Merckx, Hinault, Anquetil e Indurain comparten con cinco triunfos el récord de victorias absolutas del Tour. Pogacar, que puede de nuevo con Vingegaard y con ... un equipo Visma magnífico, alcanza la cuarta. El récord está mas cerca. Muchos creen que la mejoría de Pogacar en estos dos últimos Tour es debida a su nuevo preparador, Javier Sola, y puede que así sea, pero me inclino a pensar que ha madurado, ha aprendido de sus errores y psicológicamente es el más fuerte. Ha ganado esta edición con más de cuatro minutos sobre el segundo, pero la última semana Vingegaard ha mostrado un nivel parecido al suyo, lo que tiene que aprovechar para seguir creyendo en sus posibilidades.
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Pogacar seguirá siendo el favorito en 2026, pero el danés estará más cerca porque ha demostrado que no se va a rendir y que después de haberle ganado dos veces conserva la confianza en poder hacerlo de nuevo.
Aparte de Pogacar y Vingegaard, ambos muy por encima de sus rivales, hay que destacar a corredores como Lipowitz, tercero y maillot blanco al mejor joven. También Arensman, Healy y el equipo Alpecin han sido protagonistas. Como consejo a algunos equipos, les recomendaría olvidarse de las clasificaciones generales ante dos ciclistas con un nivel tan superior, centrarse en ganar etapas y preparar el Tour de forma diferente. Seguro que les iría mejor.
Por lo demás, toca hacer balance. Los equipos que no han ganado nada se van con un suspenso y ahora, como decía mi director de Banesto, José Miguel Echávarri, toca examen de recuperación en la Vuelta a España.
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Al margen de estas valoraciones,destaco de la última etapa la inmensa ambición de Pogacar. No entiende de lógicas ni de peligros. Con el Tour ganado y sin ninguna necesidad, quería ganar de amarillo en Paris. Un inmenso Van Aert pudo con él en un cara a cara espectacular. Sí, aunque a veces no lo parezca, es humano.
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