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El empleo crece por cuarto mes consecutivo en Gipuzkoa, que recupera ya 6 de cada 10 puestos perdidos por el Covid

La afiliación sumó en mayo 1.069 trabajadores con el impulso de todos los sectores mientras que el registro de parados en Lanbide bajó en 1.129

Miércoles, 2 de junio 2021, 09:42

El empleo continúa recuperándose con paso firme en Gipuzkoa al encadenar ya cuatro meses consecutivos con incrementos de afiliación, después de que en ... mayo haya crecido en algo más de un millar. Un mes que ha estado marcado por el fin del estado de alarma por la pandeemia del Covid, lo que ha impulsado la actividad y también el aumento de los puestos de trabajo (1.069), aunque ha sido menor que en abril (1.247), que se benefició del impulso al empleo de la Semana Santa.

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Esa mejora continuada de la afiliación a la Seguridad Social ha permitido que se hayan recuperados ya seis de cada diez empleos perdidos durante lo peor de la pandemia. Entre marzo y junio del año pasado Gipuzkoa se dejó 8.906 cotizantes y en estos momentos ha reactivado a 5.387. Eso sí, se espera que en los próximos meses siga en aumento el número de afiliados al calor de la temporada estival, aunque en el caso de Adegi no se atreven todavía a poner fecha a esa recuperación total.

En mayo se han creado en nuestro territorio 35 puestos de trabajo diarios, según los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social dados a conocer ayer, al sumar esos 1.069 cotizantes respecto a abril, hasta alcanzar los 321.899 afiliados. En el conjunto de Euskadi, se han creado en mayo 5.554 puestos de trabajo.

La afiliación ha crecido en nuestro territorio en prácticamente todos los sectores, aunque cabe destacar los 146 cotizantes que suma la industria, los 137 del comercio y reparación de vehículos o los 120 de la hostelería, un sector muy tocado por las restricciones que poco a poco se van suavizando. A ellos se unen también la educación (158), las actividades sanitarias (122) y las administrativas (127). Sin embargo, la Administración pública reduce su plantilla en 70 personas.

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En el conjunto del Estado la cifra de afiliados también creció de forma significativa en mayo, al sumar 211.923 cotizantes, hasta alcanzar los 19.267.221 y recuperar los niveles prepandemia.

Esta mejora de la afiliación se traduce también en un descenso de la cifra de parados. En Gipuzkoa el desempleo descendió en 1.129 personas el pasado mes, lo que deja en 32.581 la cifra oficial de demandantes de empleo en las listas de Lanbide. En Euskadi el paro descendió en 4.364 personas, hasta los 122.618.

Mayo deja 5.379 parados más que febrero de 2020, y 19.097 parados menos que el mismo mes del años pasado, momento en el que se levantó el cierre de actividad. Esto supone la cifra más baja desde que se desató la pandemia, según destaca el Departamento de Trabajo y Empleo del Gobierno Vasco, quien señala que desde agosto del año pasado, cuando se alcanzó la cifra más alta, el paro se ha reducido en un 80%.

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Cae más el paro femenino

El paro disminuye ligeramente más entre las mujeres (-2.210) que entre los hombres (-2.154). Sin embargo, en la relación anual el descenso es superior entre los varone que entre las féminas. En estos momentos el 55,8% de los parados son mujeres. Por edad, el descenso ha sido más acusado en el tramo entre 35 y 44 años, donde cae en 1.253 personas, y entre 25 y 34, donde se reduce en 1.247.

En el conjunto del Estado el paro deja el mayor descenso mensual desde 1996, y se registran 130.000 desempleados menos que en abril, lo que sitúa la cifra total de parados en 3.781.250.

Esta buena evolución del empleo incide también en los beneficiarios de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), que disminuyen en 759 personas. El número total de perceptores se sitúa en 53.386 personas, 680 menos que en mayo de 2020. El Departamento de Trabajo también lo atribuye, a falta de una lectura más profunda y con mayor distancia, a la progresiva confluencia entre la RGI y el Ingreso Mínimo Vital (IMV), y la futura integración de este último en el Sistema Vasco de Garantía, que se está retrasando por las discrepancias respecto al nivel de la competencia que quiere transferir el Gobierno central a Euskadi.

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La vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendía, valoró este miércoles los datos del mercado laboral e indicó desde el «realismo» que estos datos «son un motivo para la esperanza». Consideró que «estamos en el camino de la reconstrucción social y económica de Euskadi y que nuestro mayor esfuerzo debe ser volcar las energías en garantizar la calidad del empleo que se genere».

Una cuestión ésta en la que inciden una vez más los sindicatos, quienes destacan que en mayo tan solo el 8,5% de los contratos suscritos fueron indefinidos. «Encabezamos el ránking europeo en precariedad», resaltaron.

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El territorio tiene 8.296 afectados por ERTE tras recuperar a 1.667 en mayo

La mejora de la activad económica se refleja también en la recuperación de los trabajadores en ERTE. El pasado mes nuestro territorio reactivó a otros 1.667 empleados que se encontraban afectados por un expediente temporal y la cifra se sitúa ahora en 8.296. De ellos, 2.411 corresponden a expedientes anteriores al 30 de septiembre del año pasado y el resto (5.885) posteriores. De estos, la mayoría son por limitación de actividad (3.213), otros 509 por impedimento, 2.064 de actividades ultraprotegidas y 99 pertenecientes a la cadena de valor. En el conjunto del Estado se han recuperado en mayo cerca de 100.000 trabajadores.

La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) reconoce que este instrumento de flexibilidad laboral ha mitigado el efecto en el empleo, pero advierte de que deben ser revisados o incluso retirados por ser insostenibles. El gabinete de estudios calcula que los ERTE evitaron que la tasa de paro se disparara del 14% con la que cerró España en 2019 hasta el 40% en el peor momento de la pandemia. En su estudio 'Despidos temporales, reducción de jornada y covid-19', Fedea considera que la tasa de destrucción de empleo se habría duplicado para los trabajadores temporales (del 17% al 33%) y habría aumentado en dos puntos (del 8% al 10%) para los indefinidos.

Pero también asegura que los ERTE implican ciertas «ineficiencias» y advierten de «costes de peso muerto» significativos para el sistema debido a que esta ayuda ha mantenido a trabajadores en puestos poco productivos que en un escenario sin subsidios «deberían haber desaparecido». A su juicio, los ERTE están retrasando «ajustes sectoriales» ya necesarios antes de la pandemia.

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