Y Maquiavelo se encontró con el Zar de todas las Rusias
Assayas, el gran autor de aquel 'Carlos', otro filme político y oscuro, dirige a Dano, Vikander y Law en 'El mago del Kremlin'
El comienzo del libro en el que se basa el espléndido, acerado, afilado, intenso, turbio y a la vez resplandeciente guion, escrito por el mismo ... Assayas y el magnífico Emmanuel Carrère, Premio Princesa de Asturias de las Letras de 202, autor de títulos tan inmensos como 'El adversario' o 'Limónov', es sencillamente brutal y no deja resquicio a duda alguna, «Mucho tiempo después se dijeron de él las cosas más diversas. Había quien afirmaba que se había retirado a un monasterio del monte Athos para rezar entre piedras y lagartijas, otros juraban haberlo visto en una villa de Sotogrande, mezclado con una multitud de modelos cocainómanos. Otros se empeñaban en sostener que habían encontrado su rastro en el aeropuerto de Sarja, en el cuartel general de las milicias del Dombás o entre las ruinas de Mogadiscio(...) La mayoría de los poderosos extraen su aura de la posición que ocupan. A partir del momento en que la pierden es como si les hubiesen desenchufado de la corriente (..). Baranov pertenecía a una raza diferente. Aunque en realidad yo no sabría decir a cuál (...) Avanzaba por la vida rodeado de enigmas. Lo único más o menos cierto era su influencia en el Zar. Durante los quince años que había estado a su servicio había contribuido de manera decisiva a la construcción de su poder(...). La presencia de testigos ocasionales no llegaba a aclarar las actividades nocturnas del Zar y su consejero(...)».
Publicidad
Así empieza el desasosegante libro de Giuliano da Empoli, Gran Premio de Novela de la Academia Francesa, y así, con una voz en off cargada de misterio el inquietante y ambicioso filme de Assayas, iluminado con letal frialdad por Yorick le Saux, autor también de la fotografia de 'Father, Mother, Brother, Sister', León de Oro de Venecia, e interpretada, con todos los matices (im)posibles por el Paul Dano de 'Pozos de ambición' y de la divertida, sarcástica y hasta terrorífica 'Okja' de Bong Joon-ho, autor de 'Parásitos'; por la Alicia Vikander de 'La última reina' y 'Beckett' y por un Jude Law fastuosamente encerrado en las entrañas sin fondo de su personaje. ¿Putin? No, ¿quién habla aquí (en realidad, todos) de Vladímir Vladímirovich? Ni el libro de Da Empoli es un reportaje ni la película del director de 'Viaje a Sils Maria' un documental. Son ficciones que juegan con el lector y el espectador a un '¿Quién es quién, Who is Who?' más que apasionante, perverso. Por supuesto, todos sabemos la respuesta pero funciona mucho mejor ese tono bien sostenido de fábula mefistofélica. O maquiavélica. O rasputiniana.
Acaso Vladimir Vladimirovich no sea quienes todos creemos que es, sino un Fausto que vendió su alma al Diablo habiendo sido el mediador ese Baranov del que también se escribe «A partir de un momento dado empezaron a atribuirle un caracter cada vez más sombrío (...). Inquieto. Fatigado. Se aburría. De él mismo, sobre todo. Y del Zar (...)».
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión