Montse Tomé, supervisando un entrenamiento de la selección española. Ana Escobar (Efe)
Perfil

Montse Tomé, la entrenadora paciente

La asturiana se ha mantenido firme pese al ruido mediático y ha sabido lidiar con todo tipo de situaciones en esta Eurocopa, a la que llegó con su futuro en el aire

Daniel Panero

Madrid

Domingo, 27 de julio 2025, 21:01

La selección española tiene muchos nombres propios. Están Aitana Bonmatí, Alexia Putellas, Patri Guijarro o Mariona Caldentey, todas ellas figuras internacionales, pero también está Montsé ... Tomé, una entrenadora que ha tenido la nada desdeñable virtud de no quitar protagonismo a sus jugadoras. Y es que en un equipo donde el talento fluye a raudales con la mejor generación de la historia del fútbol español, mantener un segundo plano es quizá la decisión más inteligente, una manera inequívoca de dejar que la pelota coja su cauce y los éxitos lleguen con naturalidad.

Publicidad

Ya le pasó a Vicente del Bosque cuando cogió una selección que venía de arrollar de la mano de Luis Aragonés en la Eurocopa de 2008. En aquella ocasión estableció pequeños matices que apenas reforzaran todo el trabajo hecho por su predecesor, una decisión inteligente y quizá la única que podía asegurar que el éxito se volviera a repetir. En esta ocasión Jorge Vilda ha hecho el papel del Sabio de Hortaleza y Montse Tomé, el de Del Bosque. Llegó en 2023 en mitad de un huracán, con el 'caso Rubiales' en el centro de la polémica, con Vilda saliendo por la puerta de atrás cuando todavía tenía la medalla de campeón del mundo en el cuello y con las jugadoras, y con mucha razón, en pie de guerra.

Fue probablemente el peor momento para coger las riendas de la selección en el ámbito mediático. El 'caso Jenni Hermoso' jamás ha dejado de estar presente y Montse Tomé tomó la decisión de no convocar más a la jugadora de Tigres, una decisión que todavía colea por la mala relación entre ambas. «Que se centre ya en hacer a España campeona de Europa, aunque solas también lo harían y seguramente mucho mejor», afirmó la jugadora antes de la disputa de la Eurocopa, en unas declaraciones que llegaron después de que Montse Tomé dijera que «estará enfadada y tiene que gestionar». Esa brecha sigue ahí, pero jamás ha afectado a un terreno de juego en el que las cosas han seguido su curso.

Montse Tomé ha sabido gestionar todo eso y lo ha hecho con buena parte del equipo técnico que heredó de Jorge Vilda. Ella fue segunda del entrenador que hoy dirige a la selección femenina de Marruecos y ha ido incorporando piezas. Nacho Fernández, que ha trabajado con técnicos como José Bordalás o Marcelino García Toral, se incorporó en octubre. Cuenta además con Víctor Cervera a cargo de la preparación física y con Carlos Sánchez e Irene del Río para la preparación de porteras. Juntos han construido un equipo que ha conseguido abstraerse de cualquier problema que circundase a la selección y aguantar la presión de ser una de las candidatas a ganar cualquier título en liza, algo nada fácil para un combinado sin la historia de otros colosos como Alemania o Estados Unidos.

Publicidad

El camino de Montse Tomé ha venido marcado por la exigencia. Tiene todas las herramientas sobre el terreno de juego, cuenta con algunas de las mejores jugadores del planeta y sabe que su trabajo debe ir acorde a ese nivel. En este sentido, cuenta con varios analistas durante todo el año e incluyó uno más de cara a esta competición para tener información de las rivales a las que se iba midiendo España. Esos informes llegan al despacho de Montse Tomé y, en base a ellos, genera una estrategia que le permita tener variantes suficientes para cambiar el plan de partido, algo que resultó fundamental, por ejemplo, ante Suiza con la inclusión de Leila Ouahabi y Athenea del Castillo desde el banquillo en la segunda mitad.

Una vida dedicada al fútbol

La selección española es la gran oportunidad de Montse Tomé en su vida. Dio sus primeros pasos en Asturias, en el Deportivo Romanón Femenino, y pronto pegó el salto al Oviedo Moderno, donde llegó a jugar durante catorce años en las distintas categorías. Allí se convirtió en una jugadora importante antes de dar el salto al Levante, equipo con el que conquistó la Liga en 2008. Fue el gran hito en una carrera como futbolista que le llevó a pasar también por el Barça, antes de volver al Oviedo Moderno y colgar las botas para emprender un camino en los banquillos.

Publicidad

En 2018, tras obtener su licencia UEFA Pro, inició su carrera como ayudante técnica y dos años más tarde le llegó la oportunidad de dirigir a las selección española sub-17, en la que fue su primera toma de contacto con la gestión de un grupo de futbolistas y la primera vez que pudo ver a las jugadoras que luego acabaría dirigiendo en la absoluta. Montse Tomé alternó este puesto con el de ayudante de Jorge Vilda hasta que en 2023 saltó el escándalo y le tocó asumir el cargo.

Lo hizo para ser la primera mujer en dirigir a la selección femenina y para ser el relevo en un equipo que llegaba con mucho ruido mediático. Montse Tomé asumió el cargo pese a que las quince jugadoras no convocables querían a Natalia Arroyo, entrenadora de la Real Sociedad, y se puso manos a la obra para continuar el ciclo ganador. Lo logró de forma brillante con la consecución de la Liga de Naciones el pasado año, sufrió un varapalo al acabar cuarta en los Juegos Olímpicos de París y ha vuelto a destacar en una Eurocopa en la que España ha deslumbrado. Su actuación puede servir de aval para sellar una renovación que sigue pendiente, pese a que acaba contrato en menos de 40 días.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad