Thymen Arensman cruza la línea de meta y se lleva las manos a la cara incrédulo tras imponerse en La Plagne, con Vingegaard y Pogacar tras él. Reuters
Tour de Francia

Ni para ti ni para mí, para Arensman

El neerlandés aprovecha el marcaje entre Pogacar y Vingegaard en la subida final para ganar en La Plagne con los favoritos en los talones

Joseba Lezeta

San Sebastián

Viernes, 25 de julio 2025, 18:53

El Tour de Francia terminó en Hautacam hace nueve días y el espíritu combativo del equipo Visma se agotó en el tramo llano del ... jueves entre el descenso de La Madeleine y el inicio de la ascensión a La Loze. Vingegaard y sus directores sacaron por fin la bandera blanca después de 950 kilómetros en los que pusieron todo de su parte para que Pogacar enseñara algún punto de flaqueza del que no había ni rastro.

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Curiosamente, el esloveno deja las únicas dudas en la segunda y última jornada alpina, recortada por el temor a una protesta de los ganaderos tras el descubrimiento de un brote de dermatosis nodular contagiosa en un rebaño ubicado precisamente en el eliminado col des Saisies y la consiguiente decisión de sacrificar a los animales. El día que menos ataques recibió, la tarde en la que su equipo controló la carrera para propiciar un último ataque de su jefe de filas en busca de la quinta victoria de etapa, Pogacar no pudo.

Pegó dos acelerones en la ascensión a La Plagne, punto final del recorrido, el primero casi a pie de puerto y el segundo a seis kilómetros del final después de mantenerse a una distancia prudencial de Arensman. Ninguno de los dos bastó para descolgar a Vingegaard, pegado a su rueda y conservador por única vez en esta ronda gala hasta que restaban 300 metros para la línea de meta, donde el segundo clasificado de la general pudo con el primero por primera vez en esta edición del Tour.

El triunfo pudo ser para el danés, pero el temor a que Pogacar le remachara en el sprint le privó de levantar por fin los brazos. Cuando se olvidó de la general, se le escapó una etapa que tuvo a su alcance cuando aparcó el principal objetivo con el que salió de Lille.

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Redención de Arensman

El Tour redime de paso a Thymen Arensman, presente en la prueba después de acabar el Giro de Italia 29º y muy por debajo de las expectativas con las que Ineos fichó a este neerlandés de 25 años. Parecía quedarse con la etiqueta de promesa y de repente ha logrado las dos mejores victorias de su carrera, una en Superbagnères gracias a una escapada de lejos y la segunda en La Plagne después de iniciar la subida junto a los mejores.

Resistir a pocos metros un ataque de Pogacar está al alcance de los elegidos. Lo hizo. Y comprobado el marcaje estrecho entre el maillot amarillo y Vingegaard con el objetivo común de la victoria de etapa, jugó bien su carta a nivel estratégico y demostró después capacidad para sostener un ritmo suficiente y llegar al último kilómetro con opciones de festejar el triunfo. La tardanza en reaccionar de los dos grandes favoritos hizo el resto. Ni para ti ni para mí, para Arensman.

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Falló Pogacar. Como tal cabe deducir del trabajo asumido por UAE a lo largo de 93 kilómetros a través de los Alpes, en un col de Pré durísimo y en un paso idílico para la vista por el Cormet de Roselend. Tim Wellens, el campeón belga, controló las fugas de los dos primeros puertos, en los que Roglic jugó un papel protagonista. Adam Yates y Jhonatan Narváez se mantuvieron al lado del maillot amarillo, mientras Vingegaard perdía por el camino a la mayoría de esos acompañantes del Visma que han vaciado sus piernas para ayudarle día sí y día también.

Ya dentro de los veinte últimos kilómetros, un Pogacar en estado de gracia se habría bastado por sí solo, bien con un ataque desde lejos o con una arrancada marca de la casa dentro del último kilómetro. Ni uno ni otro. Ahora bien, ¿dónde hay que firmar que el día malo sea como este y se resuelva con este resultado?

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Podio de Lipowitz

Quedaba pendiente la tercera plaza del podio tras el acercamiento de Onley a Lipowitz la víspera en La Loze. El alemán, precavido en esta ocasión, conserva su escalón en el podio al lado del dominador del Tour y del único corredor que le ha inquietado y le ha puesto a prueba de verdad.

Al cuarto Tour de Francia le restan dos capítulos. Pogacar anunciará pronto si participa o no en la Vuelta a España con la intención de incorporarse al selecto grupo de ganadores de las tres grandes vueltas. El quinto Tour del esloveno está más cerca.

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