Insuficiente mejoría en un Real Unión que preocupa

Sería injusto enfocar la cuestión del verde como el origen de unos males que parece tener causas más profundas y complejas. Por momentos, el Real Unión exhibió sus virtudes y pareció un equipo temible. Empezó rápido, preciso, intenso; detectando las lagunas defensivas del Zamora. Pasó por encima de su rival durante diez minutos y estuvo muy cerca del gol, tanto como los pocos centímetros que separaron del poste el remate de San Bartolomé por encima de la salida de Sobrón.

El Zamora reaccionó, equilibró el juego y marcó. Wright había salvado dos buenas opciones zamoranas e hizo un milagro para evitar el tanto en otra, pero en el minuto 20 Roni encontró un balón profundo y definió, esa vez sí, de forma inalcanzable para el británico.

En otro síntoma de mejora, el Real Unión reaccionó con arrojo. Embotelló al Zamora durante los siguiente minutos hasta que unas manos de Lucero a la salida de un córner pusieron el balón en los 11 metros y desde allí no erró el especialista txuri-beltz, Quique Rivero. Ambos equipos siguieron creando peligro hasta el descanso, pero después el ritmo decayó y las ocasiones locales dejaron de llegar. También las del Zamora fueron menos y a todas respondió Wright con acierto. Salvo a una, un chut perfecto de Márquez desde dentro del área, potente, ajustado. Incluso esa la tocó el joven meta, pero no lo suficiente.

Como el primer gol, como tantas de las ocasiones zamoranas, el origen fue una pérdida unionista seguida de una rápida transición rival. Ahí hay un espacio para la mejora. Otro, en que al contrario que tras el primer gol, después del segundo no hubo reacción.