La energía solar, oportunidad para las empresas guipuzcoanas
Gipuzkoa cuenta con una decena de empresas que fabrican sistemas, equipos y componentes para las principales operadoras del sector
Fernando Segura
Martes, 27 de septiembre 2016, 06:46
El protagonismo que ha alcanzado en los últimos tiempos la expansión de la energía eólica, especialmente la offshore, con operaciones de trascendencia para la economía ... guipuzcoana como la fusión Siemens-Gamesa, ha dejado en un segundo plano el empuje que está alcanzando en nuestro territorio la energía solar. Gipuzkoa cuenta con una decena de empresas que fabrican sistemas, equipos y componentes para las principales operadoras del sector. Entre estos proveedores se encuentran Indar (Beasain), Hine Renovables (Elgoibar), Glual (Azpeitia), Jema (Lasarte-Oria), Lazpiur (Bergara) o el omnipresente Grupo Mondragon. El círculo se completa con la intensa participación de Tecnalia (Donostia) e IK4 (Eibar).
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Si ampliamos la mirada a Euskadi, los datos que aporta el Cluster de Energía del País Vasco muestran claramente que el termosolar (CSP) es un sector de peso. Desde 2008 ha experimentado un crecimiento del 36,3%, con una facturación de 319 millones (2014) y generando 1.253 empleos (con un pico de 1.600 en 2011). La inversión en I+D ronda los 25 millones de euros. Euskadi, por sus condiciones climáticas, no cuenta con plantas CSP, pero el 20% del empleo directo del conjunto de la cadena de valor de la energía termosolar estatal radica en la CAV.
Las perspectivas son halagüeñas. Las energías renovables cuentan con el viento a favor de los acuerdos alcanzados en la Cumbre de París sobre el cambio climático celebrada el año pasado. No se establecieron mínimos o máximos de reducción de emisiones, pero se lanzó una señal inequívoca a los poderes públicos. Estos deberán habilitar los marcos regulatorios y las inversiones suficientes para que a finales de este siglo el aumento de la temperatura global no supere los dos grados. Se trata de un objetivo que requerirá inversiones multimillonarias.
Sea por esta razón o por otras (volatilidad de los precios del petróleo, mayor concienciación social...) lo cierto es que el sector de las renovables está en ebullición. En España, las operaciones se suceden una tras otra. Baste citar dos. Endesa anunció en julio la adquisición del 60% de Enel Green Power España (1.207 millones de euros) y en ese mismo mes el grupo británico Prudential ponía en venta su filial fotovoltaica en el Estado. Otros protagonistas son los fondos americanos KKR o GIP, que han negociado partipaciones con T-Solar, Gestamp, Acciona o Gas Natural.
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Al otro lado del Atlántico, llama la atención la fusión de Tesla con SolarCity. Elon Musk ha querido asegurarse la propiedad de una compañía que almacene y distribuya energía para sus vehículos eléctricos. Una operación que para algunos analistas es coherente y para otros fruto de la calenturienta mente del controvertido empresario estadounidense.
Euskadi no debe ser ajena a esta ola inversona. El Cluster de Energía ha propiciado la marca CSP Basque Country, que acoge a un nutrido grupo de empresas dedicadas al sector termosolar. El objetivo es hacerse con la mayor parte posible de un mercado que, según datos del propio cluster, registrará tasas de crecimiento medio anual del 28% (15GW al año, hasta llegar a 260 en 2030).
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La CAV, como se desprende de los datos indicados anteriormente, dispone de los mimbres suficientes para ser protagonista en el pujante sector de las energías renovables y más en concreto de la termosolar, con empresas tractoras como la vizcaína Sener (vendió en julio a Rolls-Royce el 53,1% de ITP por 720 millones de euros) o la beasindarra Indar. Todo un revulsivo para combatir la inquietud que se ha apoderado de otros sectores, como el siderúrgico.
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