La consejera Tapia, el pasado jueves en el parque tecnológico de Miramón. Jose mari lópez
Arantxa Tapia (Consejera):

«Si el Gobierno hubiera tenido un 5% de Euskaltel, esta habría sido opada igual»

consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente ·

La responsable de la política industrial vasca urge a orientar todos los esfuerzos contra la crisis a proyectos «que realmente transformen la economía»

Julio Díaz de Alda

San Sebastián

Domingo, 11 de abril 2021, 07:49

Arantxa Tapia Otaegi (Astigarraga, 1963), repasa la actualidad económica de Euskadi, aplaude la OPA de MásMóvil sobre Euskaltel –por mantener la actividad, la sede y ... el empleo en casa– y advierte de que la reapertura de Corrugados Azpeitia está en el aire, pues el Grupo Cristian Lay solo se plantea abrir en la actual ubicación.

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–Nada más llegar a su actual cargo le tocó lidiar con la crisis de 2012, y ahora con la del Covid. ¿Cómo se encuentra de ánimos?

–De ánimo, bien. Y de fuerza, también. Asumimos un reto muy bonito al sumar a la industria toda la parte de sostenibilidad, que es un reto muy relevante. Con ganas, aunque la crisis económica, consecuencia de la sanitaria, está siendo dura. Creo que el tejido productivo vasco también está con ganas de hacer cosas.

–¿Qué aspecto tiene lo que está por venir? ¿Queda lo más duro?

–Si la vacunación no va rápido y no somos capaces de aumentar la movilidad, la recuperación va a costar. Eso, insisto, convive con muchas ganas de innovar y transformar la economía por parte de las empresas, pese a que algunas están en situación muy difícil.

–El Gobierno Vasco acaba de rebajar su previsión de PIB, y parece que las olas no cesan. ¿Qué va a pasar cuando desaparezca el dopaje de los Elkargi y los ERTE?

–Sí me preocupa un poco que cuando se acaben los ERTE puede llegar una situación complicada. ¿Cómo se van a recuperar esas personas y esas empresas? Es una preocupación real. Y si se convirtieran en ERE, tenemos que ofrecerles formación para reubicarlas. Ya estamos trabajando en eso con el departamento de Empleo en el sector metal-mecánico. Aún así, si nos fijamos en el sudeste asiático, también pasó aquí a finales de 2020, en cuanto mejora la situación sanitaria la economía también lo hace.

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–En Euskadi, España y Europa no termina de mejorar.

–Es verdad. Una vacunación masiva es lo que va a acelerar todo. Estados Unidos o Reino Unido van a tirar de nosotros, pero es cierto que pensábamos que el ritmo de vacunación iba a ser otro.

–A eso se suma el encarecimiento de los fletes, los microchips y las materias primas...

–Es la consecuencia geopolítica de la crisis. Todo está unido a una partida para ver quién va a ser el más poderoso en el mundo. Con una Europa a la que le cuesta tomar decisiones, y cuando lo hace no están coordinadas.

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–¿Qué papel juega Euskadi?

–No somos pequeños, sino diminutos en el mundo global. Pero si trabajamos de la mano de empresas ubicadas en esos mercados internacionales tenemos oportunidades. ¿Donde? En transición energética, en hidrógeno, en coche eléctrico...

–¿Hay alguna luz roja?

–Es una obviedad que el sector aeronáutico es el que más está sufriendo. Y el 'Oil&Gas' también sufre. Están en una posición delicada. El aeronáutico es una apuesta de país con un montón de pequeñas empresas que, si no se recupera, lo van a pasar muy mal. Me preocupa que las grandes puedan resistir. Y en el 'Oil&Gas', el largo plazo, pues la tendencia es el menor consumo de combustible fósil.

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Una venda en los ojos

–¿Hay empresas zombis en Euskadi? ¿Alguna grande?

–Para mi, zombi es el que lleva años en pérdidas y no puede superar la situación. De esas, alguna hay. Pequeñas, y un poquito más grandes, también. Tienen que hacer un diagnóstico y ser conscientes de que algo les pasa para poder diversificar. Llegar a zombi es vivir con una venda en los ojos y no reconocer el problema.

–¿Tiene el Gobierno Vasco herramientas suficientes para ayudar a las firmas viables?

–Las grandes tienen recursos para salir adelante. Nosotros nos tenemos que dedicar a las pymes, que es donde podemos ayudar.

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–Da la sensación de que esta crisis nos va dando sopapos uno tras otro sin poder prepararnos realmente para el futuro...

