muchos los que no miramos las especificaciones técnicas de los mismos, ni la mínima potencia.Yo tengo contratada una tarifa máxima con lo que estoy muy atento de los consumos que puedan venir. Si me paso me va a subir muchísimo», explica.

Losada teme la llegad del invierno. «Van a existir muchos problemas cuando baje la temperatura. Se va a requerir poner la calefacción en los días de heladas y la factura va a ser hasta límites que van a ser desesperantes. Todo esto va a ser criminal para la gente mayor», dice.

Este trabajador también tiene en mente la subida ded la factura. «La OCU lleva denunciando las constantes subidas. Esto me parece también muy indignante», asegura.

Por ello, se queja de la falta de transparencia en el ámbito de las energías. «Las eléctricas como otras empresas, el gas, butano.... se privatizaron por poco dinero y después, en manos privadas, al poco tiempo eran productivas. Por ello, me parece más bien que nos están estafando a la cara», afirma. Así, plantea que se establezca una política de apoyo a las energías renovables. «Aquí se prohíbe hasta coger la energía del sol gratis. Se les ha puesto las leyes a su favor para hacer lo que quieran porque a este paso va a ser un lujo hacer lo que uno quiera», dice.

Pero lo que más le molesta a Losada es comprobar que pagamos una de las facturas eléctricas más caras de Europa, una vez que se ha comprobado que en los consejos de administración de muchas empresas se sientan exgobernantes de la mayor parte de los partidos políticos de este país. «Es insultante la situación de puerta giratorias que viene ocurriendo con la salida de los políticos a los Consejos de Administración de las eléctricas. PSOE y PP son los culpables de todo esto», concluye.

Raúl Granero abrió el 10 de septiembre de 2020 su bar de ambientación golfística 'Hoyo 19' en la calle Luis Mariano de Irun. «Nos ha tocado enfrentarnos a todo. En los meses de confinamiento y desescalada estábamos con el diseño y la obra del bar; desde que abrimos, hemos tenido que sobrevivir a dos cierres de hostelería, además de a todas las restricciones y la incertidumbre», explica.

En ese contexto, la subida del precio de la electricidad no es sino «otro golpe más». «Pero lo resistiremos también», asegura con optimismo. «Lo primero que tengo que decir sobre esto es que cuando abrimos hicimos el contrato con la compañía con la que trabaja todo el mundo. Poco tiempo después, mi hermano, que tiene también su propio negocio, me comentó que él trabaja con un asesor energético y me puso en contacto. Buscó la compañía con el tipo de tarifa que más se ajustaba a mis necesidades y que me permitiera también ahorrarme toda una serie de gastos que son innecesarios», apunta.

Granero revela que «en la factura de la luz estándar estamos todos pagando cosas que no sabemos lo que son y que la mayoría ni siquiera necesitamos, como seguros sobre cosas que tenemos aseguradas por otro lado, por ejemplo».

Con todo, y aunque en su momento el cambio de compañía sí le reportó ahorro, también en su factura se han notado los sucesivos incrementos del precio del kilovatio/hora. «Estamos haciendo las cosas bien y estamos consolidando clientela, así que por muchas dificultades que haya creo que seguiremos aquí», dice.

Ha puesto en manos de su asesor energético la posible reducción de los consumos, «aunque en un bar hay poco margen».

«Lo primero que te diría cualquiera es que no pongas aire acondicionado, pero es que por el tema del Covid ya lo tenemos apagado siempre. Las cámaras funcionan 24 horas, no las puedes apagar. Ni cuando tuvimos que cerrar las apagamos porque puedes perder producto y, además, en el momento de ponerse en marcha y bajar la temperatura es cuando más consumen. Y lo mismo pasa con otras cosas», asegura.

El impacto de la subida de la tarifa eléctrica afecta directamente al sector productivo, porque las empresas ven cómo se incrementan los costes y se reduce su competitividad. Este es el caso de Sarralle que, si bien no es una industria electrointensiva, sí sufrirá el incremento del recibo en su balance.

Leire Elguren, directora de Marketing de la compañía de Azpeitia, explica que la firma de ingeniería industrial se dedica a realizar proyectos llave en mano en todo el mundo para los sectores de medioambiente, energía y siderurgia. Entre sus últimos grandes contratos se encuentra el firmado el mes pasado con North American Stainless (NAS), del Grupo Acerinox, para una planta de Kentucky.

«Nuestra actividad -señala Elguren- incluye desde la fase de diseño e ingeniería hasta la fabricación, montaje y puesta en marcha de los equipos suministrados en las instalaciones del cliente. El consumo de energía es mayor en la actividad de fabricación que en oficinas pero, a nivel general, en ambas actividades ha influido la subida de la electricidad en un 9%».

La tarifa que se cobra en España, en torno a 0,23 euros/kwh, es superior a la de los países con los que compiten nuestras empresas, como Francia (0,19 euros), Portugal (0,21) o Italia (0,21). En consecuencia, como subraya, Elguren, «nos resta competitividad, porque se incrementan los costes de fabricación y los gastos generales. Además, si tenemos en cuenta que ya venimos de una subida de la materia prima, el alza de la tarifa eléctrica repercute todavía más en unos costes que ya de por sí son altos».

La directora de Marketing de Sarralle señala que para reducir el impacto de la tarifa «estamos intentando negociar con el suministrador de electricidad, pero no está siendo nada fácil». En consecuencia, si nadie lo remedia, Elguren estima que el incremento del recibo tendrá una repercusión en el balance de la compañía del 2%.