Premio Donostia

Esther García: «La productora» del cine español

Aunque no fuera la mano derecha de Almodóvar, la pionera habría contribuido a la producción de muchas películas imprescindibles

Mikel G. Gurpegui

San Sebastián

Viernes, 19 de septiembre 2025, 00:00

Este perfil, más que un texto es un reto. Si afirmamos que es una de las personalidades imprescindibles en la historia del cine español más ... allá de su papel como mano derecha de Pedro Almodóvar, intentemos destacar sus otras facetas tardando lo más posible en mencionarle a él.

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Empezar no es difícil. Baste con recordar que Esther García Rodríguez (Cedillo de la Torre, provincia de Segovia, 1956) fue una niña cuya familia emigró al Madrid de los años 60. Sintió la herida del cine. Se asomó como secretaria de producción al rodaje de 'Pim, pam, pum... fuego' (1975) de Pedro Olea y decidió que pertenecería «a esa especie aparte que somos la gente del cine».

Siendo mujer, en aquel tiempo, era impensable ser cámara y había que entrar en los departamentos en que había féminas: peluquería, maquillaje, 'script', montaje o los cargos inferiores del área de producción. Consiguió ser secretaria de producción en la serie 'Curro Jiménez', donde aprendió mucho, y desarrolló igual función en cintas de Mariano Ozores ('Yo hice a Roque III', 'Los liantes' o 'Caray con el divorcio').

'El año de las luces'

Ya en los años 80, se asienta como auxiliar de producción en 'Sé infiel y no mires con quién' (Fernando Trueba), 'El año de las luces' (ídem), 'La vida alegre' (Colomo) o la serie 'Los pazos de Ulloa' (Gonzalo Suárez). Su despegue definitivo será en 1986, con su encuentro con cierto director manchego que pronto no podremos dejar de mencionar.

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Desde su productora, además de en la filmografía del manchego, se implicará en la producción de obras de entonces jóvenes cineastas: 'Pasajes' (1996) de Daniel Calparsoro, 'Acción mutante' (1993), de Álex de la Iglesia (a la que se ha referido como su película más complicada: «nunca hemos hecho nada tan difícil como eso») o 'El espinazo del diablo' (2001), de Guillermo del Toro.

Además ha participado en buena parte de los largometrajes de Isabel Coixet, desde 'Mi vida sin mí' hasta 'Nieva en Benidorm', así como en excitantes proyectos hispano-latinoamericanos: 'La niña santa', de Lucrecia Martel, 'Relatos salvajes', de Damián Szifron, 'El clan', de Pablo Trapero o 'El ángel', de Luis Ortega. En fin, que Esther García ha contribuido a que fueran posibles muchas películas significativas en nuestras vidas. La última de ellas, 'Sirat'.

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Durante años, fue «la productora» del cine español, pues no es que fuese la única conocida sino que era prácticamente la única a secas, hasta que esta pionera en su especialidad fue asistiendo con alegría a la llegada de compañeras en puestos de responsabilidad de la producción.

Activista de CIMA, la Asociación de Mujeres Cineastas, esta mujer vitalista, trabajadora y positiva está recibiendo en su madurez los honores que nunca pidió. En 2018 le entregaron, precisamente durante el Festival donostiarra, el Premio Nacional de Cinematografía, siendo la primera productora en ser premiada, lo mismo que ocurrirá hoy con el Premio Donostia.

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La más 'chica Almodóvar'

Sí, Esther García sería un referente del cine aunque no se hubiese dado ese dato fundamental que hasta ahora hemos esquivado, su encuentro con Pedro Almodóvar en 'Matador' (1986), donde ella fue auxiliar de producción. Para 'La ley del deseo', un año después, ya estaba constituida su productora, El Deseo, y para 'Mujeres al borde de un ataque de nervios' ya era Esther su jefa de producción, en feliz triunvirato con Pedro y Agustín Almodóvar.

Empezaba así un estrecho y prolongado trabajo en toda la obra del más famoso realizador español. Como comentó recientemente a DV, «yo soy la más 'chica Almodóvar' de todas, la que más tiempo llevo con él. Además, estoy en sus películas desde que comienzan a gestarse».

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