El Juaristi Iraurgi se hace mayor (89-84)

El rebote fue la clave del encuentro e Iñigo Royo fue el gran culpable. El gasteiztarra cuajó un excelente partido, con 17 puntos y 7 rebotes –tres de ellos en ataque– y cumplió de creces supliendo a Ryan Nicholas, que fue baja y no pudo estar sobre la cancha. Los azpeiti-azkoitiarras capturó 35 rebotes, doce más que el Almansa, y dieciséis de ellos fueron en ataque. Esa gran ventaja debajo de los tableros no la aprovecharon del todo por el bajo acierto en el tiro, por lo que sufrieron al final para certificar la victoria. Siguen en descenso, pero empatados con los dos equipos que les preceden, Prat y Girona. Además, aventaja en dos victorias al Huesca y al Palma, los dos últimos, que están con balance de un triunfo y nueve derrotas.

El duelo fue un continuo intercambio de golpes. Desde el primer hasta el último minuto. Estuvo rápidamente condicionado por las dos faltas que cometieron Eddy Polanco por el lado albaceteño y Ondrej Hanzlik por el urolatarra. Al checo le dio tiempo de anotar cinco puntos en los primeros minutos (7-2, min. 3), pero cuando los cañoneros de cada equipo tuvieron que sentarse en el banquillo, tuvieron que emerger las segundas espadas.

Savkov también quiso ponerse la capa de héroe ante la baja de Nicholas y las prontas faltas de su compañero del Baskonia Hanzlik, pero el ruso también cayó en la misma trampa y tuvo que sentarse con dos personales. Entonces, la responsabilidad ofensiva no recayó en Sidy Cissoko, sino que el chico de 17 años fue a por ella. Tres puntos en el primer cuarto, once en el segundo, cinco en el tercero y tres en el último para un total de veintidós y diecinueve de valoración en un ejercicio de liderazgo pocas veces visto en un jugador tan joven.

Vertical, atrevido, incombustible y acertado en el tiro, se echó el equipo a sus espaldas en una batalla que también fue mental, porque hubo hasta dieciséis cambios de ventaja y veintiocho empates en el marcador.

Ningún equipo se permitía encajar un parcial que ampliara la diferencia más allá de los dos-tres puntos. Edu Martínez metía un triple y Cissoko respondía inmediatamente (32-33). Gydra volvía a castigar desde el perímetro y otra vez el francés era el que salía respondón (36-36). 2+1 de Grabauskas y quién si no Cissoko contestaba con otra canasta y tiro adicional para llegar empatados a 41 al descanso.

En el paso por vestuarios todos los integrantes del Almansa habían anotado, cubriendo de la mejor manera el problema que su máximo anotador, Polanco, tenía con las faltas personales. El acierto del 50% en el tiro salvó los muebles, porque el Juaristi casi les triplicaba en el rebote.

Los locales consiguieron su máxima ventaja de ocho puntos al inicio del tercer cuarto gracias a cuatro puntos de Savkov y siete de Royo (54-46, min. 25), pero precisamente en ese instante llegó el momento de mayor flojera. Los de Iñaki Jiménez estaban cuidando muy bien el balón y apenas había desperdiciado posesiones, pero un pase sin sentido de Thiam desde el poste alto al bajo y una pérdida de Cissoko en primera línea permitieron sumar fácilmente al Almansa cuatro puntos, que volvió a entrar en partido. Cinco puntos de Cissoko, ovacionado y bajo el cántico de «¡MVP, MVP!», cerraron el tercer cuarto (65-62).

A pesar de hacer muchas cosas bien, la sensación era de que se había dejado con vida al Almansa, que a la mínima mejora podía darle la vuelta al partido. Y así sucedió. A Santana y Nesbitt, los mejores y más regulares, por fin se sumó con un triple Polanco (72-74, min. 35). El dominicano hizo seis puntos en los cinco minutos finales y fue un duro desafío responder al Almansa más efectivo en el tramo de partido más exigente.

A 1:50 del final Cissoko metió un triple a tablero (82-81) y Nesbitt respondió con un 2+1 (82-84). Fue la última canasta de los foráneos, que sufrieron una canasta de media distancia de Savkov (84-84) y el decisivo triple ganador de Iñigo Royo (87-84) a diecisiete segundos del final para sucumbir en Azpeitia.