Balance agridulce de la flota vasca en el cierre de la costera del bonito por la escasa cuota
Los barcos guipuzcoanos y vizcaínos han descargado 7.200 toneladas, a 3,52 euros por kilo
La flota vasca se encuentra desde ayer amarrada en puerto tras tener que dar por concluida la costera del bonito de este año por ... agotamiento de la cuota disponible. El balance de los arrantzales es de claroscuros ya que, por una parte, las descargas de la especie han sido notables, con lo que se constata su buena salud, y los precios han sido buenos, pero, por otro lado, consideran que su explotación es mejorable porque por segundo año consecutivo la campaña se ha tenido que cerrar antes de tiempo. Y todo ello a pesar de contar con un 10% mas de cuota que en la campaña de 2018.
Las embarcaciones vascas han descargado en los seis puertos -Hondarribia, Pasaia, Getaria, Ondarroa, Lekeitio y Bermeo- un total de 7.200 toneladas de bonito para una cuota total disponible para toda la flota del Estado -compuesta además de por las embarcaciones vascas por los buques cántabros, asturianos, gallegos y canarios- de 16.620 toneladas. La flota guipuzcoana, por su parte, que cuenta con 33 barcos de cebo vivo y 25 de cacea, y emplea a un total de 700 personas, ha descargado en poco más de dos meses -la costera arrancó el pasado 19 de junio- 6.500 toneladas.
La ficha
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6.500 toneladas de bonito han descargado las embarcaciones guipuzcoanas sobre una cuota total disponible de 16.620 toneladas.
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58 embarcaciones forman la flota de cerco de Gipuzkoa -33 barcos de cebo vivo y 25 de cacea- que se han dedicado a capturar bonito en aguas del Cantábrico desde el pasado 19 de junio.
Junto a las buenas capturas, la cotización ha mantenido prácticamente el nivel del año pasado, con un precio medio en lonja de 3,52 euros por kilo- diez céntimos por debajo- gracias al tirón de las conserveras. En 2017, los puertos vascos recibieron 6,7 millones de kilos con un valor de 26,3 millones de euros, mientras que en el último ejercicio las descargas fueron de 8,8 millones de kilos con un valor de 31 millones de euros, de los cuales 7 millones de kilos y 25 millones de euros corresponden a los barcos de Gipuzkoa.
Además, los arrantzales han encontrado muy cerca el pescado, lo que ha contribuido a esas capturas significativas y a la rentabilidad, ya que se reduce el consumo de gasoil frente a las largas travesías de otros años hasta los caladeros de Irlanda.
Leandro Azkue, director general de Pesca del Gobierno Vasco, corrobora esa sensación agridulce de la flota vasca ya que se ha capturado mucho bonito de «calidad», aunque los arrantzales han vuelto a tierra con la sensación de que «podían seguir pescando».
Como posibles soluciones, Azkue pide fomentar la especialización dentro de la flota y acotar el número de embarcaciones que participan en esta costera. Primar en definitiva a los arrantzales que tradicionalmente se ocupan de esta pesquería y evitar que los pesqueros esporádicos aceleren el agotamiento de la cuota asignada, como ha sucedido en las dos últimas campañas.
Eugenio Elduayen, presidente de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa, por su parte, agrega una segunda reivindicación centrada en el aumento de la cuota. Desde su punto de vista, «hay condiciones» para elevar las capturas en un 20 o en un 30%. El problema es que ese reparto se establece para tres años y aún queda uno para finalizar el actual.
Su segunda petición guarda relación con la modalidad de pesca, actualmente olímpica, aquella que no se diferencia por flotas. Este estilo provoca, desde su punto de vista, que «todos van a pescar lo que pueden cuanto antes». Si se produjera un cambio, cada uno gestionaría el cupo «de la mejor manera posible» y se le podría sacar mayor rendimiento, ya que a día de hoy la campaña es «muy corta» y eso «no es bueno ni para el pescador ni para el mercado».
La tercera voz recogida procede de Getaria, donde Emeterio Urresti, presidente de la Cofradía de Arrantzales de la localidad, pone énfasis en las artes de pesca propias -artesanales- frente a las técnicas de arrastre de otras flotas europeas, en concreto, franceses e irlandeses. «El arrastre no es sostenible para con la especie y, además, provoca agravios comparativos porque nosotros vamos a la guerra con arcos y flechas y ellos, con metralletas», denuncia. Por ello, solicita a Europa que reserven una zona para las embarcaciones vascas «del paralelo 45º al sur».
Reacciones políticas
Desde el ámbito de la política se produjeron ayer más reacciones, como la de Equo-Berdeak, que aseveró que el sistema actual de reparto de cuotas socava el futuro del sector al continuar «sobreexplotando el mar, que no es finito». Además, añade, beneficia a las empresas de altura, que «abusan de los caladeros», y perjudica a los pequeños barcos de bajura, a los que la formación ecologista apoya por ser «los únicos que respetan los recursos marinos y crean empleo sostenible ligado al mar».
Hasta que se inicie la próxima campaña, en las próximas semanas la flota vasca podrá capturar atún patudo del stock atlántico hasta cubrir el cupo de 8.941,3 toneladas. Y a partir de octubre llegará el turno de las campañas del txitxarro y de la sardina.
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