La Vuelta acaba sin ganador de la última etapa y sin entrega de premios por las protestas propalestinas

La organización de la Vuelta a España ha decidido suspender definitivamente la última etapa al no poder garantizar la seguridad de los ciclistas. Los manifestantes propalestinos han derribado algunas vallas que cerraban el circuito final en Madrid, se han registrado diversos lanzamientos de objetos y al final se ha resuelto cancelar la carrera, en la que Jonas Vingegaard se ha proclamado justo vencedor sin la disputa de la última de las etapas.

La Vuelta también confirma que la etapa ha finalizado «por motivos de seguridad» y que se cancela definitivamente la ceremonia protocolaria de podio. Por lo tanto, por primera vez para la historia quedará la instantánea de los manifestantes esgrimiendo sus banderas de palestinas y no la del cajón con el ganador en lo más alto, flanqueado por el segundo y el tercero. Los responsables de seguridad han llevado a los ciclistas a distintos hoteles de la capital, sin desvelar su destino concreto, sobre todo para proteger a los componentes del grupo deportivo Israel-Premier Tech.

Las protestas se han registrado, en todo caso, en diferentes puntos del recorrido y las medidas de seguridad han ido aumentando paulatinamente, pero no se ha podido evitar esa imagen para la historia, de los ciclistas primero deteniéndose y charlando entre ellos y luego retirándose hacia los autobuses en un punto anterior al circuito final de Madrid.

Minutos más tarde de la retirada de los ciclistas y de la suspensión de la carrera, se han producido cargas policiales en el centro de Madrid, con ruido de pelotazos y carreras. Los manifestantes han utilizado el mobiliario urbano -vallas, señales verticales- para cortar vías y accesos. Cuando se ha ha tranquilizado un tanto el ambiente, decenas de los que mostraban su apoyo al pueblo palestino han protagonizado una gran sentada en medio de la vía en el inicio del Paseo de Recoletos. La zona de Cibeles, donde se iba a proceder a la ceremonia de entrega de premios, ha sido desalojada del todo y poco a poco ha ido desmontando toda la estructura preparada para ubicar el podio de vencedores.

Los miles de agentes de Policía y de Guardia Civil encargados de contener a los manifestantes no han podido evitar algunos incidentes. Uno de ellos ha afectado directamente al recorrido final. Un grupo de personas ha saltado las vallas en la zona de Callao, muy próxima a meta. Ha ocupado la calzada por la que tenían que circular los ciclistas y se han producido algunos enfrentamientos con los agentes. También en la Gran Vía han roto el vallado y el control policial para ubicarse en medio de la calzada, lo que ha provocado algunos empujones y porrazos de los policías encargados de mantener el orden.

La organización de la Vuelta, muy señalada por los grupos propalestinos por no expulsar al equipo Israel, tomó ayer la decisión de suprimir el paso de Aravaca y acortar la etapa final ocho kilómetros. Este domingo, la organización ya había decidido modificar el recorrido para evitar los puntos más calientes. Luego no ha tenido más remedio que parar a los ciclistas y suspender la carrera.

Los colectivos propalestinos han centrado sus protestas principalmente entre Atocha y el Paseo del Prado. Allí se ha cerrado la 'Fan Zone' por motivos de seguridad y se han producido cargas policiales, según informa ABC.

Durante las tres semanas que dura la Vuelta se han producido decenas de detenciones de manifestantes que interrumpían el transcurso de la carrera. Los momentos más tensos se produjeron en Bilbao, donde se suspendió la etapa, y en Navarra y Galicia, donde tres ciclistas se fueron al suelo como consecuencia de la intervención directa de los manifestantes en la etapa.

La suspensión de la última etapa de la vuelta por los incidentes acaecidos en Madrid ha desencadenado un torrente de opiniones muy diversas según el signo político de cada portavoz. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha condenado con contundencia los hechos y ha denunciado que los manifestantes han «puesto en peligro la vida y la integridad física de los madrileños«.

El primer edil popular sostiene que, con las protestas registradas en la capital, «se han traspasado todos los límites» y ha significado que «cualquier razonamiento deja de serlo cuando se impone la violencia». Almeida, muy indignado, exculpa a todos los grupos deportivos y ciclistas del pelotón, incluidos los del Israel-Premier Tech.

No ha perdido la oportunidad el alcalde madrileño de atacar al Gobierno y a su presidente porque, a su jucio, han «dado aliento» a los grupos artífices de los altercados. «Ni son ni representan al pueblo de Madrid», ha declarado en torno a los manifestantes. «Ni Madrid ni España se merecen lo que hemos vivido hoy en nuestra ciudad», ha lamentado.

Por su parte, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, ha trasladado su apoyo a las protestas propalestinas tras la suspensión de la etapa final de la Vuelta Ciclista: «Nuestra ciudadanía es un ejemplo de dignidad».

«La sociedad española no tolera que se normalice el genocidio en Gaza en eventos deportivos y culturales. Israel no puede participar en ningún evento. Todo nuestro apoyo a las movilizaciones por el pueblo palestino durante la vuelta ciclista. Nuestra ciudadanía es un ejemplo de dignidad», ha señalado a través de un mensaje en la red social Bluesky.

La reacción de Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular, ha sido más política. Ha mostrado su discrepancia a través de una carta, en la que ha puesto a Pedro Sánchez en el centro de la polémica: «El presidente del Gobierno está orgulloso del comportamiento de unos pocos que para manifestar su apoyo a Gaza han lanzado vallas a la Policía Nacional, sin garantizar la seguridad del personal de organización, corredores y periodistas. Yo no», compone el inicio de la misiva.

El líder de los populares se define como defensor de la libertad de expresión, pero «siempre que no implique ni violencia ni altercados». Dice, además que no apoya a Hamas y que no comparte «la respuesta que está dando el Gobierno de Israel a los atentados terroristas que han padecido».

En definitiva, Feijóo culpa al ejecutivo de Sánchez de inducir a « la no finalización de La Vuelta» y, de ese modo, promover «un ridículo internacional televisado en todo el mundo».

No ha tardado la Ministra de Educación, FP y Deportes y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, en replicar al líder de la oposición tras la publicación de su misiva: «Al genocidio lo llama «respuesta del Gobierno de Israel» y al asesinato de más de 65.000 personas lo define de «pérdidas civiles de personas de origen palestino». Esta carta indigna le perseguirá de por vida».

También Elma Sainz, Ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha atacado a Feijóo: «Les extraña que el sentir mayoritario de este país sea contra el genocidio en Gaza. Insultan la humanidad porque, para ellos, los derechos humanos son solo un eslogan. Algo que quitarse de encima y pisotear cuando se lo exige Vox, que cada vez es más frecuente».

Al aluvión de reacciones se sumó, con cierta demora, Isabel Díaz Ayuso, que se limitó a publicar un post en 'X' muy corto, acompañado de un vídeo con alguna familia corriendo: «Lo que consiguió la kale borroka alentada por Pedro Sánchez y sus ministros: familias y niños corriendo y llorando.Esto no es Madrid».