El Gobierno Vasco anuncia la construcción en Illunbe del primer edificio de la ampliación del Parque de Miramon

El consejero jeltzale ha presentado en la Comisión de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad las líneas maestras de su Departamento para esta nueva legislatura y, entre ellas, figura la de promover iniciativas destinadas «a dotar de facilidades al ecosistema empresarial e industrial, como recuperar 1,2 millones de m2 de parcelas industriales en desuso», así como acometer «2,5 millones de m2 nuevos para ampliar los Parques Tecnológicos existentes y el desarrollo de los nuevos (Miñano, Zamudio, Zorrotzaurre, Abanto, Ortuella, Donostia, Hernani u Hondarribia)».

El ramo que dirige Mikel Jauregi prevé, de esta manera, destinar un total de 123 millones de euros hasta 2026 en la proyección del nuevo suelo técnológico, de los cuales 48 millones se invertirán «durante el próximo año». En lo que respecta a Álava, el Ejecutivo autonómico iniciará los trabajos de ampliación del Campus de Gasteiz (Miñano) y construirá una nueva carretera de acceso al Parque. «Pondremos a disposición 2M m2 nuevos (para Basquevolt y nuevas inversiones en las que estamos trabajando)», ha detallado Jauregi.

En Bizkaia se proyectarán 200.000 m2 más en Zamudio, y se acometerán los trabajos para el desarrollo del Campus de Bilbao en Zorrotzaurre. Además, se desarrollará, según explicó el consejero jeltzale, «el Campus de Abanto enfocado en el hidrógeno verde y se expandirán 250.000 m2 hacia el Campus de Ortuella».

Tal y como publicó este periódico, el Gobierno Vasco tiene en su agenda la ampliación de un 30,1% más de suelo edificable (124.747 metros cuadrados) en los próximos años en el conjunto del Parque Tecnológico y Científico de Gipuzkoa. Esta expansión no solo daría respuesta al «altísimo» grado de peticiones de empresas que desean instalarse en el complejo empresarial del barrio donostiarra, tal y como aseguró la gerente del Parque, Amaia Bernarás, sino que también busca aliviar la falta de nuevo suelo industrial que demanda Gipuzkoa.

El Parque Tecnológico dispone a día de hoy de dos campus. El primero, el de Miramon, tiene una superficie edificable cercana a los 314.000 metros cuadrados, mientras que el cercano de Galarreta, en Hernani, alcanza los 108.000. En total, el Polo guipuzcoano arroja una superficie sobre la que poder construir edificios de 422.000 metros cuadrados, donde actualmente 192 empresas ya desarrollan su actividad empresarial.

La tercera pieza de Parke es el campus Hondarribia, todavía en una fase muy inicial pero donde podrían recalar empresas relacionadas con las biociencias o la aviación eléctrica. Su construcción está contemplada en el Plan Estratégico 2024 y las estimaciones apuntan a que podría albergar unas 65 empresas y crear 2.000 puestos de trabajo sobre una superficie de 236.000 metros cuadrados con una edificabilidad de 84.747, tal y como se planteo desde las instituciones municipales y forales.

Durante la Comisión de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad de este miércoles, Mikel Jauregi volvió a incidir en lo mencionado ayer por el consejero de Hacienda y Finanzas, Noel d'Anjou, en lo referente a la promoción de un «fondo soberano vasco» para «sumar los recursos públicos con la iniciativa privada». Sobe ello, el dirigente del área de Industria añadió que «no queremos sólo arraigar las empresas tractoras vascas, también queremos crear y expandir proyectos industriales nuevos».

El consejero zarauztarra también se refirió al «escenario de incertidumbre global», lo que, entre otras variables, ha provocado que Europa «se esté quedando rezagada respecto a Estados Unidos y esté perdiendo terreno con China». Ha citado el informe de Mario Draghi, y ha anunciado el Plan de Desarrollo Industrial 2028 para dar «un salto cualitativo y ser punta de lanza de la transformación digital y energética».

Los ejes del citado Plan tienen que ver con un «especial interés» en las pymes, además de «reforzar» los trabajos de captación de proyectos industriales internacionales para presentar Euskadi como un ecosistema «atractivo», y el aumento de suelo de los parques tecnológicos. Además, el Departamento de Jauregi dará luz verde a una línea de ayudas de un total de 260 millones de euros para la descarbonización industrial y electricidad renovable. En este sentido, el jeltzale agregó que quieren «alcanzar la neutralidad climática a más tardar en 2050».

Respecto al retraso del PTS de Energías Renovables, ha explicado que se han comprometido a que las más de 4.000 alegaciones estén respondidas a finales de octubre. «Debemos realizar un debate sereno y racional sobre la instalación de los nuevos proyectos de energías renovables», ha defendido antes de comprometerse a «velar por una gestión administrativa rigurosa y responsable».

En esta línea, el consejero ha reconocido que en lo que respecta al peso que la energía renovable tiene en Euskadi, «hay trabajo por hacer». Solo un 8,7% de la energía consumida en Euskadi se genera en el País Vasco y no llega al 7,3% el peso de las renovables en el total de la producción eléctrica vasca.

Así, Jauregi ha dejado claras sus intenciones en cuestiones energéticas para esta legislatura anunciando una inversión de 160 millones en instalaciones renovables -equivalentes a 340 MW, que serían 68 molinos eólicos-. Y es que, ha explicado, «la única vía de cumplir con la Ley vasca de Cambio Climático sería importar masivamente energía renovable foránea». «Estamos a la cola de Europa en renovables», ha sentenciado.

Jauregi ha querido trasladar, en la comparecencia en el Parlamento vasco para explicar las líneas generales de su gestión, la urgencia de la transición energética después de que en Euskadi no se haya instalado un parque eólico en 18 años. Una tarea que quiere afrontar con tres herramientas: «un debate sereno y racional, soluciones equilibradas y una implantación ordenada».

De ahí que haya pedido «socializar el debate con todos los agentes, también los agentes políticos», frase pronunciada dirigiendo la mirada a los escaños de Bildu. Su portavoz, Mikel Otero, ha ofrecido un «mano tendida» para acordar, pero ha recordado que «serán exigentes con las cuestiones medioambientales» y que la estrategia de implantación hasta ahora ha sido mala y desordenada.