Una apisonadora llamada Ezkurdia

«El Jaian Jai es un frontón especial, exigente y peligroso», declaró Oinatz Bengoetxea tras la elección de material. Sabía de lo que hablaba porque en Lekunberri jugó hace dieciséis años su primer partido en la jaula ante un especialista como Jorge Nagore. Perdió 22-10 y se quedó en ocho ante un Ezkurdia que fue una apisonadora. Si de por sí el marcador ya es amplio, pudo ser incluso mayor. El delantero de Arbizu llegó a tener un 1-15 a su favor. Con este triunfo, el vigente campeón rompió la racha de resultados negativos que le acompañaba en sus enfrentamientos en la jaula con el leitzarra. Dos partidos y dos derrotas. Ahora, las tornas se igualan un poco.

Ezkurdia supo sacar partido de las características del Jaian Jai. Su suelo, rapidísimo, favorece al que ataca y penaliza a quien defiende. La incógnita estaba en quién cogería el mando. Y ese fue el de Arbizu, que comenzó sumando su primer tanto de saque. Oinatz respondió con un zurdazo por la pared (1-1), pero al tanto siguiente el leitzarra hizo la primera de las tres faltas de saque que cometió a lo largo del partido. Todas por tiro corto. Las otras dos fueron en el 4-18 y 7-20. Para no ser menos, Ezkurdia se contagió de la moda que parece haberse impuesto en los frontones durante la liguilla de cuartos -Artola hizo cuatro la víspera en Altsasu ante Laso- y también sumó la suya, en el 8-20, en esta ocasión la pelota se le fue por detrás de la raya.

Ezkurdia imprimió mucha velocidad a la pelota desde el saque. Oinatz bastante hacía con intentar poner la pelota en el frontis. Cuando no encajaba tanto directo, dejaba pelota franca para que el de la Sakana rematase a placer. Así una y otra vez. El leitzarra se desesperaba. Iba de lado a lado de la cancha gracias a la agilidad de sus piernas, pero sus carreras no encontraban premio. Los tantos siempre caían al casillero del rival. Instalado en la contracancha, devolvía buenamente todo lo que le llegaba, pero luego se quedaba vendido para el siguiente pelotazo. Ahí estaba siempre Ezkurdia, en mitad de cancha, con todo a su favor para acabar el tanto. La pelota le salía fresca de ambas manos y con la volea también hacía daño.

Oinatz se dejó la piel, en balde. Ni siquiera el correcaminos hubiese podido hacer más que él. Aún así, dejó detalles, pocos eso sí, de su indudable calidad como esa dejada a la punta que se sacó de la manga en el 7-19 una posición muy complicada o un par de paraditas al txoko de zurda marca de la casa. No le dejaron hacer más virguerías.

Maquilló el resultado porque Ezkurdia decidió levantar un poco el pie del acelerador. No hacía falta ensañarse con el contrario. Era consciente de que el primer punto era suyo y también el liderato del grupo B. Dio una gran impresión a los pelotazales que abarrotaron las gradas del recinto de Lekunberri y está preparado para revalidar la txapela. Pasó por encima a uno de los candidatos. El duelo de campeones del acotado -Bengoetxea VI ganó la txapela en 2016 y Ezkurdia lo hizo el año pasado- se lo llevó el de Arbizu.

Ezkurdia superó con sobresaliente el primer examen ante otro cabeza de serie y ahora le espera otra buena piedra de toque contra Unai Laso. El partido entre los ganadores de la primera jornada se jugará el sábado en el Bizkaia de Bilbao. Los perdedores, Bengoetxea VI y Artola, lo harán el viernes en el Santanape de Gernika. El margen de error se reduce drásticamente.