De cómo distinguir la Economía de la pseudoeconomía

Uno de los efectos culturales de la crisis ha sido la popularización de la Economía. En los medios han proliferado los expertos que han respondido a la demanda ansiosa de información desde buena parte de la ciudadanía, que básicamente quería saber qué demonios ha pasado, por qué y cómo fue que nadie supo preverlo. Este fenómeno ha dado lugar a su propia producción literaria y periodística. Los autores de estas obras y opiniones son desde economistas con Premio Nobel hasta autodenominados expertos, pasando por políticos, periodistas e incluso algún humorista.

El discurso conjunto generado resulta contradictorio y confuso. Ahora hay más lectores de libros de Economía que antes de la crisis, pero se trata de un lectorado perplejo. El mismo fenómeno la misma crisis, por ejemplo parece poder explicarse con argumentos que se niegan entre sí. ¿Cómo es posible? ¿Acaso no hablan todos estos autores desde el conocimiento de una misma disciplina, la Economía? ¿No es la Economía una ciencia? Abordar y aclarar estas cuestiones es el objetivo de 'Economía y pseudociencia: crítica a las falacias económicas imperantes', obra del economista José Luis Ferreira.

El autor, economista y profesor en la Universidad Carlos III, cuyo máster de Economía dirige, explica en este librito cómo funciona la Economía académica -esto es, la ciencia y por cuales mecanismos se rige para generar conocimiento fiable y darlo a conocer a través de publicaciones de referencia rigurosas. También explica cómo diferenciar esta ciencia de la pseudoeconomía, de la mala información y de la tergiversación.

El problema es que no pocas veces la 'mala economía' viene de la mano de autores de referencia en el mundo académico alguno hasta con Premio Nobel debajo del brazo, que se sueltan el pelo cuando escriben artículos de opinión en los periódicos y dejan a un lado el rigor que aplican en las revistas de referencia. No es solo cuestión de opinadores ocurrentes sin formación.

En este sentido el planteamiento del libro es muy interesante. Ferreira aclara qué es la Economía como disciplina de conocimiento y explica cómo distinguir los argumentos falaces más comunes de la pseudoeconomía. El problema es que el autor ha sacrificado en aras de la brevedad cierta profundidad necesaria para explicar asuntos bastante complejos. La estructura de la obra tampoco ayuda. Incluye a media lectura un desconcertante interludio metodológico que hubiera funcionado perfectamente como preludio.

El hecho de que el libro se cierre con un capítulo titulado 'Lo que queda en el tintero', con una buena serie de cuestiones interesantes que quedan en el aire, contribuye a reforzar la sensación de que se queda corto. En resumen, un título muy interesante y útil que sería mucho mejor si su contenido fuera algo más extenso.