«José Javier puede jugar hasta contra tres»

Es la cuarta final para el bombardero de Etxarren tras las disputadas con Martínez de Irujo (2013), Ezkurdia (2018) e Irribarria (2019). Para el zurdo de Zaratamo supone la tercera. Las dos anteriores las jugó con Ezkurdia (2018 y 2019). El delantero vizcaíno vuelve a estar en la pelea tras causar baja en la última edición por decisión de su empresa.

Elezkano II y Zabaleta se tomaron cumplida revancha de las dos derrotas cosechadas ante Peña II y Albisu en la liguilla de cuartos. La primera, en la quinta jornada en el Labrit de Pamplona (20-22) y la segunda, en la decimosegunda en el Bizkaia de Bilbao (15-22). El 22-8 de este domingo dejó bien claro quiénes son los grandes favoritos para subirse a lo más alto del cajón. Lo han demostrado desde el inicio del campeonato a pesar de que a Elezkano II le asaltaran las dudas en las primeras jornadas. Zabaleta ha sido el líder de la pareja y a medida que han transcurrido los partidos ha demostrado que está uno, dos o tres puntos, por encima de los zagueros de ambos cuadros. Marca diferencias, abre huecos con ambas manos, cubre cancha y, de vez en cuando, se permite algún lujo en forma de cortadas o dejadas. Está en un momento de forma soberbio, le sale todo y disfruta como un niño en la cancha. Jugar con él es sinónimo de victoria. En estos momentos, nadie es capaz de hacerle frente. Ni siquiera Albisu, el estandarte de Baiko, con quien protagonizó un espectacular duelo en los cuadros largos.

Una maravilla ver soltar los brazos a ambos y darle a la pelota de esa forma, con esa fuerza, con esa velocidad, con esa intención. Defenderse también de aire. Testigo de ese sublime duelo fue Andoni Aretxabaleta, que tomó parte en el telonero. El zaguero de Markina, salao como nadie, comentó «comparando a lo que juego yo, esto es otro deporte». No le falta razón. Lo malo es que el ataundarra se quedó sin gasolina en la segunda parte. «Desde el cuadro nueve no se pueden hacer milagros. He intentado sujetarle, pero ha sido imposible. Me he quedado sin chispa», dijo.

Sin rival que le inquietase, Zabaleta hizo y deshizo a su antojo. Consciente de que el partido era suyo, siguió martilleando la cada vez menos completa defensa de Albisu, a quien no le quedó otro remedio que rendirse ante la evidencia a pesar de pegar un rebote tremendo en el 5-4 con la derecha. A pesar de ello, el ataundarra puede darse por satisfecho porque realmente es muy complicado hacerle frente. Y más cuando tiene un día en el que le sale prácticamente todo. Solo perdió una pelota no forzada. Sucedió en el 5-1 al mandar a la contracancha un sotamano. También encajó dos saques, pero eso no mancha una impecable hoja de servicios.

Cuatro de los 22 tantos que subieron a su casillero llevaron su firma merced a grandes pelotazos que no encontraron respuesta. Dejó boquiabiertos a aquellos que aún tenían dudas sobre su rendimiento. Tendrá partidos en los que no le salgan las cosas, como todos, pero su regularidad está fuera de toda duda.

Elezkano II sacó partido de las ventajas de las que contó cerca del frontis. Va a más y se nota. No solo remata, también se involucra en defensa y castiga al contrario. El delantero de Zaratamo es el complemento ideal al juego de Zabaleta. Cuando ambos se ponen serios, ya puedes empezar a pensar en otra cosa.

Peña II se pasó casi todo el partido viendo pasar la pelota por encima de su cabeza. El tolosarra estuvo desactivado y cuando

intentó ayudar a su compañero lo hizo fuera de sitio, lejos de donde hace daño. Arriesgó y no pudo cambiar el ritmo del partido.