Un premio inesperado a la par que merecido
Trabajo. El Amenabar Zarautz, a base de esfuerzo y cantera, luchará desde mañana por un histórico ascenso a Asobal tras sobreponerse a la marcha de toda su columna vertebral
Zarautz siempre ha sido sinónimo de buen balonmano y de gran ambiente en torno a él. Pero sobre todo de mucho y muy buen trabajo. ... Desde el primer niño que llega a la cantera en edad escolar hasta el que supera los treinta y tantos años. Todos se dejan el alma en el campo semana tras semana defendiendo la camiseta del club de sus amores. Y es que para todos ellos el balonmano es una forma de vida.
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Por eso se puede decir que la historia del Amenabar da para un libro cada temporada que pasa –sea mejor o peor–. La de ésta, desde luego, es especial. Porque la mezcla de todo lo anterior ha provocado que lo que en verano parecía que podía ser un curso lleno de obstáculos tras la marcha de hasta diez jugadores –gran parte conformaba la columna vertebral de la plantilla–, en marzo se haya convertido en ilusión y ganas de seguir creyendo y confiando en una filosofía que no es otra que el trabajo, el esfuerzo y las ganas de aprender con la gente de casa, la gente del pueblo.
Un municipio que a partir de mañana va a poder disfrutar de la segunda fase de la competición en la que diez equipos pelearán por dos plazas en la Liga Sacyr Asobal. Y sí, sin ningún extranjero ni internacional, sin contratos profesionales ni nada por el estilo. «Estoy orgulloso y muy contento por el trabajo y la actitud que estamos teniendo», reconoce Hugo Sánchez, entrenador del Zarautz. Para él, al igual que para muchos, «en julio-agosto todo se veía gris cuando supimos que tanta gente dejaba el equipo. Más si cabe porque eran figuras muy importantes tanto defensiva como ofensivamente para nosotros».
Sin embargo, la gran labor realizada durante tanto tiempo en la cantera le permitió subir a chavales que en tan solo unos meses se han convertido en adultos. «Teníamos una camada de jóvenes en el juvenil con la calidad necesaria para jugar en esta categoría; lo único que nos preocupaba era la falta de experiencia», añade. Pero nada más lejos de la realidad.
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En la primera fase los zarauztarras han sumado veintiún puntos, seis más que los obtenidos la campaña anterior. «La idea era mantener nuestro modelo de juego basado en una defensa dura que encajara pocos goles y mejorara en la transición ofensiva», cuenta. Y así ha sido. «Evidentemente gracias también a la aportación de los veteranos y de un Alberto Aguirrezabalaga espectacular pese a haber disputado menos de la mitad de las jornadas».
Según Sánchez, la diferencia respecto al año pasado la han marcado «los pequeños detalles y un mayor acierto en los momentos finales de los partidos. Incluso quizá el factor suerte». Sea lo que fuere, la realidad es que lo conseguido hasta la fecha es espectacular, pero no suficiente para dos de sus capitanes.
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«Por qué no soñar?»
Mikel Beristain es un ilustre ya en Zarautz. Un 'perro viejo' que se las sabe todas. Él afronta esta segunda fase con ambición. «¿Por qué no soñar con jugar otra fase? Una ya jugamos cuando nadie se lo esperaba», explica. «El objetivo es ganar los partidos de casa y rascar lo que podamos fuera». Por su parte, Ander Atorrasagasti se muestra más cauto pero insiste en que «una vez llegados a este punto queremos dejar claro que mientras tengamos alguna oportunidad de estar entre los tres primeros nosotros lo vamos a dar todo».
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