¿A quién le sentaron bien los torreznos?

Artola y Ander Imaz no son dos virtuosos, no tienen ni la magia ni el poderío de otros pelotaris, pero a los que no les gana nadie es a constancia y capacidad de trabajo. Su victoria en la jornada inaugural ante Laso y Albisu en el Beotibar fue un aviso a navegantes. Ayer en Soria dejaron claro que hay que contar con ellos. Rocosos, cuesta un mundo hacerles el tanto. Y cuando se le presenta la ocasión al alegiarra, termina con solvencia y astucia.

Le dio igual que enfrente estuviera Aimar Olaizola. Se le subió a las barbas y acabó superándole por completo. Ander Imaz, que no cometió un solo error en todo el partido, volvió a demostrar que es un zaguero muy solvente cuando no está dominado. La victoria les permite comandar la clasificación junto a Jaka y Zabaleta, pero son segundos por la diferencia entre tantos a favor y en contra. Sumar pronto siempre es bueno y más después del nuevo sistema de play off instaurado en esta edición para acceder a semifinales.

Olaizola II y Urrutikoetxea no han comenzado bien el Parejas. En su estreno en el Labrit ante Bengoetxea VI y Aretxabaleta sufrieron lo que no está en los escritos para imponerse por la mínima en un partido maratoniano de 938 pelotazos y casi cien minutos de duración. Ayer, estuvieron dentro del partido hasta el ecuador. Después, desaparecieron. Los campeones de 2016, no rindieron a su nivel. El goizuetarra se empleó a fondo en defensa, pero le faltó más ayuda por parte de su zaguero.

A Urrutikoetxea le sigue faltando rodaje después de tanto tiempo parado. Dos partidos de empresa antes del inicio de la competición no son suficientes. Le vino bien la paliza del Labrit, pero ayer se le apagaron los plomos. Artola y Ander Imaz le buscaron desde el principio del partido y pronto se dieron cuenta de que no tenía su día. Aún así, el de Zaratamo dejó detalles de su calidad con sendas aperturas al ancho. Fue un escaso bagaje. Se mostró muy blando en defensa y también en el resto. Encajó cuatro saques restables y en ningún momento transmitió seguridad. Para colmo de males, acabó con la derecha justa y mañana decidirá si está en condiciones de jugar el sábado en Bilbao. En caso contrario lo hará Aretxabaleta.