–Todas las crisis son parecidas y en todas hay que atender lo urgente sin olvidar lo importante, la gran diferencia ahora es el componente sanitario, que no sabemos cuándo acabará. Si la empresa es pequeña, lo urgente le puede comer. Tenemos que centrarnos en que la digitalización sea de verdad y adecuada a cada una. Y pensar que son proveedoras de alguien que les va a exigir temas medioambientales o de huella de carbono. Eso lo trabajamos con los clusters para evitar una economía a dos velocidades. Hay que acompañar mucho.

–¿Van a resistir los salarios?

–No creo que bajen. Puede que en una empresa se tengan que apretar el cinturón con una congelación o una pequeña bajada para recuperar después, pero no que sea algo generalizado.

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«Aquí hay empresas zombi. Algunas pequeñas y algunas más grandes. Llegar a eso es vivir con una venda en los ojos»

Solvencia

–Dice usted que, por la bronca política que se vive en Madrid, «el modelo económico del Estado está en peligro» y que eso puede afectar a Euskadi...

–A pesar de que hablamos de digitalización, de industria o de la importancia del coche eléctrico, el turismo, la hostelería, el comercio o la construcción –que tienen su importancia– están adquiriendo un peso, a mi juicio, excesivo. Si creemos que las transiciones han de ser transformadoras de la economía, lo tenemos que demostrar. No digo que no haya que ayudar a lo otro, sino que hay que apostar por la industria. Europa lo está haciendo.

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–Europa viene aquí a la playa...

–Efectivamente, pero tenemos que aspirar a ser algo más. Nosotros tenemos un turismo ligado a la gastronomía y la cultura importante, pero ese no debe ser el único sector. Me llegan señales del Estado que me llevan a pensar que se está cayendo en los mismos errores. Hay que poner en valor la gran oportunidad de los fondos europeos, que vamos a endeudar a las próximas generaciones, y que realmente hay que llevar ese dinero al lugar adecuado. Nosotros queremos transformar. Ojalá sea así.

–¿Cómo vamos a pagar esa deuda? ¿Hay que subir impuestos?

–Europa piensa ya en una 'tasa Covid'. En Euskadi, es el momento de valorar el resultado de la última reforma fiscal (2017). Hablo de ver si los impuestos que tenemos son los más adecuados y si se necesitan otros o si, por contra, la reactivación y la transformación de la economía será suficiente para pagar esa deuda. De ahí nuestra preocupación por que los recursos se apliquen bien.

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«Me preocupa un poco que cuando se acabe la protección de los ERTE puede llegar a Euskadi una situación complicada»

Crisis

–El 9 de mayo termina el estado de alarma. ¿Tiene claro el Gobierno Vasco qué se puede o no hacer al día siguiente?

–Pues no. Ni nosotros ni nadie. El día después puede ser... Genera mucha incertidumbre. A un mes vista y subiendo otra ola, me parece un poco atrevido.

Euskaltel

–¿Por qué ve el Gobierno con buenos ojos la OPA de MásMóvil sobre el 100% de Euskaltel?

–Euskatel está en Bolsa y dado como se consolida el sector, la oferta no es la peor.

–¿La peor frente a cuál?

–Si viene una multinacional y la hace desaparecer de Euskadi sería bastante peor. Esta OPA ofrece garantías en mantenimiento de sedes, de empleo y sobre infraestructuras a desarrollar y desde ese punto de vista, bueno...

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–¿Es la mejor o la menos mala?

–Lo mejor siempre es enemigo de lo bueno. No es la peor, y puede ser buena para el país.

«Vamos a endeudar a las próximas generaciones; hay que poner los recursos en proyectos realmente transformadores»

Futuro

–Dice que serán 'vigilantes', pero sobre una empresa privada...

–La sede fiscal y social están vinculadas a una serie de actividades que se pueden seguir desde las diputaciones. Vigilantes en el buen sentido por las actividades que se puedan hacer en el futuro. Hablo de participar y colaborar.

–¿Es vasca MásMóvil?

–Bueno, nace de una iniciativa de Donostia, que fue Ibercom, y a pesar de estar en manos de fondos internacionales sigue teniendo una pequeña parte de accionariado vasco.

–O sea, que es un poco vasca...

–(Sonríe) Tiene su sede fiscal aquí. Podemos hablar de si es vasca una multinacional ubicada en Euskadi o si es india alguna multinacional con sede fiscal en Euskadi. Son dos empresas, una con parte vasca y otra al 100%, que tienen un compromiso con el crecimiento en el país.

