Campeón del mundo júnior de snowboard
Álvaro Romero: «Me siento orgulloso porque he vencido a la presión»Al otro lado del teléfono en contra de lo que se podía intuir no hay algarabía. Álvaro Romero (San Sebastián, 2003) conversa de forma ... pausada mientras repone fuerzas con su staff preparando la competición por equipos que este viernes afronta: «Dejaremos la fiesta de celebración para cuando acabe todo». El donostiarra se proclamó ayer campeón del mundo júnior de snowboard cross, la misma disciplina en la que otro donostiarra, Lucas Eguibar, ha sido esta semana subcampeón de la Copa del Mundo. Son presente y futuro.
Publicidad
– Ya venía diciendo que estaba en buena forma y que el objetivo era claro...
– Pero una cosa es decirlo y otra distinta conseguirlo. Es cierto que me veía con opciones y que el objetivo era muy claro: quería el Mundial júnior. Era algo que tenía en la cabeza desde que hace dos años acabé en la tercera plaza y el año pasado finalicé cuarto después de ser arrollado por un rival en la final. Ha salido todo redondo. He volado. Ahora mismo estoy reventado y feliz a partes iguales.
– Ha ganado todas las mangas: dieciseisavos, octavos, cuartos, semifinal y final.
– Tiene mérito porque he tenido dificultades a las que he sabido dar solución. He pasado algún momento de estrés cuando me he tocado con el francés Julien Tomas en cuartos y no ha sido fácil. Por suerte me he visto con confianza desde el primer momento. La tabla iba muy rápida, el trabajo del skiman –el encerador– José Javier Prieto ha sido muy bueno y he rendido al máximo nivel el día que tenía que hacerlo. Sé que venía con el cartel de favorito por mis resultados en la Copa del Mundo absoluta y he podido vencer a la presión que tenía sobre mis hombros. Es de lo que más orgulloso estoy. Todos estamos supercontentos. Es la guinda a una temporada sobresaliente: primer podio en la Copa del Mundo, campeón de España, decimotercero en el Mundial absoluto y ahora campeón del mundo júnior. Se dice pronto. Supongo que tendrá que pasar un tiempo hasta hacerme a la idea.
– Y eso que la temporada empezó torcida, ¿no?
– Me costó arrancar. Tuve gastroenteritis y anginas. Lo pasé mal, tuve que renunciar a alguna competición, aunque yo sabía que mi gran objetivo estaba al final de la temporada. Me preparé bien después y he llegado a mi mejor momento el día que quería. Este deporte tiene eso: hay que dar el do de pecho un día concreto, no hay segundas oportunidades.
Publicidad
«He pasado algún momento de estrés y no ha sido fácil. Esta victoria es la guinda a una temporada sobresaliente»
– ¿Qué le ha venido a la cabeza cuando se ha visto campeón?
– Me he acordado de mi madre y de mis amigos, que me tenían frito entre manga y manga con sus mensajes en el grupo de wasap (ríe). Ninguno ha podido acompañarme, así que lo hemos celebrado en equipo. Mi compañero Toni Toledo ha sido el primero que ha llegado a meta y nos hemos fundido en un abrazo. De alguna forma este campeonato es también de ellos, cada uno a su manera. También de mi entrenador Álex Martín. A todos les he visto contentos. Y te voy a decir una cosa...
– Diga...
– Me acuerdo de los fines de semana que pasábamos en Astún desde que era un crío. Mis padres han hecho malabares para que yo pudiera ir a la nieve los fines de semana. Imposible no acordarme también de los hermanos Fernández, con los que pasé tantas horas en la nieve. Para ellos va también este título.
Publicidad
«Mis padres han hecho malabares para que yo pudiera ir a la nieve los fines de semana. El título es de ellos también»
– Iker Fernández, Ibon Idigoras, Lucas Eguibar, Irati Idiakez usted... ¿Qué tiene Gipuzkoa para que salgan tantos campeones en este deporte?
– Supongo que la afición por el deporte que existe en Gipuzkoa y la proximidad con los Pirineos. Es curioso. Deberían salir campeones de otros territorios más próximos a la nieve pero la realidad es que somos los guipuzcoanos los que más estamos destacando en las diferentes modalidades del snowboard en los últimos años.
– ¿Y ahora? ¿Había hecho alguna promesa?
– No. Ahora trataré de despejar la cabeza. Me centraré en estudiar, surfearé y estaré con mi familia y amigos, a los que veo menos de lo que me gustaría porque pasamos largas temporadas fuera. Ahora estoy aquí con mi equipo y les estaba comentando que me siento realizado. Ser campeón del mundo de cualquier deporte es algo con lo que sueñas pero que muy pocos pueden decir. Por suerte, yo soy uno de esos. Es una satisfacción.
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión