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Tour de Francia

Medio millón de francos más para el segundo

Pogacar no sufre en la primera etapa de los Pirineos pero todos sus rivales se mueven; no han perdido la esperanza

Lunes, 12 de julio 2021, 08:43

La mañana de la etapa del Tourmalet, Fausto Coppi se ha enterado de que los organizadores han decidido aumentar el premio destinado al segundo ... clasificado en medio millón de francos. Y el campionissimo ha esbozado una sonrisa. Su gregario más fiel, Andrea Carrea, le dice: «Si sigues a ese ritmo, aumentarán aún más el premio para el segundo, lo doblarán en cada etapa y tú, en la última, descenderás un puesto en la general y nos embolsaremos el botín. Espera en la entrada del Parque de los Príncipes todo el tiempo que sea necesario para ser segundo». Coppi no paró. Ganó el Tour de 1952 con 28 minutos y 17 segundos de ventaja sobre el belga Stan Ockers, que al menos hizo una buena bolsa.

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A Tadej Pogacar (UAE) le gustaría que hoy durante la etapa de descanso el Tour anuncie que aumenta el premio al segundo. Que están tan seguros de su victoria los organizadores que necesitan que los rivales no se rindan, que compitan por acompañarle en el podio y que mantengan el interés de la carrera. Medio millón de francos, un puñado de dólares, unos euros libres de impuestos en Andorra... Lo que sea.

Le gustaría a Pogacar, pero no le complacerá el Tour porque los adversarios del esloveno no han perdido la esperanza. Ayer, en el primer encuentro con los puertos de los Pirineos, se movieron todos. Probaron Richard Carapaz (Ineos), Jonas Vingegaard (Jumbo) y Rigoberto Urán (EF). Aceleraron en las rampas de Beixalis, donde estaba la dureza de la etapa. Aguantó Enric Mas (Movistar), en su lucha sorda por un podio lejano. No se inmutó el líder, pero no ha aplacado a sus rivales. Eso es lo que le queda al Tour.

Pogacar vuelve a tener más de cinco minutos de ventaja respecto al segundo, después del descalabro sufrido por Guillaume Martin (Cofidis), tal y como estaba previsto. Con esa renta se pueden cruzar todos los Pirineos sin preocuparse demasiado.

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Ya no es 1952 y las diferencias se cuentan en segundos. La ventaja de Pogacar es una excepción total en el ciclismo moderno, fruto de una primera parte de Tour asombrosa. Pero ese brillo que el esloveno mostró en los Alpes ha desaparecido. Sigue siendo el más fuerte, pero ha vuelto el ciclismo equilibrado. El ciclismo de la igualdad, en el que todos van tan rápido que parece que nadie tiene fuerzas.

Dos etapas tremendas

La carrera descansa hoy en Andorra antes de poner rumbo al Atlántico, con dos etapas, miércoles y jueves, tremendas. Muy distintas a la de ayer, de tono algo decadente por la entrada en Andorra, un lugar extraño. Aunque el Tour conoce estas carreteras desde hace tiempo -es legendario el desfallecimiento de Anquetil en Envalira en 1964, cuando su director, Raphaël Gèminiani, le dijo aquello de que 'si te vas a morir muérete ya, pero no delante del coche escoba'-, la imagen de carreteras anchas para llegar a a centros comerciales enormes a dos mil metros de altitud tiene algo de descorazonador.

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A partir del miércoles, en cambio, el Tour regresa a sus carreteras de siempre, a pueblos donde el cura sigue siendo importante. Donde aún se juega a los bolos. La llegada al Col du Portet, más arriba de Sant-Lary, será el primer aldabonazo. Es un buen lugar para, siguiendo a Gèminiani, decidir si te vas a morir ya. Antes se habrá pasado el Peyresourde, donde Pogacar se recuperó el año pasado del tiempo perdido en un abanico con Mikel Landa, en un movimiento que pareció irrelevante y acabó unos días más tarde con el chaval de amarillo en París. Por esa vertiente, por Luchon, el Peyresourde se pega una barbaridad. Hay algo misterioso en esa subida. Luego, Val Louron, el puerto más infravalorado quizá de los Pirineos. Parece un repechito y no.

Y para el final queda la etapa por excelencia de este Tour. No es una etapa, es una procesión con todas sus paradas. Un via crucis con todas sus estaciones. El Tourmalet, el primer gran puerto de la historia, y Luz Ardiden decidirán el jueves quién gana el Tour. Para eso los han puesto los organizadores, para no tener que aumentar los premios al segundo.

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Valverde se ríe

Mientras Pogacar controlaba, sin hacer ningún exceso, a sus rivales, la etapa se jugaba por delante. Que fue un día de tanteo se notó porque el Jumbo de Vingegaard, el ciclista que descolgó al líder en el Ventoux, mandó por delante a sus dos mejores galgos, Sepp Kuss y Wout van Aert, y no les hizo parar en ningún momento para apoyar al danés en sus movimientos. Un par de veces arrancó y al ver que Pogacar no sufría no insistió.

Así que Kuss se lanzó a por la victoria en las rampas de Beixalis con una arrancada que soltó a toda su aristocrática compañía (Valverde, Nibali, Alaphilippe, Gaudu, Ion Izagirre, Quintana...). El americano de Durango, Colorado, hizo la subida en solitario con veinte segundos de ventaja sobre el murciano, que a los 41 años quería otra etapa del Tour. La primera la ganó ¡en 2005!, tres años antes de que se estrenase Cavendish, por ejemplo.

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No pudo Valverde recortar esos segundos en la bajada y al llegar a meta bromeó con Kuss. ¡Cómo pegaba el aire de cara, eh!, y el otro, que habla castellano muy bien, decía que sí, que vaya apuros había pasado sabiendo que le tenía encima. Y Valverde se ríe, le da un abrazo al chaval y se marcha tan tranquilo. 129 victorias le contemplan.

Pogacar llegó junto a sus rivales, pero de nuevo solo. Sin compañeros. Es un factor que está dando que pensar en los cuarteles generales de los equipos, aunque se tiende a pensar que no será decisivo, porque el esloveno es capaz de llevar la carrera al mano a mano, terreno en el que es superior. También empieza a hacer calor. No suben los premios para el segundo. Aún se sueña con el primero.

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KM. 35

Escapada de lujo. Se forma una fuga de 32 corredores, con once ganadores de etapas en el Tour (Nibali, Van Aert, Alaphilippe, Quintana...). Entre ellos está Ion Izagirre. En el kilómetro 113 logran más de diez minutos de ventaja.

KM. 155

Martin pierde el segundo puesto

El francés se descuelga en el descenso de Envalira y cede el segundo puesto conquistado la víspera. Cae hasta el noveno puesto de la clasificación general.

KM. 172

Ataca Carapaz

Tras el trabajo del Ineos en Envalira, el ecuatoriano arranca, pero Pogacar y Vingegaard responden.

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KM. 175

Se mueve Vingegaard

El danés ataca dos veces, pero el maillot amarillo sale a por él sin problemas. Urán lo intenta en el tramo final de Beixalis.

KM. 192

Gana Kuss e Ion Izagirre, cuarto

El estadounidense se marchó en solitario en el último puerto, corona con 20 segundos con Valverde, que le sirven para llegar a meta, donde el ormaiztegiarra es cuarto.

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