Kirolean errespetuz

«No podemos permitir el incremento de la violencia»

Tras el crecimiento de episodios violentos en las gradas y en determinados terrenos de juego en deportes como fútbol, baloncesto y balonmano, con muchas licencias en Gipuzkoa, en las últimas semanas, diversos clubes se han unido para mostrar su rotundo rechazo a dichos actos incívicos que manchan el buen nombre del deporte. El pasado sábado 17, en un partido de balonmano en Tolosa, se produjo la agresión de un entrenador a un árbitro. Tras la misma, el presidente de la Federación Guipuzcoana, José Miguel Antía, envió una petición «a todos los presidentes de los clubes guipuzcoanos» solicitándoles que trasladaran a sus respectivos entrenadores que mantuvieran un exquisito respeto con los colegiados.

Además, las tres federaciones territorales, bajo el paraguas de la Vasca, redactaron un comunicado en el que mostraban su «claro apoyo al estamento arbitral, comprometiéndose a tomar medidas para evitar situaciones lamentables», como la acaecida en Tolosa.

Desgraciadamente, la petición no surtió el efecto deseado ya que el pasado fin de semana volvieron a repetirse estos episodios «en al menos seis partidos». No se trató de agresiones físicas, pero sí «verbales» hacia el colectivo arbitral, de ahí que la Guipuzcoana decidiese suspender la jornada como medida de solidaridad hacia los árbitros, mostrando su temor por «la vulnerabilidad de los árbitros, en especial de los colegiados y colegiadas con menor experiencia».

La Guipuzcoana de balonmano cuenta con el apoyo de la Vasca para trabajar conjuntamente con el objetivo de «erradicar la violencia en todos los ámbitos del deporte», deseando que el parón de este fin de semana se convierta en «una jornada para que toda la familia del balonmano guipuzcoano reflexione y tome conciencia de que hay que cambiar el rumbo que está tomando la violencia en los partidos». Considera, además, que la situación actual «es insostenible», para lo que ha convocado el miércoles 13 de marzo una reunión para la creación de una «comisión antiviolencia». Insta a que, para evitar este tipo de actos incívicos, puedan crearse «protocolos, cambios en la reglamentación y formación», consensuados todos ellos por equipos, clubes y agentes del balonmano.

Por su parte, la Federación Guipuzcoana de Baloncesto ha decido sancionar con multas que van desde 150 a 1.500 euros los comportamientos inadecuados de los aficionados en las canchas de juego.

Esta decisión llega a raíz de un reciente conato de pelea entre padres en el transcurso de un partido que ha obligado a posicionarse al Comité de Disciplina. Ante el crecimiento de este tipo de actos incívicos, el ente federativo guipuzcoano ha decidido cortar por lo sano. Justifica, en un comunicado remitido a los clubes que estos actos «desprestigian el deporte». Además, se señala que «durante las dos últimas campañas, éste comité ha constatado con preocupación, un considerable aumento de crispación y violencia en nuestras canchas».

Y se detalla que han venido ocurriendo de un tiempo a esta parte «batallas campales entre jugadores durante la disputa de encuentros, insultos por parte de entrenadores, jugadores y delegados, a miembros del colectivo arbitral y a todo tipo de persona con licencia federativa». Estos actos, «más que reprobables, si bien es cierto que han existido siempre, y han sido sancionados con firmeza al estar tipificados en el reglamento disciplinario de la Federación Vasca, se vienen dando últimamente con mayor asiduidad». Con lo cual, la preocupación es máxima.

La Federación y el Comité de Competición coinciden en que «no podemos permitir este preocupante incremento de violencia». Los actos incívicos van desde «faltas de respeto e insultos» hasta «agresiones y actos vandálicos» por parte de familiares de deportistas. «Estamos asistiendo a desalojos de gradas, presencia de la Ertzaintza en polideportivos, reiterados insultos al colectivo arbitral y a jugadores del equipo contrario desde la grada, amenazas cara a cara tras los partidos. Incluso conatos de agresión de estos familiares a colegiados, algunos de ellos menores de edad». De este modo se propone a los clubes, que «tomen medidas internas urgentes», para erradicar la violencia por parte de familiares de jugadores. «Que sean contundentes con las sanciones internas a aplicar para evitar tener que lamentar consecuencias indeseables».

Los clubes están empezando a tomar medidas. Uno de ellos es el Easo Basket. Ya se unió en su día a la campaña Kirolean Errespetuz y promovida por la Diputación Foral de Gipuzkoa, con Goizane Álvarez a la cabeza, y ahora lo hace a otra denominada 'No hay éxito sin respeto', con la que pretende erradicar comportamientos incívicos y antideportivos de los terrenos de juego.

El Easo condena «rotundamente» cualquier falta de respeto de los asistentes a un partido y exige a las familias de los jugadores que «acepten el compromiso de tener un comportamiento ejemplar en las canchas deportivas». Sin él, los jugadores no pueden formar parte del Easo.

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