Ahora que está de moda que no hay que mezclar deporte y política, una historia colonial. En febrero, Ruanda rompió relaciones diplomáticias con Bélgica y ... Bruselas tuvo que evacuar a los funcionarios de la embajada a toda prisa, El domingo, un ciudadano belga se proclamó campeón del mundo en Kigali. Remco Evenepoel ganó el Mundial contrarreloj, doblando a Tadej Pogacar, en una de las imágenes del año. En el recorrido, banderas belgas en los balcones. Los diplomáticos de uno y otro lado no dijeron nada.
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Bélgica es la antigua potencia colonial en Ruanda, que administró el país entre 1920 y 1962. Tras la Primera Guerra Mundial, la Sociedad de Naciones puso bajo tutela belga dos antiguas colonias alemanas, Ruanda y Burundi. Países pobres, al rey Leopoldo II tampoco le interesaban demasido. Prefería ocuparse de las riquezas de Congo, que Bruselas gobernaba con mano de hierro.
Esta última crisis entre Bélgica y Ruanda se debe a las sanciones y acusaciones del país europeo de apoyar al 'Movimiento 23 de Marzo (M23)', milicia armada apoyada por Kigali que opera en la vecina República Democrática del Congo, con la explotación de minerales valiosos como telón de fondo. Según Europa, Ruanda se estaría apropiando de esas riquezas y comerciando con ellas de forma ilegal. La UE anunció sanciones al país, cuyo presupuesto proviene en un 40% de la ayuda internacional, y llamó al boicot del Mundial.
El equipo de Evenepoel, el Soudal, renunció a disputar este año la Vuelta a Ruanda, donde, además, el conjunto Israel ganó dos etapas. Ruanda rompió relaciones diplomáticas con Bélgica y expulsó a todos sus diplomáticos por «los intentos de Bélgica de mantener ideas neocoloniales» y su «apoyo» a uno de los bandos en el conflicto en el este de la República Democrática del Congo, cuya supuesta solución, para que no falte de nada, se atribuyó para sí mismo Donald Trump.
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Los ciclistas belgas están compitiendo sin problemas en el Mundial –igual que los israelíes–, mientras Ruanda es un país en punto de mira de todas las organizaciones internacionales de derechos humanos por la violación sistemática de los mismos que practica. Amnistía Internacional habla de torturas y malos tratos, deportaciones forzadas y suspensión de los derechos a la libertad de expresión y de asociación, además de señalar problemas graves con las personas migrantes y la falta de respeto por los derechos de las mujeres.
El Mundial se está desarrollando sin incidencias. El presidente de Ruanda, Paul Kagame, gana todas las elecciones con el 99% de los votos y conoce el valor del deporte en las sociedades contemporaneas. La marca 'Visit Rwanda' patrocina a Atlético de Madrid, Arsenal, París Saint-Germain o Bayern de Múnich, quiere una prueba del Mundial de Fórmula 1... Para Para Human Rights Watch es 'sportwashing', organizar grandes eventos deportivos, comprar o patrocinar equipos de fútbol o atraer a grandes estrellas para blanquear la imagen de ciertos países donde no se respetan los derechos humanos.
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El domingo las estrellas del ciclismo profesional se jugarán el título en Kigali, en el primer Mundial africano de la historia. Un hito, sin duda. Con algún que otro problemilla...
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