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–¿Se arrepiente el Gobierno de haber vendido en su día sus acciones de Euskaltel o de no haber vuelto a comprar después?

–No sé si arrepentimiento es la palabra. Se impulsaron proyectos estratégicos en telecomunicaciones (Euskaltel), aeronáutica (Aernnova) y energías renovables (Gamesa). Después, las tres volaron solas. Nuestro papel es el de iniciar nuevos sectores. No vivimos en un país comunista, el Gobierno no ha de ser el propietario de esas firmas. Se decidió salir de Euskaltel en su momento y se pensaría bien, una vez consolidada. Si hubiéramos tenido una participación en Euskatel, por ejemplo un 5%, hubiéramos sido opados exactamente igual. Nos planteamos en 2019 comprar un pequeño paquete pero era complicado. Hoy las telecos están desgajando su red en otras empresas, a lo mejor hay posibilidad de entrar por ahí...

«La OPA sobre Euskaltel es buena. Ofrece garantías en mantenimiento de empleo, sedes e infraestructuras a desarrollar en Euskadi»

MásMóvil

–Siempre se pidió a Kutxabank ser el garante del arraigo. ¿Ya no?

–Ya no tiene muchas participaciones industriales, pero ha sido el garante del arraigo mucho tiempo. Arraigo que para mi son sedes, empleo y proyecto. En el anterior pacto de socios Kutxabank garantizaba eso. Hoy hay, al menos, cinco años de eso mismo. Y puede haber más.

–¿No ensombrece ese papel la venta de todas las acciones de Euskaltel en manos del banco?

–Se puede ver de una forma y de otra. En un mundo abierto lo ideal es tener una mayoría local, pero nos nos echamos las manos a la cabeza cuando nuestras empresas salen fuera a comprar. Somos un país pequeño, lo importante es tener empresas fuertes.

Corrugados

–Viajamos de Zamudio a Azpeitia. ¿Qué pasa con Corrugados? Parece que mantiene abierta una batalla con la alcaldesa, Nagore Alkorta (EH Bildu)...

–No hay ninguna batalla abierta. el grupo Cristian Lay se acercó a Gobierno, Diputación de Gipuzkoa y Ayuntamiento de Azpeitia a presentar la posibilidad de la reapertura de la empresa en su ubicación actual. Esa es su propuesta. Y solicitó nuestra opinión inicial sobre si era o no posible. El Gobierno Vasco, como autoridad ambiental, cree que es posible hacerlo con las inversiones necesarias. El otro punto importante es el urbanístico y la licencia de actividad, que ha de otorgar el Ayuntamiento, que es quien tiene que responder.

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–En el plano urbanístico, ¿cree usted que se puede?

–Mi objetivo es que se cree el mayor empleo posible en Euskadi. Yo, en mi parte, he cumplido.

–El ciudadano no entiende que uno diga que se puede y otro diga que no. ¿Quién se equivoca?

–Podemos o no compartir una visión jurídica, pero la responsabilidad es suya y el Ayuntamiento tiene que decir si se puede o no y por qué. Ya sé que la actividad es pesada y crea inconvenientes, pero hay medidas para paliar eso. Yo haré lo que esté en mi mano para ayudar.

–Dice que los inversores solo quieren abrir en el pueblo. ¿Si no se puede, se cae el proyecto?

–Así se nos transmitió en una reunión con las tres administraciones en la que la alcaldesa propuso trasladar la actividad. Dijeron que eso era inabordable, pues requería una inversión demasiado alta y se alargaría en el tiempo.

«¿Qué es mejor, morir como un zombi o tener el futuro garantizado aunque no sea con el 100% del capital en manos vascas?»

Arraigo

–¿Qué proyecto industrial ofrece el Grupo Cristian Lay?

–Lo que plantean es retomar la actividad de antes y tratar de diversificar hacia la automoción. No hay muchos más detalles, puesto que lo único que hacen es una consulta previa. Ellos están dispuestos a invertir y preguntan: ¿sería posible?

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–Entiendo que hay riesgo real de que la iniciativa muera...

–Sí. Yo voy a hacer todo lo posible porque no suceda, pero si el Ayuntamiento entiende que es imposible...

–Acaba de superar el Covid. ¿Cómo ve el lío de las vacunas?

–Me causa mucha incertidumbre. En cualquier caso, el Covid comporta riesgos muy elevados. No entiendo a la gente que no quiere vacunarse. En cuanto me llegue el turno iré encantada a ponérmela.

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