Dos personas caminan junto a Astilleros Balenciaga. Morquecho

Los fondos extranjeros intensifican operaciones en empresas vascas y guipuzcoanas estratégicas

La compra de Astilleros Balenciaga por parte de un consorcio emiratí es el último ejemplo de un fenómeno que también han vivido en Rezola, Uvesco o Ibermática

Mikel Madinabeitia

San Sebastián

Domingo, 21 de septiembre 2025, 00:32

En las últimas décadas, la economía guipuzcoana y vasca no han permanecido ajenas a un fenómeno global: la entrada de capital extranjero en empresas locales. ... Fondos de inversión, grupos industriales internacionales y grandes gestoras de activos han intensificado sus operaciones en los últimos años en sectores estratégicos como energía, telecomunicaciones, tecnología o distribución. Lo ocurrido en los últimos años con Euskaltel, Uvesco, Ibermática, Cementos Rezola o, más recientemente, Astilleros Balenciaga, por citar varios ejemplos –ver gráfico adjunto–, no es un hecho aislado, sino parte de una tendencia que responde a la globalización de los mercados y a la búsqueda constante de nuevas oportunidades de rentabilidad.

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En lo que respecta a Gipuzkoa, Cementos Rezola ha pasado por varias manos, desde francesas hasta italianas, hasta sus actuales propietarios, que son alemanes. La distribuidora Uvesco, en 2022, fue adquirida por el grupo francés PAI Partners. Ese mismo año, la andaluza Ayesa –respaldada por capital europeo– completó la adquisición del 100% de Ibermática. Y la última operación de impacto financiero es la de Astilleros Balenciaga, donde ha aterrizado un consorcio árabe que asegura su futuro.

La llegada de inversores foráneos suele tener dos caras. Por un lado, aporta músculo financiero, facilita la internacionalización y abre puertas a redes comerciales globales que difícilmente una empresa local podría alcanzar por sí sola. En ocasiones, incluso asegura la continuidad de compañías que necesitan capital para crecer o para sobrevivir en mercados cada vez más competitivos.

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Por otra parte, su irrupción también despierta recelos. La pérdida de centros de decisión en el territorio y el riesgo de que los intereses financieros prevalezcan sobre el arraigo industrial o el empleo local son temores habituales. No faltan voces que advierten de que, cuando la lógica del beneficio rápido se impone, se pueden tomar decisiones que debiliten el tejido empresarial vasco en el largo plazo.

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En cualquier caso, lo cierto es que Gipuzkoa y Euskadi se han integrado en la dinámica de un mercado global en el que las fronteras pesan cada vez menos. Las operaciones de compraventa de empresas son hoy parte del día a día económico y reflejan, en última instancia, tanto el atractivo de nuestras compañías para inversores internacionales como los retos de mantener el control local en un entorno globalizado.

La cifra

11,2 millones de euros

es la oferta presentada por el grupo de Emiratos Árabes Unidos sobre Astilleros Balenciaga.

Más allá de la presión de la globalización, uno de los factores que explica la venta de compañías vascas a fondos extranjeros es la falta de relevo en las empresas familiares. Gipuzkoa y Euskadi cuentan con un tejido empresarial fuertemente vinculado a sagas locales que levantaron sus negocios hace décadas, pero en muchos casos los hijos o nietos no han querido, o no han podido, continuar al frente. Esa ausencia de sucesores ha abierto la puerta a inversores internacionales –también de ámbito estatal– que, en ocasiones, se convierten en la única alternativa para garantizar la continuidad de la actividad.

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Algunos de los movimientos recientes en sectores como la distribución, la máquina-herramienta o la automoción tienen su origen precisamente en esta carencia. Familias que habían gestionado durante generaciones negocios prósperos se han visto abocadas a vender por no tener un relevo claro. Ocurrió en operaciones discretas en la industria auxiliar, pero también en empresas de mayor visibilidad como Uvesco, que tras décadas de expansión bajo control local terminó en manos de un fondo internacional con el objetivo de consolidar su crecimiento.

Pros y contras de los fondos

Aporta músculo y asegura la continuidad inmediata, aunque existe el riesgo de pérdida de control o destrucción de empleo

La paradoja es evidente: lo que empieza como una solución para evitar la desaparición de una firma familiar acaba, en muchos casos, trasladando sus centros de decisión lejos de Euskadi. Y sin embargo, sin ese capital foráneo, muchas de esas compañías difícilmente habrían podido sobrevivir o dar el salto competitivo que exigía el mercado.

