El 22-21 no sonríe siempre a Altuna III

La frialdad de los números, sin embargo, contradice la sensación de que Altuna III es casi inabordable en el 21 iguales. Desde su debut profesional con Aspe el día de San Juan de 2014, hace nueve años y casi cinco meses, 48 de sus partidos han concluido con el resultado más apretado de todos, el 22-21. Y el balance está prácticamente al cincuenta por ciento: 25 victorias y 23 derrotas.

Desglosados por modalidades, 44 del total de 48 corresponden a encuentros de parejas –23 ganados y 21 perdidos–, mientras que cuatro se han producido en el Campeonato del Cuatro y Medio, con un reparto equilibrado: dos triunfos y dos derrotas. Por contra, en ninguno de los compromisos de Jokin Altuna en el Manomanista o en partidos especiales mano a mano en toda la cancha se ha registrado este tanteo.

Curiosamente, tres de los cuatro 22-21 en la competición oficial de la jaula han coincidido en finales. Cayó en el Ogueta frente a Bengoetxea VI en 2016, se impuso un año después a Urrutikoetxea en el Bizkaia de Bilbao y cedió frente a Ezkurdia en el frontón de la capital vizcaína el año pasado.

Las alternativas presidieron la primera final de Altuna III. Rezagado 17-12 y 18-15, tomó la delantera 18-20, se vio rebasado 21-20, igualó a 21 y no encontró la manera de aprovechar el saque en el último tanto.

El desarrollo del último tramo de la segunda fue prácticamente inverso al del año precedente. Urrutikoetxea mandaba 20-19, el amezketarra tomó ventaja 20-21, el de Zaratamo devolvió el equilibrio al electrónico y el de Aspe sumó desde el resto el último y definitivo tanto.

Tampoco Altuna III supo aprovechar el saque con 21 iguales en la final de la pasada edición contra Ezkurdia, dentro de otro partido marcado por las alternativas. El guipuzcoano dispuso de tres tantos de renta, 16-19, se vio igualado a 19 y 20, el de Arbizu se acercó a la victoria en el 21-20, Jokin recuperó el saque con el 21 iguales y su último pelotazo tocó la chapa.

Los tópicos empujan a creer que la experiencia ayuda a gestionar los momentos de tensión y nerviosismo. La trayectoria de Jokin Altuna también rompe esquemas en este apartado. Recién debutado, con 18 años, ganó tres partidos por la mínima en tres meses de profesional.

Cosechó la primera victoria por 22-21 al lado de Barriola frente a Titín III y Rezusta en Amurrio el 12 de agosto de 2014. La segunda se produjo el 5 de septiembre en Lekeitio, en compañía de Xabi Tolosa contra Arretxe II y Ladis Galarza. Catorce días después caía la tercera en su pueblo, Amezketa, con Rezusta de zaguero ante la pareja riojana Titín III-Cecilio.

Tardó más en llegar el primer 22-21 adverso, curiosamente en Amezketa y frente a su vecino y en su día botillero suyo Ekaitz Saralegi. Era el 1 de marzo de 2015. Larunbe cubrió las espaldas al joven delantero local y Begino respaldó al veterano.

Altuna III se impuso en cinco de los seis primeros 22-21 de su carrera, balance ampliado a siete de nueve en los meses siguientes. Ese reparto, sin embargo, se ha equilibrado con el paso de los años.

La carrera de Jokin Altuna, compuesta de momento por un total de 560 partidos de los que ha ganado 337 (60%) y ha perdido 223, también presenta un buen número de resultados 22-20, en concreto 39. En este caso su balance es más positivo que en los 22-21, ya que se ha impuesto en 24 y ha hincado la rodilla en 15. Tres de las victorias corresponden a choques del cuatro y medio y una de las derrotas al Manomanista, en concreto a la final de 2020, en la que se inclinó ante Jaka.