¿Cómo se hace que un currículum vitae sea eficaz?

Todo aquel que busca trabajo se ve obligado a elaborar su curriculum vitae, ese resumen de la vida laboral y académica que se envía a las empresas, demasiado a menudo con el mismo ánimo y esperanzas del náufrago que arroja al mar un mensaje en una botella. La analogía no es del todo acertada, porque el hecho es que los responsables de recursos humanos y reclutadores de las empresas reciben decenas de biografías laborales. Son demasiadas botellas con mensaje. El resultado es que el tiempo de atención que se le dedica a cada curriculum al llegar a su destino es reducido. Mucho. «Los reclutadores dedican alrededor de unos 10 segundos en leer un currículum», explican desde la empresa Hays, firma dedicada a la selección de personal especializada. ¿Qué hay que hacer para llamar la atención y generar interés por el remitente, a poder ser hasta el extremo de que haya una respuesta en forma llamada a una entrevista de trabajo o, en el mejor de los casos, de oferta de empleo en firme?

«Hay que tener claro que el objetivo de un currículum no es lograr de primeras el puesto de trabajo, sino que la empresa se interese por la candidatura del aspirante. Es un primer paso. En Hays por ejemplo se reciben más de ocho millones de CV al año», afirma Salvador Sicart, director de Hays Response España. Las empresas de recursos humanos coinciden en varios factores claves que deben tenerse en cuenta a la hora de redactar un currículum. El principal: no mentir. Se acabó aquello de describir como «dominio avanzado» el chapurreo de varios idiomas. Nada de titulación académica 'creativa'. Fin a los cursillos 'transformados' en diplomaturas. La verdad es fundamental. La claridad y la concisión también.

Desde Hays señalan varios puntos básicos. De entrada, el currículum debe incluir una «declaración personal de intenciones», unas líneas en las que el remitente detalle que función le gustaría desarrollar en la empresa. También es importante evitar los clichés, proporcionar «pruebas contundentes» de los logros obtenidos en anteriores empleos, hablar en primera persona, ser el protagonista «pero sin atribuirse méritos que no son de uno». Hacer el currículum «accesible y claro» también es importante.

La empresa de recursos humanos Randstad recuerda que «el currículum sigue siendo la herramienta básica a la hora de buscar empleo y su presentación siempre debe ser perfecta». Por ello, el documento tiene que ser «claro, conciso, visual y no demasiado largo, con un máximo de dos páginas de longitud». En cuanto al contenido, debe incluir «los principales logros profesionales en orden cronológico descendente y la formación, en especial aquella relacionada con el puesto que estamos buscando». En Randstad consideran que lo más práctico es disponer de «una plantilla genérica y, a partir de ella, trabajar modelos específicos para cada puesto al que el candidato vaya a optar». En caso de que el candidato no posea experiencia laboral previa «deberá incluir las prácticas, becas o voluntariado que haya realizado y hacer especial hincapié en la formación».

Nagore Rubio, manager para la zona norte de Spring Professional, consultora internacional del Grupo Adecco, especializada en la búsqueda, selección y evaluación de ejecutivos, mandos medios y directivos, concuerda en que la concisión y la veracidad son importantes. También la originalidad. «Es bueno que quien reciba el curriculum sepa que quien lo remite se ha molestado en elaborarlo». Se trata de que no sea la enésima fotocopia del mismo textpo enviada a 1.000 firmas. «Tiene que estar orientado a la empresa a la que se digire, que transmita el interés de la persona». Además de la «claridad, la concisión es fundamental». En cuanto a la estructura cronológica del curriculum, «depende de a quién esté orientado. Eso influirá en los logros que se quieran resaltar». Normalmente se suele recomendar la inversión cronológica, con los empleos más recientes por delante. Pero puede darse el caso de que interese resaltar otros logros y convenga recurrir a la cronología tradicional.

En todo caso, hay que jugar con la creatividad, «darle un toque personal, que no sea excesivo. A menos, claro, que esté orientado precisamente a buscar un puesto de creativo, por ejemplo. Entonces sí que estará bien ir un poco más allá. En realidad se trata de ajustarlo al destinatario. Que el curículum le transmita el interés del candidato». Rubio añade consejo muy práctico, y que a menudo se descuida: «El currículum hay que mantenerlo, tiene que estar vivo, ir actualizándolo, dedicarle tiempo. Si no se hace así y se parchea a última hora, se va a notar». Por último, «también hay que cuidar la carta de presentación y ser cortés. Se debe tener siempre en cuenta que hay un destinatario que va a saber apreciarlo».