En libertad con medidas cautelares los 20 ultras detenidos por una agresión a un donostiarra en Soria

Tras meses de investigación la operación ha finalizado con nueve detenciones en Leganés (Madrid), siete en Soria, tres en Zaragoza y una en Logroño, según ha informado este jueves la Policía Nacional. Los veinte arrestados pertenecen a «grupos radicales violentos» vinculados a diferentes clubes de fútbol. Los investigadores han constatado que el ataque en el que participaron ultras del Numancia, del Zaragoza y del Leganés contra los del Cornellá fue «planificado» y obedece a «motivaciones de odio» entre grupos «de ideología contraria». A todos los detenidos se les atribuyen presuntamente delitos de desórdenes públicos, lesiones y daños, odio y pertenencia a grupo criminal. Además hay otras tres personas investigadas a las que también se ha tomado declaración. Todos ellos han sido puestos a disposición judicial.

Los hechos se produjeron el pasado sábado 27 de mayo en Soria antes del partido entre el Numancia y el Cornellá. El mismo día, en las proximidades de Soria, alrededor de 60 personas celebraban con una capea el aniversario de la creación de uno de estos grupos ultras.

Aranburu, que actualmente sigue recuperándose de las heridas sufridas después de estar casi un mes en coma inducido, fue con un amigo de Cornellá a ver el encuentro a Soria cuando, en un bar situado en los alrededores de Los Pajaritos, recibió dos horas antes del encuentro una paliza por parte de distintos ultras que le propinaron repetidos golpes en la cabeza que le dejaron inconsciente y tirado en el suelo boca abajo.

Según explica la Policía Nacional, tras finalizar la capea, la mayoría de asistentes acudieron en autobús a las inmediaciones del estadio de fútbol, horas antes de la celebración del partido. «Al abandonar el autobús se dirigieron al lugar donde se encontraban los miembros del grupo antagónico, atacándoles, alterando la paz pública y exponiendo a una situación de peligro a las personas mayores y menores de edad allí presentes», indican. Como consecuencia de esta situación «súbita y violenta, en la cual se lanzaron objetos contundentes», el donostiarra Ion Aranburu resultó herido con carácter muy grave.

Aranburu fue ingresado en el Hospital de Burgos, donde permaneció dos semanas y media en coma inducido. Presentaba heridas graves, la más importante una abierta en la cabeza. Tras recuperar la consciencia, fue trasladado en ambulancia medicalizada al Hospital Donostia, donde salió de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) el pasado mes de julio.

Cuatro personas fueron detenidas en relación con esta agresión en los días posteriores, aunque posteriormente fueron puestas en libertad por decisión judicial.

Seis meses después de los hechos, la Policía Nacional ha dado por finalizada la 'Operación Capea' que se ha saldado con veinte detenidos en cuatro provincias. La investigación para esclarecer las circunstancias de la agresión sufrida por el donostiarra se ha desarrollado por las Brigadas Provinciales de Información de Soria, Zaragoza, Madrid, Logroño y Leganés bajo la coordinación de la Comisaría General de Información y la dirección de la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Soria. Y ha contado también con el apoyo de la Oficina Nacional del Deporte (OND).

Según recoge la Policía Nacional, el ataque sufrido por Aranburu «obedece a motivaciones de odio hacia un grupo con ideología contraria, presentándose alguno de los indicadores de polarización de los delitos de odio que se describen en el 'Protocolo de actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para los delitos de odio y conductas que vulneran las normas legales sobre discriminación'».

Además, los investigadores han constatado la «planificación» de este ataque, en la que participaron grupos ultras tanto de los equipos de fútbol que se enfrentaban ese día, como de otros clubes. «Se trata de grupos radicales que manifiestan un gran odio entre ellos por sus enemistades deportivas e ideológicas», explican. Según los investigadores los grupos ultras principales que participaron en los hechos fueron Orgullo Numantino del Numancia, Ligallo Fondo Norte del Zaragoza y Guetto 28 del Leganés, enfrentados al grupo Coornehools del Cornellá.

Como en otros casos similares, explica la Policía Nacional, estos grupos violentos son conocedores del desplazamiento del grupo o afición de ideología contraria, por lo que intentan aglutinar presencia física numerosa para consumar ataques con más contundencia, incluso valiéndose de objetos y medios peligrosos para ocasionar mayor daño. La actuación en masa les proporciona una mayor defensa y anonimato, el cual se incrementa con el uso de prendas de vestir negras y ocultación de rostro.