La recaudación de Gipuzkoa da un salto de gigante por el impulso del empleo y el consumo

Gipuzkoa recupera así todo lo perdido en 2020, año del inicio de la pandemia, que lastró la actividad económica y provocó una bajada de la recaudación. La cifra la adelantó este miércoles a primera hora de la mañana el diputado general, Markel Olano, en un desayuno informativo del 'Forum Europa. Tribuna Euskadi', en Bilbao.

La mejora recaudatoria también se ha producido en los territorios vecinos, con Gipuzkoa a la cabeza, lo que ha permitido a las Haciendas vascas ingresar el año pasado 15.962 millones, un 14,4% más que en 2020 (13.949 millones), y un incremento del 3,1% respecto al año prepandemia, cuando recaudó 15.469 millones. De esta manera, las diputaciones vascas alcanzan un nuevo récord de ingresos y se quedan a las puertas de los 16.000 millones. Euskadi supera, además, en 2,4 puntos la última previsión realizada por el Consejo Vasco de Finanzas (CVF) en octubre (15.578 millones).

Después del tsunami generado por la pandemia y dejar un panorama desolador tanto en la economía mundial como guipuzcoana, el terreno comienza a mostrar signos de recuperación, al menos en uno de sus principales indicadores, la recaudación de la Hacienda foral. Más allá de encontrar pequeños brotes verdes, ya podemos hablar de una vegetación que se abre paso de nuevo tras un suelo que permaneció en barbecho durante varios meses. Prueba de ello es la previsión de cierre realizada en el último CVF, en la que la diputación de Gipuzkoa estimaba unos ingresos fiscales de 5.176 millones, 164 menos de los que finalmente recaudó en 2021.

Pero, ¿cuáles son los factores que explican la buena evolución recaudatoria en el territorio? Por un lado, encontramos la recuperación que protagonizó la economía guipuzcoana el año pasado a pesar de todas las dificultades existentes. Otra de las razones se encuentra en una serie de ingresos extraordinarios -ajustes contables que estaban pendientes- que tuvo la Hacienda foral en 2021, fruto de una serie de regularizaciones de años precedentes.

Si se realiza un análisis pormenorizado -ver gráfico- se constata que la evolución positiva se debe al aumento de los ingresos -recaudación líquida- por IVA (18%), IRPF (7,4%), los ajustes del IVA con el Estado, los impuestos especiales (9,3%), los de sucesión y donaciones (52,6%), y sociedades (20,9%).

La evolución al alza de los ingresos por IRPF y en concreto por el aumento de las retenciones sobre rendimientos del trabajo (IRPF) refleja la buena marcha del empleo. La recaudación líquida por este tributo ha sido de 1.864,3 millones, frente a 1.729,3 de 2020. Otro indicador claro sobre el pulso de la economía es el IVA, un impuesto directamente relacionado con el consumo. En este caso, los ingresos de la Hacienda foral han ascendido a 1.390,5 millones, mientras que hace un año se limitaron a 1.178. Por otra parte, entre los factores que han tenido un impacto negativo hay que mencionar la disminución de los ingresos de la cuota diferencial del IRPF.