Mundial de ciclismo
Dos aspirantes y un fiel escudero en GlasgowIon Izagirre y Alex Aranburu explorarán sus opciones de medalla en la prueba en línea de este domingo, con la ayuda de Xabier Mikel Azparren
Gipuzkoa acapara un peso específico sin precedentes en los últimos años en la selección española que acude a unos Mundiales de ciclismo. Por cantidad y ... por calidad. Tres de los ocho corredores que participarán este domingo en la prueba en línea de Glasgow son guipuzcoanos y dos de ellos asoman en la lista de nombres a tener en cuenta. No hay más que atender a las declaraciones del seleccionador. Preguntado por las opciones del combinado elegido, ha respondido en las últimas horas que «Ion Izagirre está como un tiro y a Alex Aranburu le va bien un circuito tan explosivo». Al ormaiztegiarra del Cofidis y al ezkiotarra del Movistar se une el donostiarra Xabier Mikel Azparren, autor de los méritos suficientes como para ser escogido como sustituto del lesionado Oier Lazkano.
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El pequeño de los Izagirre asume que «llego en un buen momento al Mundial, después de haber terminado bien el Tour y tener buenas piernas en la Clásica y en Getxo. Me toca hacer un último esfuerzo antes de tomarme un respiro». Podrá correr sin ataduras. «No tenemos un líder claro como otros años con Valverde. Hay otras selecciones con mayor favoritismo como Bélgica, Francia, Holanda o Dinamarca, pero en este Mundial va a ser muy difícil llevar atada la carrera. Quien gane va a ser un ciclista de los buenos, porque son 270 kilómetros y muy exigentes, pero va a hacer falta saber moverse y filtrarse en los grupos buenos en cada momento. Creo que va a haber muchos cortes y hasta esas selecciones citadas van a querer anticiparse».
Izagirre reconoció ayer el circuito y asegura que se trata de un «trazado muy travieso, con repechos cortos y muchas curvas, algunas de ellas muy cerradas y en carreteras estrechas. Hay giros de 90 grados, en algunos tramos el asfalto no está muy bien y hasta hemos encontrado alcantarillas en plena trazada de curva. Si no llueve no va a ser fácil mantenerse en cabeza, si cae agua... no sé qué va a ser aquello». El veterano guipuzcoano sabe manejarse en este contexto. Añade que «en el Mundial corremos sin pinganillo y es fácil perder la referencia de tiempos y de número de ciclistas que van delante y detrás. Va a ser una carrera que no deje respirar y trataremos de adaptarnos bien al escenario».
Con la misma intención de acertar con los movimientos anda Alex Aranburu, consciente de que le acompañan la condición física y las características del recorrido. «Sí, es verdad que en principio este Mundial me va bien, pero va a ser una prueba donde cualquier descuido te puede dejar fuera de la disputa. Muy bonita para el espectador, pero estresante para nosotros. Dentro del circuito, al que entramos cuando faltan 140 kilómetros a meta, hay bastante peligro, con tramos muy estrechos y curvas cerradas». El de Ezkio sabe que «en carreras tan largas los movimientos clave suceden muy al final, pero es verdad que cada vez se arranca antes y puede que hasta los favoritos se lancen a 80 kilómetros de meta. Si no estás allí en el momento oportuno... adiós. No es fácil acertar. En cuanto a forma estoy bien. Terminé cansado el Tour pero tuve bastantes buenas piernas en la Clásica en los últimos kilómetros después de sentirme un poco pesado al principio. También me encontré bien en un par de entrenamientos posteriores en casa. Pese a ello, voy sin un objetivo claro. Hay grandes nombres como Van Aert, Van der Poel, Pogacar, Pedersen... que han preparado a conciencia este Mundial».
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Aranburu cree que «la selección está bastante compensada y tenemos gente como para intercalarnos en los cortes». Uno de ellos será el tercer guipuzcoano. Xabier Mikel Azparren confiesa que «nunca es agradable entrar en el equipo para suplir a un compañero lesionado, pero me brinda una oportunidad de vivir una nueva experiencia». Ya sabe lo que es un Mundial sub-23, pero «nunca he hecho en competición tantos kilómetros como los de la carrera de mañana y no sé cómo responderá mi cuerpo. Es todo un reto».
Hoy conocerá con más detalle su cometido en competición, pero asume que «hay corredores en la selección con más opciones que yo y me tocará estar al servicio del equipo. No sé si desde el pelotón o entrando en alguna fuga a modo de anticipación, ya puliremos la estrategia. Si los compañeros se quedan satisfechos de mi trabajo, yo habré cumplido el objetivo».
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