Ainara Mutuberria y Javier Iparragirre saludan desde la barra del Arakindegia. LOBO ALTUNA
En Leitza

Arakindegia: El restaurante de los pelotaris llega a 22

El Arakindegia, también punto de reunión habitual de aizkolaris, harrijasotzailes y ciclistas, pone fin a casi cien años de historia

Joseba Lezeta

San Sebastián

Jueves, 24 de febrero 2022, 07:31

«Aunque sea casualidad, Bengoetxea VI y nosotros nos retiramos a la vez», bromea Javier Iparragirre, que el domingo bajará la persiana del jatetxe Arakindegia ... de Leitza junto a su esposa, Bernarda Zabaleta, y su cuñada Ana Mari. Se jubilan. La víspera, el sábado, Oinatz disputará su último partido en el Labrit de Pamplona, donde también estará Iparragirre. «Le llevé en coche a Lezo al último torneo que jugó como aficionado», recuerda.

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La familia Iparragirre-Zabaleta ha conducido desde 1987 un negocio familiar al que la edad y la pandemia han puesto fecha de caducidad. «El Covid ha cambiado los hábitos de la gente», zanja Iparragirre.

Por este restaurante han desfilado operarios, conductores, oficinistas... Navarros, guipuzcoanos... Y sobre todo, deportistas. Javier Iparragirre recuerda unas palabras de José Mari Palacios 'Ogueta'. «Decía que a sus partidos iban boxeadores y toreros porque él acudía a veladas y corridas de toros. Tenía razón. Nuestros clientes son además amigos».

La lista de pelotaris que conocen el Arakindegia es interminable: «Altuna III, Irribarria, Ezkurdia, Bengoetxea VI, Barriola, Eugi, Beloki, Errasti, Unanue, Retegi II, Galarza III y Tolosa, con quien coincidí en mi época de estudiante en la Escuela Politécnica de Arrasate, remontistas como Ezkurra y Zeberio II...», confiesa Iparragirre, nacido en Arantza. «Por esta casa han pasado también Olaizola II y Martínez de Irujo. ¿Sabes qué tienen en común? Les gustan la merluza rebozada y el pollo de caserío».

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No ha sido un punto exclusivo de pelotaris. «La relación de este jatetxe con el herri kirolak viene de lejos», subraya Bernarda Zabaleta. «Mis padres tuvieron como huésped al aizkolari Patxi Astibia durante cinco años. Un mecenas pagaba su estancia». Asimismo, conocen su comedor Arria, Mindegia, Olasagasti, Larretxea, Iñaki Perurena, Migeltxo Saralegi...

Iparragirre, cicloturista en su tiempo libre, se declara «forofo de Marino Lejarreta. En el Arakindegia han comido Miguel Indurain, Txomin Perurena, Ramón Mendiburu, Nieve, Azurmendi...». El fútbol no se escapa de su radar. «Miguel Santos, Javier Clemente, Juan Luis Larrea, Txomin Nagore, Tiko...».

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El Arakindegia pone punto final esta semana a una historia de casi cien años iniciada en 1925 por Patxi Zabaleta y Bernarda Olaskoaga. «Llegaron a Leitza desde Etxarri Larraun y pusieron una tienda de ultramarinos que tenía de todo y en la que daban algunas comidas», recopila Bernarda Zabaleta. «El nombre de Arakindegia se debe a que también vendían carne. Incluso se alojaban clientes. La segunda generación, con Luis Zabaleta y Carmen Sagastibeltza, convirtió la tienda en bar restaurante hará unos 50 o 60 años. Javier y yo descartamos el bar para centrarnos en la restauración».

¿Cuántos buenos momentos y secretos quedarán entre las paredes del Arakindegia?

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