Laso y Albisu ajustan cuentas con Oinatzy Mariezkurrena II

No fue un buen partido, ni mucho menos. Ninguna de las dos parejas logró imponer su juego y hubo bastantes fallos. En uno y otro bando. Laso y Albisu trataron de buscarle la zurda a Mariezkurrena II, pero el zaguero de Berriozar se defendió bien. Solo golpeó la pelota con esa mano en nueve ocasiones a lo largo del choque. En cambio, con la derecha, no estuvo tan certero. Mandó pelotas claras abajo y arriba. No acaba de encontrar ese punto de tranquilidad que le permita serenarse y soltar el brazo sin miedo. Se agarrota cuando no le salen las cosas y acaba desquiciado.

Por si fuera poco, la víspera sufrió un contratiempo que mermó su rendimiento de forma notable. Recibió un pisotón en el dedo pulgar del pie izquierdo y jugó como pudo con evidentes signos de dolor. Un dato. En el 8-8 ni siquiera hizo amago de desplazarse a golpear la pelota tras un amago de Oinatz Bengoetxea. No se ponía bien a la pelota porque no tenía confianza. Estaba pasando por un suplicio, pero no es excusa. Tuvo que aplicarse hielo en vestuarios a la conclusión del partido. Tenía el dedo completamente hinchado. Oinatz se vio obligado a arriesgar viendo las condiciones en las que estaba su zaguero y cuando lo haces no siempre salen las cosas como esperas. Se la jugó, con más o menos acierto.

Laso y Albisu tampoco brillaron en exceso. El delantero de Biskarreta, con sus aciertos y errores, poco a poco intentó hacerse con las riendas de un pobre partido que hasta el 17-18 estuvo plagado de fallos. El zaguero ataundarra no desentonó, pero no estuvo cómodo con la presencia a su lado de Mariezkurrena. Aunque no esté bien crea incertidumbre porque no sabes por dónde va a salir. Ambos regresan el sábado a la bombonera para medirse a Olaizola II y Urrutikoetxea en un partido en el que el punto en juego vale su peso en oro y brillantes. Para unos y para otros.