Bélgica decidirá el próximo día 23 si mantiene con CAF el 'contrato del siglo' para construir 600 trenes

CAF, que no hace declaraciones a los medios de comunicación en Gipuzkoa sobre esta cuestión, sí ha hablado en medios de Bélgica. Su CEO, Javier Martínez Ojinaga, ha insistido en varios medios que «no se pueden cambiar las reglas de juego en el camino» y defiende que la constructora beasaindarra había ganado la licitación de forma transparente. Una cuestión que ya señaló durante la Junta de Accionistas de la compañía celebrada hace un mes en Beasain y que adelantó este periódico.

Ojinaga asegura estar dispuesto a iniciativas para garantizar retornos industriales a Bélgica pero recuerda que hablamos de «una licitación europea, somos europeos». «Es increíble lo que está sucediendo aquí en Bélgica, nunca hemos tenido que lidiar con tanta resistencia», reitera. El pasado junio, en la junta de accionistas, ya trasladó un mensaje similar, pidiendo una competencia equitativa en las licitaciones europeas en base a la legislación comunitaria vigente.

Las presiones de Alstom, y Siemens Mobility, llevaron al Consejo de Estado de Bélgica, una especie de tribunal contencioso-administrativo, a pedir a la SNCB que justificara mejor su decisión, algo que la sociedad pública decidió hacer revisando toda la documentación. Estas presiones, también sindicales, han llevado a esta entidad a ir paralizando sucesivamente el contrato, la última vez el pasado mes de junio.

Pese a ello, en algo menos de dos semanas se acabará la incertidumbre sobre 'el contrato del siglo' de CAF con Bélgica para renovar la flota nacional de trenes eléctricos. Lo bueno para el fabricante beasaindarra es que SNCB sigue considerando que es la mejor oferta. De hecho en el pliego de condiciones no figuraba que el adjudicatario debiera tener implantación en territorio belga. En el lado negativo, la decisión de posponer la decisión evidencia que pesan las presiones políticas en Bélgica.

El contrato de este megapedido es muy goloso. Los sindicatos calculan una carga de trabajo para 12 años, al tratarse de renovar hasta 600 trenes AM30, debido a lo obsoleto de las unidades ahora en funcionamiento, algunas de casi medio siglo.

La experiencia y calidad demostrada por CAF, que fabrica trenes para todo el mundo, le llevó a lograr una puntuación de 76,3 frente a 75,9 de Alstom, cuya oferta era económicamente más barata pero de menor calidad técnica. La SNCB tiene una 'patata caliente' si no quiere cargarse el 'fair play interno' entre los países de la UE en materia de competencia para que no suponga un riesgo añadido a los fabricantes externos, como China, que no juegan con las mismas reglas.

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