Alisha Lehmann. Miguel Medina (Afp)
Cuartos

Alisha Lehmann, la estrella mediática de Suiza que pasa de puntillas por la Eurocopa

La popularidad en las redes sociales de la atacante de la Juventus contrasta con el escaso papel que la seleccionadora Pia Sundhage le da en un combinado que se medirá el viernes a España en cuartos

Óscar Bellot

Madrid

Jueves, 17 de julio 2025, 16:58

La selección de Suiza, que se medirá el viernes a España por un puesto en semifinales de la Eurocopa femenina, cuenta con una figura en ciernes que tiene cada vez más galones sobre el césped y otra que acapara miradas pese a ser una integrante habitual del banquillo. La primera es Sydney Schertenleib, delantera que a sus 18 años tiene un peso creciente en el Barcelona, equipo en el que recaló el pasado verano procedente del Grasshoppers y con el que ha marcado dos goles y repartido tres asistencias a lo largo de los 22 partidos que ha disputado durante su primera campaña en la Ciudad Condal. La segunda es Alisha Lehmann, atacante de la Juventus cuyo impacto mediático contrasta con la escasa participación que está teniendo en el torneo que se disputa en su país.

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Con 16.737.606 seguidores en su cuenta de Instagram, Alisha Lehmann es la jugadora más seguida de la Eurocopa 2025. Y de largo. El segundo puesto en ese ranking lo ocupa Alexia Putellas, que tiene 3.267.137 'followers' en dicha red social. Y el tercer escalón del podio corresponde a otra española, Aitana Bonmatí, con 1.993.652. A mucha más distancia aún aparecen otras estrellas del calibre de la inglesa Leah Williamson (1.133.462), la francesa Sakina Karchaoui (993.966), las también británicas Chloe Kelly (955.804), Alessia Russo (898.045) y Lauren James (848.984) o la cántabra Athenea del Castillo (832.597), tercera española dentro de un 'top ten' que cierra la inglesa Lucy Bronze (792.881), de acuerdo con los datos proporcionados por Wettbasis.com. La futbolista suiza también triunfa en TikTok, donde cuenta con 12 millones de seguidores que no se pierden ni una sola de sus publicaciones sobre entrenamientos o estilo de vida.

Con semejantes datos, no es de extrañar que las marcas se rifen a Alisha Lehmann, una futbolista que constituye un auténtico filón publicitario. Se calcula que cada publicación patrocinada puede reportarle unos 40.000 euros y ha rubricado contratos con firmas deportivas como Puma o Tezenis que engordan su cuenta corriente cada mes y convierten el salario que percibe en la Juventus en una pequeña parte de su volumen de ganancias.

Efecto divisivo

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Porque Alisha Lehmann también es blanco habitual de las críticas. Hay quienes cuestionan su compromiso con el fútbol y la acusan de vivir mucho más pendiente de su imagen que de la pelota. «Cuanto más se quejan, más lápiz labial me pongo», replica la delantera a quienes cargan contra ella por saltar maquillada al rectángulo de juego. «A la gente no le gusta que juegue con maquillaje, pero ¿cuál es el problema? No hago daño a nadie. ¿Cuál es el problema? Soy una chica, podría jugar sin maquillaje, pero me gusta llevarlo. Y si alguien se enfada, me gusta», aduce una jugadora que ha intentado aprovechar su presencia mediática para contribuir al empoderamiento del fútbol femenino y clamar contra la brecha salarial respecto a sus colegas masculinos. «Hacemos el mismo trabajo y él gana 100.000 veces más que yo», se quejó en 2024 cuando salía con el futbolista brasileño Douglas Luiz, también jugador de la Juventus.

Lehmann recaló en la Juventus el pasado verano, después de pasar seis años en el fútbol británico, primero en el West Ham y luego en el Aston Villa, con un breve paso también por el Everton. Con el conjunto bianconero se proclamó campeona de la liga italiana este año y acaparó focos durante las celebraciones pese a que solo fue titular en seis partidos. Massimiliano Canzi le otorgó un rol secundario y algo similar está ocurriendo con Pia Sundhage en la Eurocopa.

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Alisha apenas disputó nueve minutos a lo largo de la primera fase, en el partido de la tercera jornada frente a Finlandia, y una publicación de la UEFA que empleaba su imagen para destacar el pase de Suiza a cuartos de final generó una agria controversia que viene a exponer el efecto divisivo que genera la atacante, especialmente en su tierra natal. «Elegid a una futbolista», «¿de verdad no hay otra mejor?», rezaban algunos de los mensajes. «Todos los mensajes de odio están escritos en suizo alemán», lamenta Lehmann, quien no está siendo profeta en su tierra.

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