Exalumnos de Deusto, en un momento de la jornada.

Los desempleados olvidados

La Universidad de Deusto clausura el programa Lanerako Bidean en el que 20 exalumnos parados de larga duración y mayores de 35 han recuperado la ilusión por encontrar un trabajo tan cualificado como ellos

leticia sánchez-serrano

Viernes, 20 de mayo 2016, 14:24

Profesionales altamente preparados y con gran experiencia. Licenciados con master y posgrado. Algunos con más de una carrera. Todos tienen en común que son exalumnos de la Universidad de Deusto, que tienen más de 35 años y que llevan sin trabajo desde algo más de un año. Este es perfil de las 20 personas que han participado en la primera edición del programa Lanerako Bidean-Coaching Proffessional, que este jueves cerró sus puertas. Esta iniciativa, surgida del Departamento Deusto Alumni, con el apoyo de BBK Fundazioa, surge cuando comprueban que son varios los exalumnos que acudían a ellos para contarles que vivían una desgracia ya que se habían quedado sin trabajo. «Además, estábamos viendo que esas personas habían disminuido muchísimo anímicamente a causa de la situación», según explica el director de Deusto Alumni, Jesús Riaño. Y es que muchas de estas personas llevaban muchos meses sin recibir una respuesta a los cientos de curriculum que enviaban. Se sentían marginados de la sociedad. Por esta razón, establecieron como prioritario ayudarles a recuperarse y a buscar un trabajo.

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Todo arrancó el verano pasado cuando decidieron poner en marcha Lanerako Bidean. Para ello necesitaban buscar a una excelente 'coach', capaz de sacar lo mejor de los potenciales alumnos para ayudarles a volver a ser los que eran. Para cumplir esta misión eligieron a Adela Balderas y es entonces cuando abrieron la convocatoria. De todas las solicitudes recibidas, fueron 20 los seleccionados. Sus profesiones, desde la ingeniería hasta el turismo. Todos ellos empezaron en diciembre un trabajo «muy emocionante», que ha constado de ocho sesiones. En ellas han tenido margen para trabajar de forma colectiva e individual y así mejorar los aspectos necesarios para enfrentarse de nuevo a los procesos de selección de personal. «Ha sido una labor más de acompañamiento, para que ellos solos vayan trabajando. También hemos hecho talleres para elaborar currículum y enfrentarse a entrevistas, pero el objetivo principal era que volviesen a ser conscientes de que son personas muy válidas, que hay otros en su lugar y de que hay esperanza», cuenta Balderas.

Resultados tangibles

De este proceso, impartido a lo largo de seis meses, ya se han obtenido resultados tangibles. Algunos alumnos se encuentran inmersos en procesos de selección, otros han decidido emprender por su cuenta y hay quien ya trabaja puntualmente como autónomo. «Hemos obtenido muy buenos resultados. El estado anímico de estas personas ha cambiado considerablemente», asegura Riaño. Esta sensación de positivismo se palpaba en la clausura del taller, que el pasado jueves cerraba sus puertas con una interesante propuesta llevada a cabo en la séptima planta del CRAI.

El acto consistió en reunir en diferentes mesas redondas a los alumnos con empresarios para poner en práctica todo lo aprendido. En el encuentro, los asistentes al Lanerako Bidean expusieron cuál era su situación, cuáles eran sus ambiciones laborales, qué trayectoria profesional tenían y en qué punto se encontraban actualmente. Por su parte, los empresarios les hicieron partícipes de cuáles eran los perfiles qué buscaban, qué necesita un buen candidato para conquistar el puesto de trabajo y cómo superar un proceso de forma adecuada. Y es que, al fin y al cabo, todos buscaban ayudarse mutuamente.

Para los alumnos, todo lo ocurrido en este tiempo ha sido positivo. Han recuperado las ganas y ven oportunidades donde antes solo veían el silencio de una respuesta que nunca llegaba. Una de las alumnas participantes en el taller, Arantza Ruiz Azúa, Product Manager de profesión, resumía a la perfección cómo esta experiencia ha cambiado la vida de este grupo. «Ha sido un proceso muy interesante, en el que hemos compartido nuestras experiencias, hemos aprendido mucho los unos de los otros y quienes se sentían más alicaídos han recuperado la ilusión». Sobre cómo afronta el futuro, lo tiene claro, «con muchas ganas y ya viendo los primeros resultados». En el mismo encuentro celebrado con los empresarios, Arantza consiguió entrar en la base de datos de uno de ellos. Esto solo es el principio.

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A raíz del éxito obtenido, desde Deusto Alumni ya preparan una nueva edición que arrancará en diciembre. Aunque basta decir que el trabajo realizado por este departamento de la universidad no concluye con este taller. «Hasta aquí era el programa para afrontar el acceso al mercado laboral de otra manera, ahora haremos un seguimiento que no terminará hasta que estas personas no encuentren un empleo», promete Riaño.

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