¿Cuánta gasolina puedo guardar en bidones? ¿Caducará? ¿Me pueden multar?

El próximo final de la ayuda está haciendo que los usuarios peregrinen desde ayer hasta las gasolineras para llenar los depósitos a mejores precios y valerse de la rebaja estatal antes de que se agote el periodo. La actividad en las áreas de servicio está siendo mayor en este cierre de año que en las semanas precedentes, como ha podido comprobar DV, e incluso algunos están acudiendo a los surtidores con garrafas o bidones para poder guardar combustible a mejor precio y usarlo para llenar el siguiente depósito o alimentar la maquinaria. Pero, ¿realmente compensa y se pueden acumular bidones con carburante en casa? ¿Podemos buscarnos un lío?

El primer punto que debemos conocer a la hora de adquirir gasolina o gasóleo para reservar en casa es que debemos contar con una garrafa homologada para poder guardar ese carburante. Un bidón homologado para 30 litros puede costar alrededor de 20 euros, según fuentes consultadas. Guardar esa gasolina en un recipiente que no esté homologado para ello nos puede costar caro.

Y es que no contar con esa garrafa y que nos pillen las autoridades nos puede suponer una multa de 3.000 euros, como señala la DGT. Pero no solo nos pueden sancionar por no llevar el combustible en el depósito adecuado. Al ser inflamables y altamente volátiles, los combustibles no pueden llevarse en el espacio destinado a los ocupantes. Y si no queda más remedio que transportar alguna garrafa o bidón, habrá que alojar los recipientes en el maletero y sujetarlos bien para que no se muevan, minimizando en lo posible el trayecto del transporte y el tiempo que permanezcan en el interior del vehículo.

Si tenemos la garrafa homologada también hay que tener en cuenta que, por norma, hay un límite de gasolina y diésel que se pueden adquirir fuera del depósito del vehículo. Según el Real Decreto 706/2017, de 7 de julio, por el que se aprueba la instrucción técnica complementaria MI-IP 04, «el suministro será como máximo de 60 litros para gasolina y 240 litros para gasóleo cumpliendo las normas y recomendaciones recogidas en el Acuerdo Europeo relativo al transporte de mercancías peligrosas por carretera (ADR)».

Antes de cargar con los 60 litros de gasolina en su coche deberá tener en cuenta otros dos factores: la caducidad del combustible y el lugar de conservación. Empezando por este segundo punto, la ley no permite guardar en casa grandes cantidades de combustible. Hacen falta depósitos especiales si desean acumular mucha cantidad y, en consecuencia, su correspondiente licencia.

Así, como máximo, se podrían guardar 50 litros de combustible en interior de la vivienda y 100 en el exterior sin necesidad de contar con papeles o estudios para un depósito mayor. El almacenamiento de carburantes se tiene que realizar en un lugar seco y permanentemente ventilado para evitar que los vapores puedan causar un incendio.

Y, por último, otra cosa a tener en cuenta, que es la degradación de los propios combustibles. Algo que sucede, practicamente, desde que sale la gasolina del surtidor. La gasolina almacenada se tiene que conservar en recipientes adecuados que no presenten signos de corrosión y también necesita añadirle productos estabilizantes especiales porque se descompone muy rápido y al cabo de un mes comenzará a perder sus cualidades, lo que a su vez puede provocar fallos en el motor e incluso graves averías. La vida útil de la gasolina es de un año cuando se almacena bajo techo en un recipiente sellado.

El diésel no es un combustible volátil, por lo tanto, no sufre los mismos problemas de arranque o problemas de evaporación que la gasolina. El principal problema con el diésel almacenado es la formación de gomas y sedimentos que pueden bloquear los filtros. Esto es asociado también a un oscurecimiento en el color del combustible.

Cuando se almacena bajo techo en contenedores sellados, generalmente durará un año pero puede lo cierto es que el diésel puede durar incluso más.