El lehendakari traslada a Calviño su «disgusto» por la falta de coordinación en la gestión de los fondos europeos

En todo caso, el lehendakari considera que aún se está a tiempo de reconducir una situación ante la que no oculta su malestar institucional por la falta de protagonismo decisorio de las instituciones vascas. «Esto no es cogobernanza», concluye en un mensaje que vuelve a reflejar un tono crítico ante la estrategia del Gobierno de Pedro Sánchez en relación con las Comunidades Autónomas y el reparto definitivo de los fondos Next Generation de la Unión Europea.

La misiva hace mención al escenario económico creado por la inflación tras la invasión rusa de Ucrania este año y que, considera, debe ser abordado «con valentía y visión de futuro». También muestra su preocupación por desconocer cuáles son los criterios de participación de las Comunidades Autónomas en la gestión de los fondos europeos que, según el lehendakari, plantea la propia Unión Europea.

Urkullu recuerda a Calviño que el pasado 14 de septiembre el consejero de Economía, Pedro Azpiazu, envió sus aportaciones a la adenda y un mes más tarde los proyectos al programa RETECH -redes territoriales de especialización tecnológica- de cuyos resultados muestra su satisfacción.

Sin embargo, el lehendakari expresa su «disgusto» tras haber tenido conocimiento del contenido de la carta de respuesta. «Nuestra esperanza de que la adenda se convirtiera verdaderamente en una oportunidad para la cogobernanza real se ha visto quebrada». En su opinión, la citada adenda suponía «la verdadera ventana de oportunidad para incluir una nueva de gestión de los fondos MRR -Mecanismo de Recuperación y Resiliencia-, que conlleve una forma más ágil de implantación de los mismos en el tejido productivo del Estado».

Urkullu recuerda que «en Euskadi llevamos trabajando intensamente con rigor y responsabilidad nuestro posicionamiento». También pone de relieve que el programa Euskadi Next está construido entre las principales instituciones vascas «con proyectos realmente transformadores, aquellos que responden a nuestra visión a largo plazo» y está enmarcado «en nuestra estrategia de especialización inteligente».

«Nuestra propuesta para la adenda pivotó en nuestro programa y también en poner nuestro entramado financiero, liderado por nuestro Instituto Vasco de Finanzas, a disposición de esta herramienta para la llegada de nuevos fondos al tejido productivo vasco», continúa. «Es importante reducir los avales que se les exigen y también la tramitación administrativa que están obligados a realizar», comenta.

Urkullu confiesa que está «lleno de interrogantes». Respecto al fondo de sostenibilidad de las autonomías, dotado con 20.000 millones de euros, se pregunta quién se encargará de seleccionar las inversiones. «¿Tendremos la capacidad de decisión o se seguirá el criterio de las Conferencias Sectoriales según el cual los Ministerios deciden y las Comunidades acatan?», se pregunta.

Respecto al Fondo de Reforma de Inclusión Social, dotado con 9.000 millones, se pregunta cómo se implantará en Euskadi siendo una competencia ya transferida. También se pregunta «cómo vehicularizaremos la gestión de las bonificaciones en el Impuesto de Sociedades, con 2.000 millones destinados a este fin, cuando es un impuesto gestionado por las Haciendas vascas». «¿Qué papel vamos a jugar las Comunidades Autónomas en la toma de decisiones? ¿Vamos a tener alguna incidencia a la hora de invertir en empresas estratégicas?», prosigue. Por todo ello, en su opinión, «este sistema no es ni en la forma ni en el fondo la cogobernanza».

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