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Estrategia de Euskadi

¿Pero cómo se puede reaccionar desde el ámbito institucional ante este fenómeno? ¿Qué medidas se pueden poner en práctica desde los despachos de altos vuelos para regular la actuación de estos fondos extranjeros? Lo cierto es que el Gobierno Vasco se está volcando en captar fondos vascos para mantener el arraigo de sus principales empresas. Y es el propio lehendakari, Imanol Pradales, quien se ha puesto al timón.

En busca del arraigo

El Gobierno Vasco creó Finkatuz en 2021 y trabaja en crear un fondo soberano a través de una gran alianza financiera

La nueva estrategia consiste en lograr que sean agentes financieros del país quienes inviertan en las firmas vascas y frenen la cada vez mayor entrada de capitales y fondos extranjeros que se hacen con la mayor parte del accionariado para, alejando de Euskadi los centros de decisión, acabar vendiendo estas empresas al mejor postor pasados unos años y una vez lograda la rentabilidad.

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En este contexto, uno de los instrumentos creados para tal objetivo es Finkatuz. Un fondo de inversión público creado por el Gobierno Vasco en 2021. Su objetivo principal es entrar en el capital de empresas estratégicas vascas para reforzar su estabilidad, proteger el empleo y asegurar que la toma de decisiones clave permanezca vinculada a Euskadi. Gestionado por el Instituto Vasco de Finanzas, tuvo una dotación inicial de 250 millones de euros y está pensado para apoyar a empresas tractoras de la economía vasca en sectores como energía, industria, digitalización o innovación. Entre sus operaciones más destacas figuran las realizadas entre 2021 y 2023 en Kaiku (7 millones); en CAF por 32 millones o los 45 millones en Talgo este año. Este año, el Ejecutivo de Imanol Pradales trabaja en crear un fondo soberano a través de una gran alianza financiera con bancos y EPSVs.

Frecuencia

El sector hotelero, el más expuesto al capital foráneo por el 'boom' turístico

Uno de los sectores donde con más intensidad están operando los fondos extranjeros es el hotelero. Este interés se explica, en primer lugar, por la consolidación de un 'boom' turístico sostenido en la última década, con especial dinamismo desde el fin de la pandemia. San Sebastián, Bilbao y Vitoria se han posicionado como destinos de referencia tanto para el turismo cultural como gastronómico y de congresos. Este incremento de visitantes ha elevado las tasas de ocupación y ha reforzado la rentabilidad de los hoteles, convirtiéndolos en activos atractivos y relativamente seguros dentro de la cartera de inversión de los fondos internacionales.

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En segundo lugar, el valor estratégico de la ubicación es clave. Los hoteles en el País Vasco suelen estar en enclaves privilegiados, ya sea en primera línea de mar, en cascos históricos de gran atractivo o junto a polos de atracción empresarial. Para los inversores extranjeros, estas localizaciones combinan la seguridad jurídica de invertir en Europa con el potencial de revalorización que ofrecen ciudades en auge turístico. Además, el sector hotelero permite a los fondos diversificar riesgos en un contexto de tipos de interés cambiantes y volatilidad en otros mercados.

Profesionalizados

Una tercera razón es la profesionalización del sector hotelero. Muchos establecimientos han pasado de modelos familiares a estructuras más abiertas a socios inversores, lo que facilita la entrada de capital extranjero. Al mismo tiempo, las cadenas internacionales y los fondos buscan activos que puedan reposicionar mediante reformas, modernización de servicios o integración en redes de gestión globales, aumentando así su valor y atractivo para un público internacional.

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En cuanto a operaciones concretas, sonada fue la compra del emblemático Hotel Orly de San Sebastián por un fondo emiratí en 2023, que se hizo en su totalidad con 17 establecimientos de toda España por 600 millones.

Gigantes del dinero que gestionan billones de dólares

Detrás de operaciones como las que afectan a cualquier país en los últimos años están gigantes financieros que mueven hasta billones de dólares. Cifras que pueden superar toda la riqueza que un país puede producir en un año.

BlackRock, por ejemplo, es el mayor gestor de activos del planeta, con más de 9 billones de dólares bajo gestión, lo que supone varias veces el Producto Interior Bruto de España. Sus decisiones de inversión tienen impacto directo en empresas, gobiernos y hasta en políticas medioambientales. Le sigue Vanguard, la gran alternativa a BlackRock, que maneja en torno a 7 billones. Otra firma reconocida es Blackstone, que gestiona más de un billón y se especializa en comprar empresas, reestructurarlas y venderlas después. Luego están los fondos soberanos, instrumentos de inversión creados y gestionados por un Estado con el objetivo de administrar parte de su riqueza nacional. En este ámbito destaca el de Noruega, con 1,4 billones de dólares.

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