Edurne Pasaban: «Lo bueno de todo esto a nivel personal es que vives más con los tuyos»

–¿Cómo lleva el confinamiento en su domicilio?

–La verdad que bastante bien, pero ya en la sexta semana cuesta mucho... El que peor lo lleva es Max, mi hijo.

–A partir de mañana va a poder salir con él una hora.

–Sí, menos mal. Tengo ganas de que llegue ese momento. Es como darle una inyección de aire fresco.

–Acostumbrada a viajar por su trabajo, ahora se le hará raro estar en casa.

–Sí, pero a la vez es gratificante porque es algo diferente, te encuentras a ti misma, a tú familia..., descubres muchas cosas nuevas.

–¿En qué lugar le pilló el inicio del estado de alarma?

–Aquí, en el valle de Arán. La temporada de invierno la pasamos en el valle por el trabajo de mi pareja, que se dedica al tema de trineo de perros. Todavía quedaba para terminar la temporada, la Semana Santa, pero surgió la crisis sanitaria y tuvimos que cerrar todo. Pero ni tan mal porque de la ventana de mi casa lo que veo y lo que respiro es mucho mejor que el centro de cualquier ciudad.

–¿Qué se está perdiendo con esta cuarentena?

–Cuando se acaba la temporada una de las cosas que más nos gusta es hacer esquí de montaña. Este año, nada. Me he perdido el viaje a Nepal que hago con la IE Business School todos los años con estudiantes. También he perdido mucho trabajo. Me dedico a dar conferencias y clases de motivación y liderazgo y todo esto, de momento, se ha terminado. Además, los viajes de verano a África. Este año iba a acompañar a mi pareja, que lleva muchos años guiando a gente por Ruanda y Uganda. Todo está parado...

–¿Qué puede sacar en positivo de este confinamiento?

–Lo bueno de esto es que a nivel personal he convivido más con los míos en casa y no nos está yendo nada mal. Si bien es cierto que el confinamiento nos obliga a compartir más todo, notas que el espacio se reduce..., pero he visto que se puede y me alegra saberlo. No sacaría mucho más positivo porque se está diciendo que a nivel global aprenderemos, pero no sé hasta qué punto porque yo pensaba que tendríamos que ser más tolerantes, trabajaríamos más en equipo, tendríamos más humildad, escucharíamos más al de al lado, que si bien lo veo reflejado en la gente de a pie, no en los que mandan. A nivel de Gobierno tengo muchas dudas.

–¿Quién cocina estos días?

–Claramente yo. Por mi trabajo estoy mucho tiempo fuera de casa y ahora que tengo tiempo los lunes hago el menú para toda la semana. Uno de nosotros va a comprar y yo preparo los platos, como alubias de Tolosa, etc. Me divierto.

–¿Le gusta experimentar, hacer recetas nuevas?

–Esta misma semana voy a hacer lasaña de espinacas con gambas. Hablo de vez en cuando con mi madre para que me explique alguna receta. Seguramente no me saldrá como a ella, porque mi ama es una excelente cocinera.

–¿Hace deporte en casa todos los días?

–Por supuesto. Hora y media o dos al día entre bici, gimnasia, TRX, etc.

–¿Qué echa de menos?

–A mi familia que está en Tolosa. Salir fuera a hacer deporte, esquí, bici, montaña...

–El 17 de mayo se cumple una década de sus catorce ochomiles, ¿cómo va a celebrarlo?

–Tenía previstas varias cosas, pero está claro que habrá que esperar. Me hubiera gustado ir a Nepal, pero no va a poder ser por culpa del coronavirus. Lo celebraremos cuando se cumplan once.