Rahm deja mejores sensaciones que resultado en el British

san sebastián. Si el número uno del mundo, Scottie Scheffler, arranca hoy la jornada con -3, la tarjeta que Rahm entregó ayer con dos golpes más nunca puede ser mala. Se coloca a tres golpes de los líderes, Olesen, Li, Fitzpatrick, Bezuidenhout y English, todos ellos con -4.

El vizcaíno, con -1, igual que Sergio García, Ángel Hidalgo y el ídolo local, Rory McIlroy, se ha incrustado en la parte alta del Open Británico y pinta a que no se va a bajar de ahí a tenor del juego y las sensaciones ofrecidas en la vuelta inaugural. Rahm cogió pocas calles -algo que en Portrush es primordial- y todavía acabó bajo par porque se agarró con uñas y dientes al campo, así que las perspectivas solo pueden ser positivas. Fue una lástima que el de Barrika penara en dos de los pares 5 con el driver porque el golpe de salida aterrizó en el bunker, en el 2 y en el 12. «Espero pegar algunos golpes mejores desde el tee», dijo al acabar.

Pero Rahm jugó unos hierros brillantes. A favor y contra el viento. Entre el 8 y el 12, los hoyos difíciles, penó con dos errores -y un buen enfado por un silbido del público mientras daba el primer golpe del 11-, pero cuando hubo aire de cola, brilló. Firmó tres birdies (6, 7 y 14) y las sensaciones fueron rotundas.

Hoy, Jon Rahm partirá en el turno de la tarde, a las 16.00 horas, con los mismos compañeros de ayer -Xander Schauffele (par) y con J.J. Spaun (+2)- y si en otra circustancias, en otros campos, los greenes cambian de la mañana a la tarde, en esta ocasión es una lotería saber lo que puede pasar en un torneo en el que se pueden dar las cuatro estaciones en un solo día. Los greenes ayer estuvieron receptivos cuando llovió y hoy no debería cambiar.